Los cortes de pelo que más se van a llevar en 2022
Nada dice “aquí y ahora empiezo de nuevo” como un corte de pelo. Un gesto, el del cambio, que tiene más de psicología que de vanidad: cortar el cabello es símbolo de seguir adelante, de avanzar, de iniciar una nueva etapa, de no mirar atrás. Legendaria es la frase de Coco Chanel al respecto (aquella de “una mujer que se corta el cabello está a punto de cambiar su vida”). Los americanos, que saben tan bien etiquetar las cosas, tienen incluso un término para designar este proceso: el “breakup haircut”, que aunque hace referencia a la decisión de meter t...
Nada dice “aquí y ahora empiezo de nuevo” como un corte de pelo. Un gesto, el del cambio, que tiene más de psicología que de vanidad: cortar el cabello es símbolo de seguir adelante, de avanzar, de iniciar una nueva etapa, de no mirar atrás. Legendaria es la frase de Coco Chanel al respecto (aquella de “una mujer que se corta el cabello está a punto de cambiar su vida”). Los americanos, que saben tan bien etiquetar las cosas, tienen incluso un término para designar este proceso: el “breakup haircut”, que aunque hace referencia a la decisión de meter tijera tras una ruptura sentimental en realidad habla de esa necesidad de reinvención que sentimos todas tras un momento difícil. Sea que efectivamente un corte de pelo pueda atraer un cambio en nuestra vida, sea que representa que ese cambio ya ha empezado en nosotras, bienvenidas sean las tijeras en 2022.
Menos capas, más recto
Las capas han sido la tendencia dominante en 2021 y no es que vayan a desaparecer, pero sí se suavizan y dejan espacio a cortes más rectos y geométricos, que se pudieron ver en los desfiles de Saint Laurent, Proenza Schouler o Alaïa, y en la calle en reconocibles minimelenas como la rubísima de Linda Tol. La diferencia el año que viene está en que estos cortes son más compactos y que no están exclusivamente pensados para cabellos lisos: la influyente digital Erika Boldrin, que se peina con ondas grandes, es un buen ejemplo.
Viva la hipertextura
Cierto: la textura no es un corte en sí misma sino un acabado. Sin embargo, se prevé una tendencia tan relevante para 2022 que pondrá a su disposición todo tipo de técnicas de corte para ensalzarla. En línea con el principio de celebrar la diversidad y la belleza naural, el objetivo aquí es «abrazar» lo que tenemos (sea un cabello rizado, grueso, rebelde o voluminoso) y acentuarlo aún más. Una idea que encaja muy bien con la búsqueda del bienestar por encima de la vanidad, un mensaje que sobrevuela toda la industria de la belleza.
La textura ondulada, esponjosa y rizada vivirá su particular momento de oro en el año que comienza y la clave es cortarla mediante mechones angulares de forma que se enmarque el rostro. Paloma Elesser, la modelo del momento, ha hecho de su larguísima melena ondulada toda una inspiración.
El nuevo «nuevo mullet»
Doble adjetivo para señalar que este corte capeado, corto y largo al mismo tiempo, que David Bowie ensalzó en 1972 como Ziggy Stardust y que simbolizó toda una rebelión estética y cultural en los ochenta, lleva un par de temporadas reivindicando su regreso, con distintas iteraciones. 2022 parece verlo con ojos más amables y dulcifica su imagen, relajando las capas y reconvirtiéndolo en un corte más entero. Eduardo Sánchez, uno de los gurús del corte perfecto en Madrid, nos lo explicaba así hace unas semanas: “Va naciendo desde el flequillo, sigue el contorno del rostro y termina justo por debajo de la clavícula”. En 2022 no importará si se tiene el cabello liso o rizado, porque su técnica resulta una manera extraordinaria de realzar la textura. Entre los referentes que actualizan el corte están los peinados de los últimos desfiles de firmas como Hermès, Courrèges, Proenza Schouler o Isabel Marant, modelos como Mica Argañaraz y Marjan Jonkman, o influtentes del street style como María Bernad.
El flequillo largo
Un flequillo largo, probablemente, la manera más segura de apostar por un cambio de imagen. La clave es que llegue a la altura de los ojos, que no esté demasiado bien peinado y que permita un movimiento natural, sea en cortina (aligerado en el centro y más tupido hacia las sienes) o en cascada (aquí la otra gran novedad del año, el flequillo para pelo rizado u ondulado pasa de reto a deseo).