Qué hay detrás de esos granitos del escote que tanto pican en verano
No suelen durar más de 24 horas y salen en situaciones de calor y humedad. Solo en los casos más graves harán falta corticoides. En el resto, bastan algunos consejos fáciles de aplicar.
Estrenas tu nuevo top palabra de honor, paseas un rato bajo el ardiente sol veraniego y al llegar a casa notas que el escote te arde. Está enrojecido, pica y no paran de salir pequeños granitos transparentes. Tienes miliaria, una afección benigna, normalmente poco duradera, pero capaz de arruinarte el día.
La razón está en la obstrucción, a veces con inflamación, de las glándulas sudoríparas ecrinas, esos pequeños conductos por los que sale el sudor. Algo tan simple como un ...
Estrenas tu nuevo top palabra de honor, paseas un rato bajo el ardiente sol veraniego y al llegar a casa notas que el escote te arde. Está enrojecido, pica y no paran de salir pequeños granitos transparentes. Tienes miliaria, una afección benigna, normalmente poco duradera, pero capaz de arruinarte el día.
La razón está en la obstrucción, a veces con inflamación, de las glándulas sudoríparas ecrinas, esos pequeños conductos por los que sale el sudor. Algo tan simple como un día caluroso y húmedo, una crema hidratante o un protector solar algo oclusivo o una ropa pegada al cuerpo y que no transpire bien (el maillot de ciclismo, por ejemplo) pueden desencadenar la aparición de estos incómodos granitos.
No son graves, pero pican bastante
Lo normal es alarmarse pensando en una reacción alérgica a alguna crema, pero los desencadenantes son una combinación entre el calor y el sudor. Una vez controlados, el picor se mitiga y los granitos desaparecen. “Hay tres tipos de miliaria”, apunta doctora María Vitale, dermatóloga, directora Médica de Cantabria Labs. “La miliaria cristalina o sudamina, habitual en neonatos y adultos sensibles, son pequeñas vesículas transparentes, muy finas, que se rompen con facilidad. Salen por el calor en zonas de roce, como el tronco, la cara y las axilas”. Si tienes un bebé es fácil que le salgan en la espalda solo de estar pegado al respaldo de la silla del coche durante un viaje largo.
Un segundo tipo, el más frecuente, es la miliaria rubra. “Son vesículas transparentes que pueden ir acompañadas de erupciones rojizas de tipo inflamatorio que pueden picar. Suelen salir en el escote”, declara Vitale. El tercer tipo es la miliaria profunda. “Sucede por una obstrucción profunda de las glándulas sudoríparas”. Esta tbastante rara, aunque puede darse, por ejemplo, en militares desplegados en zonas de mucho calor.
Si la causa está en el sudor, evita sudar
Parece de Perogrullo, pero es así: si la causa está en el calor y la humedad, la solución pasa por todo lo contrario. “Hay que mantener la piel fresca y seca. Para evitar la sudoración lo ideal es buscar un ambiente con aire acondicionado o mucha ventilación”, señala Aurora Garre, directora médica en Isdin.
Aunque la primera intención suele ser taparlos para que no se vean por su aspecto antiestético, eso es justo lo que no hay que hacer.” Se debe evitar el exceso de prendas y el uso de pomadas espesas o grasas”, añade la doctora Garre. Busca hidratantes suaves, a ser posible con ingredientes calmantes como la niacinamida.
Contra el picor, refrescar y secar
Aunque el momento de rojez y picor es bastante incómodo, los granitos remiten por sí solos en cuestión de 24 horas. Solo en los casos más agudos va a ser necesario usar corticoides. Aun así, Isabel Carbonell, directora regional de formación de Pierre Fabre, propone pequeños trucos de farmacia para acelerar la cura y aliviar el picor. “Pulverizar agua termal proporciona un alivio inmediato sobre la piel. Además, dos veces al día conviene poner un producto secante en la zona afectada para evitar la maceración y favorecer la reparación epidérmica. Es el caso de Cicalfate + Spray Secante Reparador, de Avène”, señala Carbonell.
Leonor Prieto, directora científica de La Roche-Posay y Cosmética Activa España, también apuesta por el agua termal. Este producto es asequible y nos puede sacar de más de un aprieto en verano. Podemos guardarla en la nevera y pulverizar después de tomar el sol, sobre todo si hay eritema solar, en casos de picadura de mosquitos o de rozaduras porque incluye de forma natural ingredientes calmantes, anti picor y descongestionantes. “Se aplica directamente sobre la piel. Si la reacción es muy pruriginosa la podemos poner en forma de compresas que iremos humedeciendo poco a poco. Si la rojez y el picor persisten sugiero usar un reparador epidérmico (Cicaplast Baume B5) para calmar y a mantener la piel en mejores condiciones, restaurando el nivel de hidratación y la barrera cutánea”.
No hay ningún inconveniente en ducharse, mejor con agua templada o fresca. Puestos a elegir el gel corporal, en estos momentos lo ideal es un limpiador syndet con activos hidratantes, suavizantes y calmantes como la glicerina, la niacinamida o el agua termal.
Entonces, ¿esto no es alergia al sol?
Aunque tienen un aspecto parecido, los granitos por calor y sudor no tienen la misma causa que lo que popularmente llamamos ‘alergia al sol’. “La alergia o intolerancia al sol es un término muy general que engloba la urticaria solar y la erupción polimorfa lumínica. Es un sarpullido con inflamación y mucho picor producido al exponerse al sol. Existe una predisposición personal a sufrirlas, que en ocasiones tiene una base autoinmune. Sin embargo, cada vez diagnosticamos más casos probablemente por los hábitos solares que hemos ido adquiriendo a lo largo de los años”, explica la dermatóloga Andrea Combalía.
Es como si la piel dijera ‘hasta aquí hemos llegado’ y mostrara su peor casa a esas personas que verano tras verano se ponen vuelta y vuelta al sol. Pasarnos todo el año encerrados en interiores y plantarnos al sol de sopetón y con ganas de ponernos morenas en poco tiempo es otro factor de riesgo. “También hay medicamentos que aumentan la sensibilidad al sol, por lo es muy importante descartar fármacos que puedan estar detrás de esta intolerancia al sol”, añade Combalía.
Para no nos arruine el verano, no queda otra que ponerse al sol de forma paulatina y con los protectores solares adecuados. “Deben ser filtros solares altos o muy altos. También ayuda incorporar protección solar oral con antioxidantes”. Nadie está libre de sufrir alergia al sol, aunque es más frecuente en la edad adulta y entre mujeres.