«Perdí 50 kilos… pero aún sigo odiando mi cuerpo»

La escritora y cómica Elna Baker cuenta en primera persona la verdad sobre perder peso y el dolor que causa no aceptarse a uno mismo.

“Era obesa, pesaba 265 libras (120 kilos). Cuando tenía veintipocos me puse a dieta y perdí 110 libras en total (49 kilos). Me había imaginado que la pérdida de peso sería como esa escena de La Sirenita en la que Ariel mira sus nuevas piernas con incredulidad. Pero no fue así. No me malinterpreten: estaba contenta por haber perdido peso, pero las fotos del antes y el después que vemos en los anuncios son mentira. Tras librarme de esos kilos tenía tanta piel extra que podía tumbarme de lado, estirarla de un costado al otro y aún me sobraba medio pie –un pie equivale a unos 30 centíme...

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“Era obesa, pesaba 265 libras (120 kilos). Cuando tenía veintipocos me puse a dieta y perdí 110 libras en total (49 kilos). Me había imaginado que la pérdida de peso sería como esa escena de La Sirenita en la que Ariel mira sus nuevas piernas con incredulidad. Pero no fue así. No me malinterpreten: estaba contenta por haber perdido peso, pero las fotos del antes y el después que vemos en los anuncios son mentira. Tras librarme de esos kilos tenía tanta piel extra que podía tumbarme de lado, estirarla de un costado al otro y aún me sobraba medio pie –un pie equivale a unos 30 centímetros–”.

Este es el principio de un extenso artículo publicado recientemente en Refinery 29 en el que su autora, Elna Baker, comparte en primera persona la historia de su vida. Una existencia marcada por el complejo de pesar más de cien kilos y el dolor de seguir odiando su cuerpo incluso después de perder peso y pasar por el quirófano para reducir el excedente de piel. Esta escritora y cómica estadounidense decidió hacer pública su particular lucha para “que quienes estén viviendo lo mismo que yo sientan que no están solos”, según explica a S Moda. Para superar la vergüenza que le produce su físico decidió compartilo con todo el mundo con unas fotografías impactantes. Las imágenes, tomadas hace más de siete años, muestran su cuerpo antes de pasar por quirófano. Tras perder 49 kilos de peso, Baker tuvo que someterse a cuatro intervenciones para librarse de los 15 centímetros de epidermis que sobraban en su cintura y de 5 kilos de piel en total. “Ni la cirugía pudo solucionar el problema. Tengo una cicatriz alrededor de la cintura, como si un mago me hubiera cortado por la mitad, y otras dos marcas que recorren mis piernas. Me cuelga pellejo de mis brazos y muslos y si me inclino mis tetas parecen dos bolsas vacías. Así que no me gusta que me vean desnuda”, confiesa en su ensayo.

Baker aún lucha diariamente para aceptarse a sí misma y atreverse a buscar en el espejo algo más que el reflejo de su rostro. Antes de reproducir sus respuestas a S Moda, queremos rescatar la reflexión final de su escrito. “En lugar de ser dueña de mi cuerpo, dejé que el mundo me dijera lo que tenía que ser y cómo se suponía que tenía que lucir. Me alimento de la vergüenza y el odio hacía mí misma porque me da motivos para luchar. No sé vosotros, pero yo estoy harta de luchar por la puta belleza. Ha ocupado la mitad de mi tiempo durante los últimos 20 años y me ha robado la oportunidad de hacer cosas importantes”.

«Se espera que las mujeres seamos símbolos sexuales perfectos. Cuanto antes pase de esa norma, más cerca estaré de aceptar el cuerpo que tengo».

Jessica Peterson, Cortesía de Refinery 29

1. ¿Cuál ha sido el momento más duro en todo este proceso?

Pensar que podía perder peso a la primera. Creía que tenía la fuerza para cambiar y me llevó años romper ese código. Al final, lo que marcó la diferencia fue entender que necesitaba hacer bien las cosas cada día para lograr resultados. Hice ejercido y comí sano durante un año. Pero no he podido volver a mantener ese estilo de vida desde entonces. Perder peso es una combinación de esfuerzo y tiempo. No es fácil, créeme, lo sé. Pero tampoco es imposible.

2. En el artículo de 'Refinery 29' explicas que “todavía estás tratando de superar tu enfermedad”. ¿Cómo luchas contra ella? ¿Necesitas terapia o ayuda psicológica?

Nunca he estado en terapia porque no hay atención médica gratuita en Estados Unidos, pero si tienes la opción de tratarte creo que puede ser positivo. Tengo amigos que se salvaron gracias a eso. Pero también considero que es posible trabajar este tipo de problemas por nosotros mismos. Todo lo que necesitas es mirar en tu interior y tener la fuerza para no alejarte de las cosas que te cuesta enfrentar.

3. ¿Fuiste objeto de burlas o 'bullying' cuando pesabas más de 120 kilos?

Tenía mucha personalidad y era muy extrovertida, así que la gente que me conocía era amable. Pero los extraños eran crueles en muchas ocasiones. Me miraban y me gritaban cosas como “eres una gorda” o “necesitas perder peso”. No sucedía a menudo, pero las veces que ocurrió me aplastaron por completo. Tomaba los insultos de forma muy personal y no entendía qué había hecho para que esas personas me trataran como si no tuviera ningún valor.

4. ¿Cómo has vivido la buena acogida de tu artículo y los comentarios que ha generado en las redes?

En general ha sido muy positiva. Muchas personas que conozco, gente que creía que estaba cómoda con su cuerpo y segura de sí misma, han compartido sus inseguridades. Y escuchar sus historias también me ha ayudado.

«Pensaba que mi vida cambiaría tras perder peso y no fue así».

Jessica Peterson, Cortesía de Refinery 29

5. ¿Qué le dirías a todas aquellas mujeres que viven tu misma situación y no aceptan sus cuerpos? ¿Les recomendarías pasar por el quirófano?

Para mí la cirugía plástica era la manera de deshacerme de toda esa piel. Fue increíblemente caro. Mis padres habían ahorrado dinero para la boda de sus hijas y yo usé mi parte para pagar mi operación. Me quedé sin una gran boda pero no me arrepiento. Si estás en una situación en la que no puedes pagar la operación, debes intentar borrar el complejo que te preocupa de tu mente. La cirugía no arregla los pensamientos y encontrarás nuevas formas de ser crítico con tus defectos. Tómate un momento para apreciar las cosas buenas que tiene tu físico y centra en ellas tu atención.

6. ¿Crees que llegará el día en el que te aceptes completamente?

Me acepto a mí misma como persona pero sigue siendo difícil para mí reconocer mi cuerpo. Creo que el mundo nos sitúa cerca de estándares imposibles. Se espera que las mujeres seamos símbolos sexuales perfectos. Cuanto menos me exija seguir esa norma y antes empiece a esforzarme por ser sana y sentirme bien en mi propia piel, más cerca estaré de aceptar el cuerpo que tengo.

7. La nueva generación de modelos de tallas grandes están revolucionando la moda y los cánones de belleza. ¿Qué opinas sobre este movimiento?

Creo que es increíble. Aunque a veces me río cuando me salta un artículo en Facebook titulado “La modelo de talla grande que cautiva en biquini” y al pinchar me encuentro con una chica de la talla 38. En cualquier caso me siento inspirada por las mujeres que representan la belleza en todas las formas y tamaños.

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