¿Las sustancias de relleno son seguras?

Se necesita una licencia para infiltrar rellenos, pero hay gente no cualificada poniéndolos.

Vincent Besnault / Getty Images

Los rellenos faciales han sacado a muchas mujeres del quirófano y han popularizado los tratamientos antienvejecimiento. El resultado: la demanda de este tipo de arreglos, que quitan años en segundos y no dejan cicatrices, ha hecho que proliferen las ofertas y el personal no cualificado. «Hace poco se detectó en España una partida de un ácido hialurónico importado desde China que no había pasado los controles de seguridad», explica Daniel Arenas, especialista en cirugía plástica, estética y reparadora, y director médico de Merz Aesthetics. En el mercado negro se puede encontrar, por ejemplo, ...

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Los rellenos faciales han sacado a muchas mujeres del quirófano y han popularizado los tratamientos antienvejecimiento. El resultado: la demanda de este tipo de arreglos, que quitan años en segundos y no dejan cicatrices, ha hecho que proliferen las ofertas y el personal no cualificado. «Hace poco se detectó en España una partida de un ácido hialurónico importado desde China que no había pasado los controles de seguridad», explica Daniel Arenas, especialista en cirugía plástica, estética y reparadora, y director médico de Merz Aesthetics. En el mercado negro se puede encontrar, por ejemplo, silicona líquida, un ingrediente polémico (solo está permitido para las prótesis de gel de silicona).La democratización de la medicina estética ha inundado Internet. En el Reino Unido, por ejemplo, Groupon comercializa rellenos faciales por 150 libras (185 euros).

«La legislación europea depende de la Agencia Europea del Medicamento y no es tan estricta como la estadounidense, a cargo de la Food and Drug Administration (FDA). Prueba de ello es que en Estados Unidos solo hay aprobados seis tipos de sustancias para fabricar estos rellenos antienvejecimiento, mientras que en Europa rondan los 50. Otra diferencia es que la FDA ha clasificado los rellenos como medicamentos, mientras que los europeos los catalogan como «productos sanitarios». La consecuencia: en algunos países, como en el Reino Unido, las enfermeras pueden inyectar estas sustancias. Periódicos como The Sunday Times ya han alertado sobre esta situación y pronostican que, si no se imponen barreras legales, el asunto podría desembocar en otra crisis sanitaria, similar a la acaecida la década pasada con las prótesis mamarias.

«En España se necesita una licencia específica para infiltrar este tipo de relleno, y solo puede hacerlo un médico titulado. No obstante, hay gente no cualificada haciendo este trabajo. Sin ir más lejos, en algunas peluquerías no solo cortan el pelo, también ofrecen rellenar las arrugas», admite Juan Sopena, dermatólogo y director del Instituto Madrileño de Dermatología.

La buena noticia: las sustancias de relleno son reabsorbibles; es decir, desaparecen al cabo de un tiempo. «Duran de seis a ocho meses. Restylane y Juvederm son las marcas más utilizadas y las de mayor calidad; las dos contienen ácido hialurónico, un elemento natural de la piel que ayuda a retener el agua», explica Sopena. Y añade: «Una estafa frecuente es ofrecer tratamientos de este tipo a mitad de precio. El truco consiste en diluir el preparado e inyectarlo, lo que no entraña peligro alguno, pero sus efectos duran mucho menos. Aconsejo a quien quiera ponerse rellenos faciales que lo haga en un centro cualificado y exija un certificado donde conste el tipo de sustancia que le van a inyectar. Los trabajos mal hechos pueden producir infecciones o granulomas, pequeños bultos en la piel».

Los rellenos permanentes, desterrados por la mayoría de los profesionales, todavía se utilizan en países de Sudamérica. Aquí van algunos: el Aquamid, un sustituto de la silicona, y el Gore-Tex, un politetrafluoruro de etileno. Sus efectos secundarios pueden ser para siempre, pero a cambio son más baratos porque no requieren retoques.

La ciencia avanza deprisa en el rentable campo de la estética y ya hay ácidos hialurónicos de última generación. El dermatólogo Juan Sopena se queda con Juvederm Voluma: «No solo rellena, también da volumen y tiene una mayor duración: hasta 18 meses. Yo siempre utilizo ácido hialurónico, porque es el más seguro y el único que ya dispone de un antídoto: hialuronidasa, todavía no aceptado en España pero sí en Portugal. Si el paciente tiene una reacción de alergia, lo que es bastante raro, se le inyecta este preparado, que diluye el ácido en solo 15 minutos».

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