10 fotos

La pereza de echarse crema en invierno tiene solución: ocho aceites de ducha para hidratar la piel mientras te duchas

Aceites de ducha: un novedoso cosmético que cumple dos funciones en una e hidrata la piel mientras te duchas.

Aunque el momento de embadurnarse en crema hidratante corporal tras darse un baño o una ducha sea el súmmum del autocuidado y todo un placer y efecto relajante para cuerpo y piel, solemos dejarlo de lado. ¿La principal razón? No tenemos tiempo. Además, influyen otras como la pereza, o que, en ocasiones, la textura de algunas cremas corporales no nos resulta del todo amable o ligera como para llevar a cabo el ritual. Como es bien sabido, hidratar la piel (también la del cuerpo, aunque suela ir cubierta con ropa) es esencial todos los días del año, especialmente ahora en los meses de invierno en los que se reseca más. Por eso, una solución ideal para todos aquellos perezosos que huyen del proceso, son los aceites de ducha. Desarrollados por las principales marcas de cosmética farmacéutica y replicados por un sinfín de firmas de belleza, parece que han llegado para quedarse. “Son productos de higiene diaria cuyo beneficio principal es que no solo no son agresivos para la piel, sino que están concebidos con la idea de, además, aportarle hidratación”, explica a S Moda el Doctor Juan Gavín, dermatólogo y miembro del GEDET (grupo español de dermatología estética y terapéutica) de la AEDV.© Getty Images
¿Hacen la misma labor que una crema al uso de las hasta ahora conocidas? La respuesta no es unánime ni firme porque la experiencia con ellos es mucho menor que con los hidratantes convencionales y se necesita más tiempo de investigación. Ahora bien: “Son alternativas novedosas que, de momento, parece que gustan a cierto tipo de consumidores -especialmente por sus características cosméticas-. Intuitivamente, sí parecen una buena alternativa a los productos jabonosos habituales y, si la comodidad percibida es mayor, esto incrementará la adherencia a su uso, lo cual es positivo”, añade el Dr. Gavín. Al usarse como un gel normal, el proceso de lavado e hidratación se convierten en uno solo y resulta un verdadero deleite para la piel. Sobre cómo elegir el más adecuado, habrá que tener en cuenta las necesidades de cada piel, pero “sus bondades están presentes en la totalidad de las alternativas dermofarmacéuticas que encontramos en el mercado”, añade Juan Gavín; ahora bien, “sí podemos hablar de lo que no deben contener: conservantes sensibilizantes (especialmente isotiazolinonas), fragancias no consideradas como seguras, aceites esenciales (que pueden llegar a ser muy alergénicos), y, en general, cualquier ingrediente que pueda producir una sensibilización de contacto. Hay que tener en cuenta que son productos que en muchas ocasiones estarán en contacto con piel irritada o lesionada por lo que la formulación debe ser especialmente cuidadosa”, advierte el doctor.© Getty Images
Eva Armas Gil
Eva Armas Gil