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Penélope Cruz y el caso de las ‘celebrities’ que son fieles a un solo peinado

Repasamos las famosas que dan poco trabajo al peluquero manteniendo mismo corte y mismo peinado a lo largo de los años. Si algo funciona, ¿para qué modificarlo?

25 años separan estas dos imágenes. Penélope Cruz, sin embargo, mantiene el mismo color y longitud de pelo. Aunque la actriz apostó por el bob durante una temporada, siempre se ha caracterizado por su larga melena azabache. Penélope no se deja llevar por las tendencias pasajeras y prefiere ser fiel a su color natural.
El bob con flequillo más famoso del mundo es, sin duda, el de la archiconocida editora de moda Anna Wintour. Un peluquero la peina a diario y le corta el flequillo una vez a la semana. Además, si el trabajo lo permite, acude una vez al mes a su estilista capilar de confianza en Londres para que mantenga el color y la textura a raya. Eso es auténtica devoción por el peinado perfecto e invariable.
Gisele Bündchen probablemente tenga la melena más envidiada del mundo. Razón suficiente para mantenerla imperturbable a lo largo del paso de los años. Sus ondas surferas y su rubio californiano ya son icónicos. ¿Cómo iba a cambiarlos? A la izquierda, en una imagen de 2002. A la derecha, en 2014.
Otro ejemplo patrio de la constancia capilar es Paula Echevarría. La actriz e influencer experimenta con los peinados (y hasta utiliza flequillos postizos), pero no se atreve con grandes cambios de imagen.
Dejando a un lado el famoso 'Rachel' (el corte que puso de moda en los 90 gracias a su personaje homónimo en Friends), Jennifer Aniston es de ideas claras en lo que al pelo se refiere. A lo largo del tiempo mantiene el rubio, la longitud y la defensa de las capas. Ocho años separan estas dos instantáneas.
La francesa Caroline de Maigret, epítome del descuidado estilo parisino con un punto rock, sabe que su flequillo desordenado y su castaño claro forman parte de su personalidad. Si algo funciona –y gusta–, ¿para qué cambiarlo?
Sí, Blake Lively ha experimentado con la tijera, pero muy poco. La mayor parte de su carrera la hemos visto igual dentro y fuera de la pantalla: rubia, con ondas surferas y apostando por la melena en todo su esplendor. ¿Las pruebas? Estas imágenes de 2005 y 2018, respectivamente.
Julianne Moore es una de las pelirrojas más famosas del mundo. La actriz da poco trabajo a su peluquero y apuesta por mantener su color con pocos cambios. Eso sí, es una fanática de las ondas deshechas. A la izquierda, en 1999. A la derecha, en 2018.
Sara Carbonero nunca se ha atrevido con los cambios drásticos de peinado por los que apuestan muchas de sus compañeras de profesión (Amaia Salamanca, por ejemplo, sorprendía hace unos días con un rubio platino casi blanco). Ella, sin embargo, prefiere mantener intacto su pelo Pantene y unas estudiadas ondas.
Por cuestiones asociadas al protocolo, no es frecuente ver a los miembros de las familias reales apostando por drásticos cambios de imagen. Kate Middleton lo lleva a rajatabla y luce el mismo pelo que llevaba desde antes de convertirse en duquesa de Cambridge.