7 claves para desconectar (de verdad) estas vacaciones

Relajar la mente tras un periodo de estrés no siempre es tarea fácil. Te explicamos cómo hacerlo.

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En estos días, nuestros correos, mensajes de Whatsapp y comentarios de las redes sociales suelen acabar con la siguiente frase: “Un beso y disfruta de las vacaciones, que son muy merecidas”. Y es que todos tenemos la sensación de que ha sido un año duro e intenso, y de que nos hemos ganado un descanso. Sobre todo nuestra mente.

A veces, somos como un ordenador, y si pasamos demasiado tiempo encendidos, sin reiniciar, sobrecargamos el sistema. Por eso hay que aprovechar el verano para descansar. “Los niños, la casa, el trabajo… Vivimos aceleradamente y a un ritmo vertiginoso, sin pisa...

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En estos días, nuestros correos, mensajes de Whatsapp y comentarios de las redes sociales suelen acabar con la siguiente frase: “Un beso y disfruta de las vacaciones, que son muy merecidas”. Y es que todos tenemos la sensación de que ha sido un año duro e intenso, y de que nos hemos ganado un descanso. Sobre todo nuestra mente.

A veces, somos como un ordenador, y si pasamos demasiado tiempo encendidos, sin reiniciar, sobrecargamos el sistema. Por eso hay que aprovechar el verano para descansar. “Los niños, la casa, el trabajo… Vivimos aceleradamente y a un ritmo vertiginoso, sin pisar el freno casi en ningún momento”, apunta Tamara de la Rosa, psicóloga orientada al crecimiento personal. Y es que muchas veces, casi sin darnos cuenta, conectamos el “modo robot” para poder abarcar todas nuestras rutinas y deberes, y apenas sacamos tiempo para parar y pensar qué es lo que estamos haciendo. “Nos acostumbramos a vivir a este ritmo y no nos damos cuenta de que le estamos dedicando tiempo a todo menos a nosotros mismos y en la mayoría de las ocasiones, esto pasa factura.

Por eso, los días de vacaciones son para aprovecharlos, aunque sea precisamente para no hacer absolutamente nada. “En las vacaciones de verano tienes más tiempo para hacer lo que quieres”, apunta sobre esta idea el psicólogo Miguel Ángel Rizaldos. “Hay más horas de luz, se está más descansado ya que baja el nivel de estrés, y esto fomenta el que estemos de mejor humor, que seamos más positivos”, y por lo tanto, que nos tomemos este momento para sentirnos mejor con nosotros mismos.

Paul Popper/Popperfoto (Popperfoto/Getty Images)

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Cómo buscar el botón de reset

Quizás no os hemos descubierto nada nuevo. Saber que vivimos un ritmo estresante y que las vacaciones deberíamos dedicarlas a descansar es algo casi obvio. La cuestión es que a veces desconectar cuesta. Solemos comentar entre compañeros de profesión eso de que “estamos tan acostumbrados a trabajar bajo presión y a ir siempre a mil por hora, que cuando tienes tiempo libre te desesperas, porque no sabes qué hacer”. Es algo así como si no consiguiéramos encontrar ese botón de “reset” para reiniciar y ser capaces de disfrutar de ese nuevo estado vacacional. Por eso los expertos nos dan algunos consejos para dar a nuestra mente, por fin, ese merecido descanso:

Rompe tu rutina:

El psicólogo Miguel Ángel Rizaldos apuesta por activar ese botón “rompiendo con nuestra rutina y haciendo cosas diferentes, para sacudirnos el estrés y llenarnos de nuevo de energía”. Para ello una de sus recomendaciones pasa por invertir en experiencias nuevas “que nos darán más felicidad que comprar productos”, y es que como recuerda, “la mayoría de las personas tiende a arrepentirse de las cosas que no hicieron, por lo que hay que tomar una actitud activa frente a las oportunidades”.

Disfruta del aquí y ahora:

Tamara de la Rosa, por su parte, insiste en que pasamos el día pensando en todo lo que tenemos que hacer al día siguiente, en los asuntos pendientes. Sin embargo, las vacaciones deben ser un momento para disfrutar del “aquí y ahora”, un carpe diem en toda regla. Para que esto pueda ser así, nos recomienda “dejar todo atado antes de irnos de vacaciones y procurar marcharnos con las cosas resueltas. Así facilitarás la desconexión y evitarás esos pensamientos de excesiva responsabilidad, que muchas veces llegan a ser auténticas pesadillas. Disfruta del momento y no anticipes el regreso”.

Tómate un minuto cada día:

Haciendo un cálculo rápido, vemos que cada día tiene 1.440 minutos, ¿de verdad cuesta tanto tomarse uno sólo para parar y respirar? Este es uno de los ejercicios que nos propone Rizaldos, dedicar un minuto del día a respirar y dejar la mente en blanco. “El objetivo consiste en enfocar toda la atención en tu respiración durante un minuto. Deja abiertos los ojos, respira con el vientre en lugar de con el pecho y trata de respirar por la nariz y que salga por la boca. Céntrate en el sonido y el ritmo de la respiración. Prepárate para que la mente deambule (así lo hará), ya que tendrás que esforzarte por devolver la atención al objetivo cada vez que esto pase”, explica Miguel Ángel Rizaldos. Seguramente después de eso, podrás seguir con tus tareas con mucha más calma y tranquilidad.
 

Jerry Cooke (© Jerry Cooke/Corbis)

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Apaga la tecnología:

Si estás de vacaciones, estás de vacaciones. Pon el cartel de cerrado y no te lleves el portátil a la playa, porque estos días son tuyos, y eso es más importante que cualquier correo que se quede sin contestar (que pese a lo que pienses, no supondrá un cataclismo mundial). Tampoco vale sustituir el ordenador de la oficina por tu móvil. “Desconecta el móvil del trabajo o evita leer los correos en el periodo vacacional. Si consigues hacerlo, habrás desconectado del día a día”, apunta de la Rosa, que en caso de urgencia recuerda que “con echarle un vistazo antes de ir a dormir, es más que suficiente. Las vacaciones son para descansar, disfrutar y retomar energías a nivel físico y mental”. Si es posible, desconecta también de las redes sociales que puedan recordarte asuntos laborales, o quebraderos de cabeza de cualquier otro ámbito de tu vida. Aprovecha en cambio para disfrutar de la gente que te acompaña, y del placer e hablar con ellos cara a cara. Quizás descubras que es más gratificante que subir una foto a Instagram.

Deja tus obsesiones en la maleta: Uno de los pensamientos que suelen martillearnos la cabeza en nuestro día a día es ese “no lo consigo, no lo logro, tengo que esforzarme más, tengo que hacerlo mejor…”. Tal y como expone Rizaldos, las vacaciones son un momento perfecto para recordar que “las cosas fluyen y aparecen cuando tiene que aparecer. Disfruta del camino y no te obsesiones en llegar a la meta, esta llegará sin necesidad de estar continuamente pensando en ella”. Quizás un momento en la playa mirando al horizonte te dé más fuerzas y energías para afrontar ese reto a la vuelta, que estar dándole vueltas y vueltas en la cabeza.

Recupera tu tiempo: ¿Hace cuánto que no lees con calma, que no paseas sin un destino concreto, o que no te quedas sentado mirando a la nada y pensando en todo con un café? El verano es el momento perfecto para volver a hacer esas cosas que te gustan y para las que nunca encuentras tiempo. Tu mente te agradecerá que le regales el placer de leer un libro, ir a un cine de verano, a una terraza, y sobre todo el poder “compartir momentos con personas a las que casi ni le dedicas tiempo”, comenta la psicóloga Tamara de la Rosa, “o quizás aprovechar el buen tiempo para hacer un poco de ejercicio al aire libre. El ejercicio siempre es saludable”.

Aprovecha y reflexiona:
El verano, junto al 1 de enero es la mejor época del año para afrontar cambios y tomar decisiones. Precisamente, porque nuestra mente descansa, y al tener la mente más centrada, nos es más fácil focalizarnos en un solo objetivo, y ver las cosas con más claridad. “En vacaciones el cambiar de entorno nos facilita la desconexión de las obligaciones rutinarias, y esto es así aunque sea por pocos días, De este modo, las circunstancias ayudan a relajarse y a afrontar los problemas de forma diferente. Con más perspectiva y de un modo más objetivo, lo que nos facilita el tomar decisiones más claras y acertadas”, interpreta Rizaldos.

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