¿Qué son los probióticos?
Será uno de los términos más pronunciados este año: los probióticos –microorganismos usados hasta ahora para potenciar el sistema inmunológico y digestivo– saltan a la peluquería y a la cosmética.
Primero fueron las moléculas; luego las células madre y ahora las bacterias. Los probióticos son el elixir de moda: estos microorganismos refuerzan el sistema inmunológico, facilitan la digestión, eliminan toxinas, previenen la caída del cabello, evitan la dermatitis y hasta luchan contra el acné y las rojeces. Estas bacterias buenas, comercializadas en pastillas y cremas, no son baratas; rondan los 30 euros. «Las cepas no son fáciles de cultivar y encapsular y se fabrican con el mismo proceso que los medicamentos», explica Juan Basterra, subdirector de ...
Primero fueron las moléculas; luego las células madre y ahora las bacterias. Los probióticos son el elixir de moda: estos microorganismos refuerzan el sistema inmunológico, facilitan la digestión, eliminan toxinas, previenen la caída del cabello, evitan la dermatitis y hasta luchan contra el acné y las rojeces. Estas bacterias buenas, comercializadas en pastillas y cremas, no son baratas; rondan los 30 euros. «Las cepas no son fáciles de cultivar y encapsular y se fabrican con el mismo proceso que los medicamentos», explica Juan Basterra, subdirector de Faes Farma, el laboratorio detrás de las pastillas ProFaes4.
1- PARA UNTAR
«El concepto sorprende: aplicar gérmenes sobre la piel para reforzar la barrera hidrolipídica. Todavía no se trata de una práctica generalizada, pero las investigaciones confirman que el ritual funciona», nos explica Elisabeth Bouhadana, directora científica del grupo L’Oréal.
EN CREMA: Tiene su lógica: en cada cm2 de piel se concentran un millón de estos microorganismos. «Nutrir la dermis con cremas enriquecidas con probióticos reduce el daño celular y activa la renovación cutánea, lo que previene el daño del colágeno y previene las arrugas», explica la experta. ¿Qué cosméticos los incluyen? Fórmulas ricas en proteína hidrolizada de yogur y de aceite de rosa (como Yogur de Bulgaria; desde 14,95 € en farmacias). Estas mascarillas y cremas son capaces de mejorar la hidratación en un 21%.
PARA NO IRRITARSE: El acné y las rojeces pueden prevenirse con estos ingredientes: «Reequilibran la flora cutánea», afirma Bouhadana. «La vitreoscilla filiformis (en la gama Aquasource de Biotherm, desde 19 €) reduce la irritación, actúa como antioxidante, protege de los radicales libres y estimula la producción de fibroblastos», asegura Richard Martin, experto en biotecnología de Chimex, fabricante de esta bacteria.
2- TIRARSE DEL PELO
«Cuando el estrés o la ansiedad inflaman y dañan el cuero cabelludo, el pelo se afina», explica Álvaro Jiménez, responsable de Santa Mónica Cut & Color (910 00 36 87). Los probióticos previenen y calman.
EN PASTILLA: «Hemos logrado aislar un probiótico, el lactobacillus paracasei ST11 capaz de reducir la caspa, el picor y los sarpullidos. Este activo estimula el cuero cabelludo y multiplica su función como barrera», explican desde el grupo L’Oréal. EL ST11 estimula las células del intestino, lo que mejora la circulación sanguínea, previene la caída del cabello y le da más vitalidad.
3- EN MODO DEFENSIVO
Las bacterias más famosas pueblan los supermercados. Los lácteos han popularizado la l. casei y el bífidus, probióticos incluidos en la leche y en los yogures. ¿En qué se diferencian estos productos de la nutricosmética?
MÁS CONCENTRADO: «Las cepas de los alimentos no son tan beneficiosas como las encapsuladas, porque las primeras vienen en concentraciones más bajas», revela Basterra, de Faes Farma, el laboratorio detrás de las pastillas ProFaes4 (profaes4.com; desde 14,95 €). Y añade: «Las cápsulas ayudan a mantener el equilibrio de la microflora intestinal, facilitan la digestión, frenan la producción de toxinas e incluso potencian el sistema inmunológico».
RÉGIMEN PROBIÓTICO: Algas como la chlorella o la espirulina depuran y desintoxican, el miso regula el aparato digestivo y el chocolate negro calma el estrés y la ansiedad. «Todos estos alimentos ricos en probióticos ayudan a la digestión, a la absorción de nutrientes y a no acumular toxinas», informa la nutricionista Mar Mira (clinicamiracueto.com).