Manos descuidadas: 5 razones para que acudas al rescate

Delatan nuestra edad y a veces nos echan más años. Deberíamos cuidarlas igual que el rostro, pero no les hacemos caso.

Gary John Norman (© Gary John Norman/Corbis)

La piel de las manos invita a pensar que quizá no seamos tan jóvenes como alguien diría al mirarnos a la cara (¡con lo que nos gastamos en cremas!). El envejecimiento es un proceso que se aprecia antes en ellas, porque su piel es sensible y, sobre todo, porque no las cuidamos como se debe. “El mayor enemigo de las manos es la indiferencia. Nos olvidamos totalmente de cuidarlas o como mucho nos aplicamos una crema de manos en emergencia, cuando la sensación de tirantez es demasiado molesta”, dice sin dudar Helena Martínez, responsable de formación de la marca parisina de cuidados para pies y ...

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La piel de las manos invita a pensar que quizá no seamos tan jóvenes como alguien diría al mirarnos a la cara (¡con lo que nos gastamos en cremas!). El envejecimiento es un proceso que se aprecia antes en ellas, porque su piel es sensible y, sobre todo, porque no las cuidamos como se debe. “El mayor enemigo de las manos es la indiferencia. Nos olvidamos totalmente de cuidarlas o como mucho nos aplicamos una crema de manos en emergencia, cuando la sensación de tirantez es demasiado molesta”, dice sin dudar Helena Martínez, responsable de formación de la marca parisina de cuidados para pies y manos Sénev.

Las manos están expuestas de forma continua a la radiación ultravioleta y a los agentes ambientales, igual que la cara, pero, además, sufren más su efecto. “La piel de las manos es un 20 o un 30 por ciento más fina que la piel de las mejillas", apunta el doctor José Luis López Estebaranz, miembro de la Academia de Dermatología y Veneorología. Tiene menos glándulas sebáceas, hay menos manto hidrolipídico, retiene menos agua y tiene menos colágeno, envejece antes y tarda más en regenerarse. Si hiciéramos una incisión de cirugía en el rostro, podríamos quitar la sutura entre cinco y siete días. En una mano tardaríamos entre diez y doce días, porque la cicatrización es más lenta”.

A esa vulnerabilidad que viene “de fábrica” le sumamos que pasamos de ellas habitualmente, la cosa empeora. “La piel de las manos está expuesta a todo tipo de agresiones: Manos que trabajan, que escriben, que dan apretones, que cocinan, que se lavan con frecuencia con productos detergentes agresivos… Las mayores agresiones de las manos dependen del estilo de vida de cada uno”, agrega Helena Martínez.

Estos son los cinco agresores de las manos ante los que actuar con precaución, porque algunos se relacionan con nuestros hábitos de vida: 

1) Frío: altera la película protectora de la piel y la reseca. Por ese motivo en invierno es común que las manos se vuelvan rojas o irritadas).

2) Sol: también las deshidrata. Las manos quedan expuestas a los rayos ultravioleta.

3) Productos para el hogar: alteran o destruyen la película protectora de la epidermis.

4) Lavado frecuente: el agua, especialmente caliente o con cal, es un factor de deshidratación cutánea, como algunos jabones y geles de limpieza o el uso de desinfectante de manos.

5) El contacto con agente irritantes: uso repetido de soluciones antisépticas o productos hidro-alcohólicos, guantes de látex, cemento, productos corrosivos…

Con todas estas agresiones, el proceso de envejecimiento se plasma antes en las manos que en un rostro cuidado con los mejores tratamientos estéticos y cosméticos. Como la piel se va afinando, los huesos y las venas se hacen más visibles, más prominentes. De ahí a tener unas manos dignas de Maléfica solo habrá un paso. Pero es que, además, también les salen manchas a consecuencia del sol. Es, junto con el rostro y el escote, la piel más vulnerable a las radiaciones ultravioletas. “Lo que más envejece en una piel son las manchas marrones, más que las arrugas, y eso está provocado por la exposición constante al sol”, apunta el doctor López Estebaranz. Unas de las pocas firmas que ofrecen hidratante de manos con protector solar son Neutrógena (SPF25) y Carla Bulgaria que tiene fórmulas con un poco menos de filtro (SPF15), pero también se puede aplicar cualquiera de cuerpo en el dorso de las manos o el mismo que hayamos usado en la cara.

Para quien esté pensando en portarse bien, los cuidados mínimos para las manos incluyen la limpieza con productos no agresivos (nada de volver a lavártelas en el fregadero de la cocina…), crema con filtro solar para el dorso de las manos antes de salir de casa a diario y una hidratante, al menos, una vez por la noche. Si las tienes muy secas, los laboratorios Eucerin cuentan con una crema Repair con lactato, para manos muy ásperas.

Si quieres sacar sobresaliente en esto del cuidado de las manos, puedes añadir una exfoliación una vez a la semana, cuidado de las cutículas y un serum en función de tus necesidades (anti manchas, anti estrés, retención de agua…). Las principales firmas como Sénev o Aveda ofrecen este tipo de fórmulas. De esta última firma es Hand ReliefTM Night Renewal Serum, un compuesto a base de melaza y extracto de regaliz que reduce la apariencia de las manchas e iguala el tono de la piel,

¿Vas a por la matrícula de honor? Un truco: “Puedes aplicar tu crema favorita a modo de mascarilla por la noche, una vez a la semana. Incluso, déjala en capa gruesa toda la noche y ponte guantes de algodón si los tienes”, detalla la portavoz de Sénev. La casa Filorga acaba precisamente de lanzar al mercado unos guantes de algodón que por dentro son una mascarilla activa con ácido hialurónico, control de manchas en el dorso de la mano y nutrición de uñas y cutículas, y que debe usarse durante 30 minutos para una cura de rescate.

Si lo tuyo es un caso que crees perdido, hay tratamientos médicos que pueden ofrecerte soluciones, bien con láser para eliminar las manchas seniles en el dorso, bien luz pulsada para mejorar la textura, o bien tratamientos con Hidroxiapatita Cálcica y ácido hialurónico, que estimulan el colágeno.

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