Pecas falsas con henna, el último truco de maquillaje para parecer más joven
Esta tendencia de maquillaje arrasa en la red social, pero hay que tener cuidado: si no se aplica bien y con los productos adecuados puede provocar reacciones en la piel.
Allá por 2016 a los maquilladores popularizaron un truco fácil para rejuvenecer: pintar pecas falsas sobre el maquillaje. Fue el pistoletazo de salida para el #fakefreckles. “Puedes tener una cara con un maquillaje grueso como el Titanlux para ocultar todas las imperfecciones. Luego, pintas unas pecas en las mejillas y, en foto, parecerá que lleva el rostro lavado y que es mucho más joven”, explicaba el maquillador Gato durante una presentación ...
Allá por 2016 a los maquilladores popularizaron un truco fácil para rejuvenecer: pintar pecas falsas sobre el maquillaje. Fue el pistoletazo de salida para el #fakefreckles. “Puedes tener una cara con un maquillaje grueso como el Titanlux para ocultar todas las imperfecciones. Luego, pintas unas pecas en las mejillas y, en foto, parecerá que lleva el rostro lavado y que es mucho más joven”, explicaba el maquillador Gato durante una presentación a prensa. El truco cantaba por soleares en la distancia corta, pero era resultón en foto. Suficiente para Instagram y magia pura en las alfombras rojas. Bastaba con usar un eyeliner marrón y tener algo de pulso.
La magia desaparecía al desmaquillar. En los años posteriores la técnica se depuró y proliferaron pecas más duraderas hechas con autobronceador. Lo último es pintarlas con henna. Es el #hennachallenge. Como otros tantos retos de TikTok, el truco se ha convertido en una bola de nieve que mantiene alerta a dermatólogos y alergólogos.
Porque no todo lo que se vende como henna es igual. Existen productos específicos e inocuos para las pecas falsas. Es el caso de Henna Caravan. Lleva polvo de Lawsonia Inermis y aceite de lavanda. En casa se mezcla con zumo de limón y azúcar para hacer una pasta que se aplica directamente con el pincel de la botella. Al secarse, quedan como pequeños puntos de barro seco que deben sellarse con papel adhesivo o apósitos en spray para que no se caigan. “Concéntrate en la zona de la nariz. Haz muchos finos y luego, otros más intensos para que quede más natural”, dice @cocoverdeflor en un vídeo donde se ve cómo se llena la cara de puntos. “Parece un poco loco si las ves ahora, pero espera a que pasen 24 horas y verás”.
En realidad no hace falta esperar tanto. Ocho horas después, se eliminan rascando o pasando un algodón con aceite de coco. Como la piel del rostro es fina y con muchas glándulas sebáceas, este tatuaje semipermanente no aguanta más de cinco días. Puede que, incluso, no pasen de dos. En el dorso de la mano, en cambio, puede durar de 7 a 10 días. Así visto no pasa de ser un reto transitorio. Y lo es siempre que en su composición no haya henna negra, ni PPD (para-phenylenediamina). Otras, en cambio, sí lo llevan. Y ahí se disparan las alarmas.
El peligro está en la segunda vez
La doctora Rita Rodrigues, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén y especialista en dermatitis y alergias de contacto, está acostumbrada a ver en su consulta malas experiencias con la henna. “Lleva siglos usándose en la Oriente y África del Norte. No hay mayor problema si solo lleva el polvo rojizo de triturar la hoja seca y el peciolo de la planta. Sin embargo, algunas presentaciones comerciales en Occidente añaden sustancias químicas para oscurecer el tono de la henna natural o para prolongar la duración del color. Entre ellas, la que más nos preocupa es la parafenilendiamina (PPD) porque causa muchas alergias de contacto. La legislación no permite que la concentración de PPD en un tinte capilar sobrepase el 6%, menos incluso para tatuajes corporales. En algunos está prohibida en estas formulaciones”.
La trampa de la henna es que la reacción no es instantánea. La primera vez sensibiliza. Al volver a aplicarla en otra ocasión, aunque pasen meses, brota la alergia. “Una vez que desarrollas una alergia de contacto a este compuesto puedes sufrir otras alergias cruzadas por otros elementos presentes en medicamentos, cremas fotoprotectoras o anestésicos usados en clínicas dentales. El hecho de no relacionar una alergia a la henna con estas alergias cruzadas puede dar lugar a reacciones muy graves (asma, shock anafiláctico…)”.
Hay reacciones alérgicas en las que la piel solo se enrojece. En las más extremas, se inflama y pica horriblemente. “El rascado irrita aún más la piel. Hasta pueden formarse ampollas que derivarían en heridas. Además, como la henna no es estéril, y la superficie de la piel ha sido dañada, se infecta y da lugar a cicatrices. Algunas pueden incluso derivar en queloides. Así que, de un simple tatuaje temporal, se puede acabar con cicatrices hipertróficas”, advierte el doctor Antonio Ortega, dermatólogo de Clínica Menorca.
Tatuarse pecas con seguridad
Viendo lo que puede pasar y lo poco que duran estas pecas de tatuaje, cabe pensar si compensa. También si hay alguna alternativa más duradera y segura. Julián Hernando, es técnico especialista en micropigmentación de Clínica Menorca, y apuesta por este tipo de tatuaje corporal siempre que se haga con todas las garantías. “La micropigmentación de pecas es algo habitual desde hace años. Es muy sencillo y sin efectos secundarios. En los primeros días queda una pequeña costra. Cuando se cae, queda una peca muy natural”.
Las usuarias de esta técnica son principalmente mujeres entre 20 y 35 años. “Es un tratamiento prácticamente indoloro y consiste en introducir en una capa superficial de la piel pigmentos de origen mineral hipoalergénicos, imitando la forma y el color natural de las pecas. Antes de empezar, se consensúa un diseño previo para distribuir las pecas, ya sean en mejillas, nariz o como ella prefiera”. El precio ronda los 200 euros y duran unos 18 meses durante los cuales el color va desvaneciéndose hasta desaparecer. No pueden realizarse en embarazadas ni durante el período de lactancia. Tampoco sobre lunares o pecas reales.