El motor del cuerpo

El metabolismo le dice a las células cuánta energía necesitan y cómo almacenarla. Una dieta rica en fibra, el aeróbic, la vitamina B12 y el omega 3 permiten estimular este sistema y mantener la línea.

MÁS OMEGA 3
Una dieta rica en fibra y en ácidos grasos buenos es fundamental para tener un metabolismo rápido

El metabolismo consume grasa, nos pone en marcha, regula el organismo y echa su propio «gas de combustión». Por eso, los expertos lo comparan con el motor de un coche. Este sistema comunica a las células cómo deben usar y almacenar la energía. Un metabolismo rápido ayuda a mantener la línea. «Su funcionamiento varía de persona a persona», explica Virginia Harper, experta en nutrición y terapias naturales del SHA Wellness Clinic (Alicante...

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MÁS OMEGA 3
Una dieta rica en fibra y en ácidos grasos buenos es fundamental para tener un metabolismo rápido

El metabolismo consume grasa, nos pone en marcha, regula el organismo y echa su propio «gas de combustión». Por eso, los expertos lo comparan con el motor de un coche. Este sistema comunica a las células cómo deben usar y almacenar la energía. Un metabolismo rápido ayuda a mantener la línea. «Su funcionamiento varía de persona a persona», explica Virginia Harper, experta en nutrición y terapias naturales del SHA Wellness Clinic (Alicante). Para acelerarlo, se debe comer sano. «Las proteínas del pescado, de las legumbres o de la soja ayudan a modelar los músculos –un kilo de músculo consume 36 calorías al día; un kilo de grasa, 6– y los antioxidantes, la vitamina B12, el magnesio y el omega 3 también ayudan a acelerar el metabolismo», informa. Los estudios lo corroboran; según la Universidad de Ontario, 300 miligramos de ácidos grasos buenos al día ayudan a quemar 400 calorías más, un 25% por encima de lo normal. John Berardi, autor de The Metabolism Advantage recomienda: «comer cinco o seis veces al día, cada dos o tres horas».

EL PESO DE LA GENÉTICA
El 80% del metabolismo lo determinan los genes

– Regulador del apetito. Para muchos, el metabolismo es la clave de todo. «Sabemos que existe, pero no cómo funciona. Hasta hace poco, era un misterio. Pero hoy existen las herramientas necesarias para conocer su comportamiento. El 80% lo determina la genética; el 20%, factores externos», informa Harper. La buena noticia: se puede jugar con ese 20% y acelerarlo. «Este sistema se encarga de regular el apetito. Es decir, calcula cuántas calorías necesita el cuerpo. Si funciona bien, el peso se mantiene. Si no, se engorda», añade la experta.

– Conocerse para triunfar. La empresa Genotest propone Nutrigen (250 euros; www.genotest.es), un test que permite conocer el genotipo y qué clase de alimentos nos cuesta más digerir y asimilar. «Esta información es vital para decidir qué dieta nos conviene», afirma Harper.

– El mal del estrés. Las prisas, las responsabilidades, los horarios imposibles generan estrés. «Y aumentan los niveles de cortisol. Esta hormona es capaz de hacernos acumular grasa. La solución pasa por practicar yoga, taichi o meditación», sugiere Harper. Estas disciplinas ordenan al cerebro que no fabrique tanto cortisol. Otro truco es tomar cafeína con moderación: entre una o dos tazas de café al día bastan para potenciar el metabolismo.

CUESTIÓN DE MÚSCULO
Las pesas y el ejercicio aeróbico lo aceleran

Después de una sesión de 45 minutos de ejercicio cardiovascular (aeróbic, spinning, elíptica…), el metabolismo aumenta su actividad en un 37% durante 14 horas, según un estudio publicado recientemente en la prestigiosa revista científica Medicine & Science in Sports & Exercise. Es decir, si se empieza la jornada en el gimnasio, se quemarán calorías durante todo el día, incluso si nos pasamos 10 horas frente al ordenador.  Según los expertos, se debe practicar un deporte aeróbico al menos dos veces a la semana y combinarlo con pesas.

«A partir de los 30 años, el metabolismo se ralentiza. Una de las causas es la pérdida de tono muscular», informa Harper. Un dato: cuando alcanzamos los 60 años, ya se ha perdido el 40% de la masa muscular. Conclusión: se debe hacer pesas, dos o tres veces a la semana, durante 15 o 30 minutos. Las repeticiones han de ser de 12 o 16, en tres series. A las 12 semanas ya se ven los resultados. «Las mujeres lo tenemos más difícil, a nosotras nos cuesta más que a los hombres tonificar y desarrollar músculo», insiste Harper. «La clave para conseguir una silueta diez, es combinar distintos tipos de ejercicios. El cardiovascular mejora la salud de los pulmones y del corazón; las pesas, la de los músculos», explica Harper.

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