Recogidos: a cara descubierta
Este peinado clásico, típico de bodas y fiestas, ha dado un salto a la calle donde ahora se lleva con un look casual.
Como una corona romántica en Pucci, versión moño en Salvatore Ferragamo o como un guiño a la princesa Leia en Valentino; la trenza arrasa esta temporada. Y lo hace en dos vertientes, una tribal (con mechones sueltos) y otra más clásica (con diademas o pasadores aristocráticos). «Este tipo de peinado es perfecto para dulcificar los rasgos y, si se lleva algo desordenado, da un aspecto casual», explica Carlos Fernández, formador de Franck Provost para España y Andorra. Sorprende su edad: «Las trenzas ya existían en el 22.000 a. C., de cuando datan esculturas como la d...
Como una corona romántica en Pucci, versión moño en Salvatore Ferragamo o como un guiño a la princesa Leia en Valentino; la trenza arrasa esta temporada. Y lo hace en dos vertientes, una tribal (con mechones sueltos) y otra más clásica (con diademas o pasadores aristocráticos). «Este tipo de peinado es perfecto para dulcificar los rasgos y, si se lleva algo desordenado, da un aspecto casual», explica Carlos Fernández, formador de Franck Provost para España y Andorra. Sorprende su edad: «Las trenzas ya existían en el 22.000 a. C., de cuando datan esculturas como la dama de Brassempouy o la Venus de Willendorf que las llevan esculpidas», recuerda Patrick Phelippeau, director general de Jean Louis David. En recogidos, con o sin trenzas, triunfa lo sencillo. «Los gustos han evolucionado. Ahora nos piden peinados menos elaborados y más desenfadados», explica Luana Prieto, Learning and Executive Manager de la peluquería Oh My Cut! (Madrid). Es decir, se busca que la visita al salón no se note. Otro cambio: los peinados de boda han ampliado su radio de acción. «No hace falta una ocasión especial. Hoy los vemos en la oficina, en cenas o, incluso, en la playa», informa Prieto. El único requisito: descartar los accesorios exagerados.
Kit de herramientas y adornos
Imposible crear un buen recogido sin contar con los mejores aliados.
Tienen muchas seguidoras porque son elegantes y, a la vez, prácticos. «Los recogidos retiran el pelo de la cara, estilizan los rasgos y, algunos, hasta quitan años», explica Prieto, de Oh my Cut! Para que no parezcan todos iguales, hay que echar mano de buenas herramientas y trucos. «A las personas con mechas les sientan muy bien las trenzas, porque permiten combinar distintos tonos de pelo», explica Phelippeau. Un truco: al momento de tejer una trenza alta, colocar una horquilla cuando ya hemos trenzado un poco, de esta manera se aguantará sola y no se tendrán que elevar los brazos. Un último consejo: para disimular las raíces (o las canas) se puede optar por darle un poco de volumen o hacerse un tupé.
«Las trenzas no requieren muchas herramientas; basta con un buen peine o un cepillo», explica Carlos Fernández, de Franck Provost. Sin embargo, si se desea realizar un recogido con algo de volumen en la coronilla o con un flequillo muy liso, es mejor echar mano de una plancha.
El triunfo del estilo ‘nappy’
(Naturalmente feliz)
En recogidos toca hablar del movimiento nappy, una tendencia que fusiona la palabra natural con el término inglés happy (feliz). «Las famosas lo han puesto de moda con sus peinados desenfadados», explica Phelippeau. El calificativo se usaba para describir el cabello afro pero hoy el término amplía significado y define a las trenzas enrolladas a modo de moño encima de la cabeza, en la nuca o en un lateral. Las celebridades lo tienen claro: los accesorios aparatosos sobran, en especial sobre la alfombra roja. Ellas apuestan por complementos sencillos, como gomas finas, diademas u horquillas. De este modo restan solemnidad y artificiosidad a sus vestidos de noche.
Imaxtree
La bola de cristal
Evolución de una imagen
Ayer
Moschino recuperó la estética de la princesa Leia en La Guerra de las Galaxias. La trenza en forma de corona resiste este invierno. Para conseguirla, basta con hacer la raya en medio, una trenza y usarla como diadema. El acabado se disimula con horquillas.
Hoy
Es la hora de los recogidos de cuento de hadas: se llevan los moños muy bajos (a la altura de la nuca), la raya en medio y los cabellos con acabado luminoso. Para conseguir el look de Dolce & Gabbana, es necesario usar un peine fino y rociar la melena con un espray de brillo.
Mañana
El lema será el desenfado; es decir, los mechones sueltos, despeinados y las melenas atadas en la parte trasera de la cabeza con una goma o una pinza. La raya sigue estando en medio, pero los mechones rodean casi todo el rostro. Para que no se mueva, es necesario rociar con laca.