Depilación casera con pasta de azúcar: razones para probar el método más duradero, natural y asequible
Te damos diez motivos para probar un método depilatorio con cosas que tienes en la despensa.
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La depilación con pasta de azúcar y limón o sugaring (por su nombre en inglés) es un método depilatorio usado desde hace siglos por las mujeres musulmanas en África y Oriente Próximo para eliminar el vello de brazos y piernas. Hasta que llegó el azúcar, se empleaba miel. Luego se pasó al azúcar, más fácil de encontrar y asequible y bastante menos pringoso. La popular...
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La depilación con pasta de azúcar y limón o sugaring (por su nombre en inglés) es un método depilatorio usado desde hace siglos por las mujeres musulmanas en África y Oriente Próximo para eliminar el vello de brazos y piernas. Hasta que llegó el azúcar, se empleaba miel. Luego se pasó al azúcar, más fácil de encontrar y asequible y bastante menos pringoso. La popularización de la belleza ecológica o natural ha traído a occidente este tipo de eliminación del vello corporal. Y lo mejor es que puedes prepararlo y hacértelo en casa con ingredientes de la despensa. Aquí algunas de las razones por las que es un buen momento para probarla.
1. Efectos duraderos
El sugaring, también conocido como depilación con pasta de azúcar o depilación al caramelo, consiste en arrancar de raíz los vellos corporales mediante una pasta azucarada y ligeramente pegajosa. “En los centros especializados en este tipo de depilación solo lo aplicamos en regiones extensas y con vello de grosor medio: piernas, brazos y, en el caso de hombres, también espalda y pecho. Para axilas e ingles puede usarse, aunque yo prefiero una depilación con cera natural. Y, desde luego, nada de aplicarlo en el rostro, ya que el movimiento de tracción debilita los tejidos y acaba causando flacidez”, explica Ana Hernández, propietaria de un establecimiento de Sundara y miembro de la plataforma Treatwell.
2. 100% origen natural
Tanto como mezclar dos tazas de azúcar morena o blanca, un cuarto de taza de zumo de limón y otro tanto de agua. Eso si tienes un vello normal. Si es un vello muy fino o tienes piel sensible, rebaja lo pringoso de la mezcla a una sola taza de azúcar. “En casos de piel muy sensible se puede añadir manteca de karité o rosa mosqueta”.
3. Se puede hacer en casa
Pese a ser un método depilatorio de toda la vida, el auge de la cosmética natural ha dado nueva vida a este procedimiento depilatorio. “Es nuestros centros usamos una mezcla que ya viene hecha desde la sede central, no es que la hagamos en la trastienda. Pero si la clienta se la hiciera en su casa, la pasta no sería muy distinta”. En este caso, solo tienes que llevar la mezcla a ebullición (en un cazo) y dejarla borboteando unos minutos, hasta que espese y tome color caramelo. Retírala del calor y pásala a un recipiente de cristal. Ojo: para que no estalle el frasco al echar la mezcla, asegúrate de calentarlo antes. Si tiene tapa, podrás reutilizar lo que sobre más veces. “Para aplicarlo con seguridad hay que esperar a que la mezcla esté a temperatura corporal, como mucho, a 37 o 38ºC. Si está muy caliente hay mucho riesgo de quemadura. Si está fría, será difícil lograr una tira fina y manejable”.
4. Es fácil de aplicar
Lo primero es limpiar bien la zona que vamos a depilar para que no haya aceites o suciedad que dificulte la adherencia de la pasta. A continuación, aplica polvos de arroz, talco e, incluso, maicena. De esta forma, la pasta se pegará a los vellos, pero no tanto a la piel. “En los centros especializados, extendemos una capa muy fina, casi transparente, con una especie de espátula. Se aplica a favor del crecimiento del vello y se arranca ayudándote de una tira y a contrapelo”. En casa, mójate los dedos para que no se te pegue y aplícalo sobre la piel, procurando que se adhiera bien. En caso de aficionarte a este método en casa, te será útil adquirir tiras de depilación. También puedes reutilizar tiras viejas de tela, por ejemplo, los bajos que solemos cortar de los jeans.
5. Puedes reutilizar lo que sobra
Aquí no se tira nada. “Ya que te pones, puedes hacer mezcla de más y que te quede para otra vez. Para ello, solo hay que volver a meterlo en el microondas o calentarlo al baño María. En los centros autorizados nosotros solo la usamos nueva”. Si empleas tiras de tela para retirarla, no las tires. Basta con lavarlas y podrás volver a usarlas cuantas veces quieras.
6. Es hipoalergénica
Los ingredientes son pocos y 100% naturales. Salvo que tengas alergia al azúcar, al limón, a los polvos de arroz o al talco, no deberías tener problemas.
7. Es económico
Los ingredientes son de primera necesidad y baratos. Si encima te lo haces en casa, el coste es prácticamente inexistente.
8. Suaviza la piel
La cataplasma no solo elimina el vello. Sus ingredientes realizan otras funciones muy beneficiosas. “A diferencia de la cera, que deja la piel muy irritada, la pasta de azúcar deja la piel muy suave. El azúcar realiza una exfoliación suave y la vitamina C del limón, al aplicarse de forma tópica, actúa como antioxidante y estimula la producción de colágeno”.
9. Menos irritante
Como no se pega tanto a la piel, el tirón erosiona mucho menos. “La temperatura de aplicación, similar a la corporal, también ayuda a que este tipo de depilación sea menos lesivo”, apunta Puja Ghale, de Puja Depilación con Hilo y Sugaring. ¿Duele menos que la cera? “El dolor es subjetivo. Se adhiere menos a la piel, así que el tirón es menos fuerte. Pero estamos arrancando los vellos de raíz, así que algo sí que se nota”.
10. Mancha poco
Si alguna vez te has hecho la cera en casa sabrás de los que hablamos: esos restos de depilatorio que cuesta eliminar del suelo o de la ropa si accidentalmente te manchas. Con la pasta de azúcar basta con pasar un trapo húmedo, meter en la lavadora (si es rop) o ducharte y listo.