‘Stone blonde’: así es el nuevo rubio nórdico que todas quieren (incluso con melena larga)
Exige decoloración y muchos cuidados posteriores, pero es menos exigente que el platino y apto sin temor para melenas largas.
Ve despidiéndote del rubio platino y hasta del grey blonde, si aún eras incondicional a los tonos granny. Pero no te vayas muy lejos porque la coloración de esta temporada se mantiene en la gama de rubios fríos. El nombre lo dice todo: stone blonde (rubio piedra). “A diferencia del rubio platino, que es plano y uniforme, en esta nueva tendencia se trabaja el color para lograr un efecto más luminoso, con mucho brillo, hasta conseguir ese matiz en la gama de los beiges. Por supuesto, seguimos moviéndonos en tonos muy rubios nórdicos”, explica Nadia Bar...
Ve despidiéndote del rubio platino y hasta del grey blonde, si aún eras incondicional a los tonos granny. Pero no te vayas muy lejos porque la coloración de esta temporada se mantiene en la gama de rubios fríos. El nombre lo dice todo: stone blonde (rubio piedra). “A diferencia del rubio platino, que es plano y uniforme, en esta nueva tendencia se trabaja el color para lograr un efecto más luminoso, con mucho brillo, hasta conseguir ese matiz en la gama de los beiges. Por supuesto, seguimos moviéndonos en tonos muy rubios nórdicos”, explica Nadia Barrientos, directora de The MadRoom.
Técnica personalizada
Conseguir que una melena juegue en esa liga de los tonos altos y salga bien parada no es tarea fácil. Y menos cuando se trata de un cabello mediterráneo, de naturaleza más oscura. “Según el estilo o el tono de partida de cada clienta vamos a desarrollar una técnica de color diferente, desde el balayage o las babylights, a la decoloración total pura y dura. Y una vez que tengamos el cabello suficientemente aclarado, aplicamos el matiz en tonos nórdicos”, declara Javier Vila, experto colorista y embajador de Redken. “De entrada, parece más favorecedor en pieles claras, con rasgos suaves y ojos claros. Pero no quita para que teniendo bases oscuras no podamos lograr un look rompedor”.
Aclarar varios tonos, que no quede pajizo y, sobre todo, no destrozar el cabello implica un trabajo técnico muy complejo. Mientras el platino se usa sobre todo en pixies o bobs no más allá de la mandíbula, el stone blonde se está realizando en melenas medias y largas. Hablamos de mujeres que llevan un tiempo dejándose crecer el cabello y que no están dispuestas a meter tijera un mes después de la coloración. Todo un reto para el colorista. “Cuenta su savoir faire para valorar el cabello y los pasos a seguir hasta lograr el tono deseado. Pero hacen falta productos de alta calidad con los que, además de lograr un color bonito, trabajemos el cabello con total seguridad”, advierte Barrientos. “En muchos salones todavía usan coloraciones con amoniaco y calor. Esto acelera el proceso, pero daña muchísimo la fibra capilar. En The MadRoom optamos por decoloraciones sin amoniaco, con aceites y enriquecidas con karité. Son más lentas –unas tres horas el servicio completo–, pero no castigan tanto el cabello. Otros salones apuestan por Olaplex, un producto que reconstruye los puentes de disulfuro que se rompen con la coloración. En este tipo de trabajos tan técnicos sí compensa analizar mucho quién va a trabajar tu cabello y con qué productos. Afortunadamente, los clientes están cada vez más informados acerca de las tecnologías que hay en el mercado y no se conforman con algo que ponga en peligro su cabello”.
Con el stone blonde se está produciendo un caso paradójico. No solo lo piden milénicas y zoomers (término para referirse a la Generación Z y que juega con el baby boomer) con ganas de innovar. “Llevamos lo que va del año con muchas clientas que nos piden este nuevo rubio. Muchas, con un 80% de canas y quedan divinas. En este caso, el tono claro ya existe, con lo que solo hay que dar la coloración rubia y el matiz. Esto nos simplifica mucho el trabajo. Además, el efecto raíz, en estos cabellos, es mucho más suave. Con los castaños pueden llegar a ser necesarias dos decoloraciones: una normal, seguida de otra más suave y el matiz glow para ese acabado irisado”, apunta la conocida peluquera bilbaína Yolanda Aberasturi.
Acabado el trabajo del colorista, empieza una enorme tarea de cuidado en casa. “Es imprescindible usar un champú violeta que evite que el tono tienda a amarillear. Y habrá que aplicar mascarillas o cremas reconstructoras, como Cicaflash, de la gama Blond Absolu de Kérastase. Por último, no hay que olvidar que se trata de cabellos muy alterados que hay que proteger a toda costa del calor con sprays termoprotectores antes de meter secador u otras herramientas de styling”. Con todo, lavado tras lavado, el color se apaga. Para mantenerlo perfecto, a los 15-20 días no está de más pasar por la peluquería “solo para reavivar el matiz. Luego podemos aguantar sin teñir hasta un mes y medio, ya que, en este tipo de coloraciones, el efecto raíz no queda feo”. Las grandes marcas ya tienen presente las necesidades especiales de las coloraciones extremas y cuentan con productos que minimizan el daño, tanto en el salón como en casa. “Yo uso Shades EQ durante la coloración. Para alargar la vida del color en casa sugiero Color Extend Bondage, ambos de Redken”, explica Javier Vila. No es un capricho de peluquero. Es una necesidad de tu melena. Ya lo dijo Kim Kardashian: ser rubia es un trabajo a tiempo completo.