¿Qué tiene esta toalla de microfibra para que todas las expertas en belleza se sequen el pelo con ella?
Con su uso “se reduce el tiempo de aplicación del secador y planchas, lo que representa una menor agresión para el cabello, evita la caída y da como resultado un pelo sano, brillante, desenredado y fortalecido”.
¿Cuántas veces te has ido a la cama con el pelo mojado? Especialmente en verano sucumbimos a la tentación de ahorrarnos ese paso y acostarnos sin quitar la humedad con el secador. Hacerlo, además de predisponernos a enfriarnos, tiene consecuencias nefastas para nuestro cabello: lo debilita y hace que se rompa con más facilidad. Y como prácticamente todos buscamos optimizar nuestra agenda y secar nuestro pelo en tiempo récord y sin maltratarlo, la investigación y la ciencia nos dan la solución a través de un invento: las toallas de microfibra, que ayudan a que...
¿Cuántas veces te has ido a la cama con el pelo mojado? Especialmente en verano sucumbimos a la tentación de ahorrarnos ese paso y acostarnos sin quitar la humedad con el secador. Hacerlo, además de predisponernos a enfriarnos, tiene consecuencias nefastas para nuestro cabello: lo debilita y hace que se rompa con más facilidad. Y como prácticamente todos buscamos optimizar nuestra agenda y secar nuestro pelo en tiempo récord y sin maltratarlo, la investigación y la ciencia nos dan la solución a través de un invento: las toallas de microfibra, que ayudan a que las melenas se sequen rápidamente, nada más salir de la ducha.
También conocidas como hair wraps, se trata de pequeñas toallas con microfibras superabsorbentes que se colocan en la cabeza, a modo de turbante, en cuanto se termina de lavar el pelo. El referente y pionero en lanzar este revolucionario producto para el cabello se llama Aquis, una marca de toallas fabricadas con fibras finas que a su vez se dividen en hilos más finos que la seda tejida. Según su creadora, la californiana Britta Cox, el invento nació en 2015 de la necesidad personal. Las interminables luchas de la californiana Britta Cox por secar su rubia melena de forma rápida y segura le llevaron a descubrir el hecho fundamental, pero a la vez desconocido: que el cabello es más débil y vulnerable cuando está húmedo.
Para dar con una solución a su problema, Cox buscó la referencia en las prendas deportivas de esquí, que eliminan rápidamente la humedad para mantener a los esquiadores secos y decidió aplicar esta tecnología al cuidado del cabello. A partir de esa inspiración nació Aquis, una toalla liviana, fácil de usar y que ahorra tiempo ya que, según aseguran sus creadores, atrae y absorbe hasta nueve veces más rápido el agua que las toallas de algodón. La marca ha desarrollado su propia microfibra y utiliza una tecnología conocida como Aquitex. En su composición se combina poliéster (80%) y nailon (20%), un tipo de fibra sintética con gran poder de absorción. Con su uso, desde la compañía aseguran que “se reduce el tiempo de aplicación del secador y planchas, lo que representa una menor agresión para el cabello, evita la caída y da como resultado un pelo sano, brillante, desenredado y fortalecido”.
Hoy vende más de un millón de unidades cada año. En España la conocimos a través de la tienda online de cosmética Laconicum y fue uno de los productos más exitosos de 2018. “Sigue estando en la lista de más vendidos porque el boca oreja funciona muy bien. Si lo usas no te puedes quedar callada. La tesis que está detrás de Aquis es que cuanto más tiempo permanece mojado o húmedo el cabello más vulnerable es y tiene más facilidad para romperse. Así, al minimizar ese tiempo, se protege el cabello y disminuye algo el encrespamiento. Reduce el tiempo de secado casi a la mitad y lo cierto es que, una vez que la usas, es difícil volver a la toalla convencional”, asegura Anabel Vázquez, cofundadora del portal. “Yo tengo el pelo muy seco y muy abundante y he notado una mejora total desde que la uso, hace años. Me da muchísima menos pereza lavarme el pelo: el proceso general es más rápido”, concede.
Jessica Alba, Kim Kardashian, la modelo Rosie Huntington-Whiteley, Kaia Gerber, Jennifer Garner y Jessica Biel son algunas de las famosas que se han manifestado fans de estas toallas o han posado con ellas en sus cuentas de Instagram. A Kourtney Kardashian le gustan tanto que ha diseñado su propio modelo junto a Aquis. Con esta marca, la favorita de las famosas, se inició una revolución, pero han ido surgiendo otras opciones como Crown Affair, Devacurl o las de Kitsch. La efectividad de la microfibra se ha colado también en los salones de belleza conquistando a los especialistas de cuidado capilar. «Tienen bastantes ventajas frente a las de algodón y en Davines hace tiempo que las utilizamos, sobre todo a la hora de realizar tratamientos. Cuando el cabello está húmedo es más sensible a las agresiones y fricciones, por eso usar una toalla de material mucho más absorbente de lo habitual hace que tengamos que frotar mucho menos el cabello”, reconoce Óscar Sánchez, director técnico en España de la firma especializada en cuidado capilar Davines.
¿Cómo se usan?
Además de reducir el tiempo de secado (en más de un 50%, aseguran algunas marcas) retirando la humedad en el pelo que daña su estructura interna, las toallas cuentan con otros beneficios añadidos: evitan que el cabello se maltrate y que se encrespe ya que su uso no requiere de la fricción propia de los modelos de algodón.
Antes de liarte la toalla a la cabeza y dejar que las microfibras actúen, conviene saber que no hay que usarlas igual que las toallas convencionales de algodón que eliminan el agua cuando se frotan con el pelo. “Las de microfibra son muy recomendables para cabellos delicados o tratados químicamente en los que se deben evitar agresiones innecesarias. Para usarlas, simplemente hay que presionar sobre el cabello sin frotar o envolver la cabeza con ella (tipo turbante). Esto hace que se encrespe menos por el efecto electricidad estática que genera la fricción”, explica Sánchez y añade que “también hay que ir repartiendo la superficie de la toalla para utilizar las partes más secas”.
Ante este aliado para el cuidado capilar, hay quien puede resistirse y dudar antes de desembolsar los 30 euros de media que cuestan estos modelos específicos. Pero para Sánchez, la inversión está justificada. “El hecho de que estén hechas con fibras sintéticas puede dar la sensación de ser menos sostenibles, pero su durabilidad y el hecho de que se laven solo con agua, lo compensan”.