Cosméticos baratos que parecen caros: el lujo asequible por menos de 30 euros

Activos de eficacia constatada, como la vitamina C y el retinol, y formatos innovadores y ecológicos aptos para todos los bolsillos son la clave de su éxito.

The Ordinary, una de las marcas low cost que triunfan gracias a sus envases y composición.

El lujo ya no es lo que era. No lo es en moda y tampoco en belleza. Hace una década la idea de gastar 700 euros en una crema antiarrugas con agua de glaciar, pétalos de flor del Himalaya y polvo de oro y diamante se interpretaba como el no va más en el cuidado facial. Hoy ese planteamiento resulta casi obsceno. Y más cuando ningún fabricante está obligado a declarar en el INCI cuánto lleva realmente de tal o cual ingrediente precioso como para justificar precios tan astronómicos. Sin olvidar que hay productos por bastante menos con resultados muy similares.

No nos referimos a un low cos...

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El lujo ya no es lo que era. No lo es en moda y tampoco en belleza. Hace una década la idea de gastar 700 euros en una crema antiarrugas con agua de glaciar, pétalos de flor del Himalaya y polvo de oro y diamante se interpretaba como el no va más en el cuidado facial. Hoy ese planteamiento resulta casi obsceno. Y más cuando ningún fabricante está obligado a declarar en el INCI cuánto lleva realmente de tal o cual ingrediente precioso como para justificar precios tan astronómicos. Sin olvidar que hay productos por bastante menos con resultados muy similares.

No nos referimos a un low cost de marca blanca y efectos ramplones. A la nueva cosmética se le exige precios moderados, pero estar a la altura de un nuevo consumidor que la entiende no como un gasto, sino como una inversión. Es un usuario que compra por ingredientes de solvencia comprobada (sobre todo, AHAs, vitamina C y retinoides) y espera eficacia. Pero, a la vez, busca la afinidad de la marca con su propia idiosincrasia: desinhibición, fuerte personalidad, filosofía inclusiva, belleza en la imperfección y diseño. Todo esto sin perder de vista que su rutina de belleza tiene un impacto en el medio ambiente. Por eso, prioriza marcas verdes, ingredientes de comercio justo, envases biodegradables o reciclables y formatos que generan una menor huella de CO2 (sin agua, en polvo, en stick…). Y le da igual que no tenga como imagen a una conocida modelo o actriz cuyos honorarios suben el precio del producto.

La crisis y la entrada en el mercado de la Generación Z han revolucionado la cosmética.

 1. The Ordinary: los serums más buscados

La fórmula del éxito de The Ordinary es un cruce de caminos entre ingredientes activos poderosos (vitamina C, péptidos, retinoides…), estética minimalista y productos libres de parabenos, siliconas y aceites minerales. Rechazan los tests cosméticos en animales y por ello reconocen abiertamente que no venden en China. Su producto estrella son los serums. Los hay de escualano altamente hidratante; de resveratrol y ácido ferúlico de acción antioxidante; de alfa arbutina o de retinol. Su precio no pasa de los 6,95 euros.

Skin Labo: no más manchas

Desde que la hidroquinona quedó confinada casi exclusivamente a uso médico por sus efectos secundarios, la arbutina se convirtió en uno de los activos de referencia para luchar contra el exceso de pigmentación cutánea. El Serum Antimanchas de Skin Labo lleva arbutina, aceite de jojoba, con antioxidantes que frenan las manchas ocasionadas por la luz UV, y aceite de semilla del sacha inchi, una planta selvática con aceites ricos en omega 3, 6 y 9 que refuerzan las membranas celulares y mejoran la elasticidad cutánea. Cuesta 29 euros y puede usarse como tratamiento diario o como mascarilla para esos días en los que buscas una luminosidad extra.Lush: más allá del baño

Lush, más allá del baño

Esta marca británica va varios pasos por delante de la mayoría en lo que respecta a cosmética amiga del planeta. En concreto, en la desaparición de los envases. En Lush fueron pioneros en apostar por los champús sólidos y por el reciclaje de envases. Su último lanzamiento entra de lleno en el aseo dental, con enjuagues bucales en pastilla con sabor a eucalipto (8,95 euros). Una vez acabadas, el frasco de plástico 100% reciclado se puede reutilizar, reciclar o llevar la tapa a una tienda Lush para convertirse en pasta con la que fabricarán nuevos botes negros.

Camaleon: el contorno de efecto bótox

Adiós temporal a las arrugas en 45 segundos y por solo 7,90 euros. Su uso es tan sencillo como aplicar en el contorno de ojos, no gesticular en algo menos de un minuto y contemplar el milagro flash. El Magic Serum de Camaleon es ese cosmético imprescindible antes de una cita, el borrador que te quita las patas de gallo durante unas horas gracias al Argireline, un hexapéptido patentado que reduce las contracciones musculares. Su fórmula tintada, además, disimula las ojeras. El plus: es una empresa familiar que favorece en lo posible la conciliación familiar de sus empleados.

 Milk

Su aterrizaje en exclusiva en Sephora el pasado verano fue toda una revolución. Detrás de Milk Makeup se esconde un colectivo de creativos neoyorquinos con una idea muy clara: hacer cosmética de calidad, 100% vegana, inclusiva y que se adapte a gente de naturaleza viajera que no quiere complicarse la vida con los líquidos cada vez que entra en un avión. De entrada, muchos formatos son en stick. Para ejemplo, el Matcha Cleanser, con matcha y agua de lavanda. Lo segundo es apostar por una imagen asexual, con chicos y chicas no adscritos a ningún género, de todas las razas y con estética muy urbana.

Miya Cosmetics: simple y versátil

Viene de Polonia y ha aterrizado hace poco en España con una filosofía en las antípodas de la cosmética coreana. Si las orientales son capaces de seguir más de una decena de pasos para verse guapas, aquí la consigna es minimizar pasos. Y hacer que los productos sean multifunción. Así se ahorra tiempo y dinero. My Power Elixir, de Miya Cosmetics (11,95 euros) es un serum revitalizante e iluminador con aceites de naranja dulce, almendras dulces y arroz, extracto de plancton y vitaminas E y F. Ingredientes naturales, de bajo coste, pero eficaces. Puede usarse además como mascarilla nocturna o como iluminador mezclado con la base de maquillaje.

Jowaé: elixir anti fatiga

Inspirada en la tradición fitocosmética coreana, pero con la experiencia de los laboratorios franceses Alès Groupe (la casa madre de Lierac) surge Jowaé. El Gel Vitaminado Hidratante Energizante cuesta 16,90 euros y es un chute de vitamina C y flavonoides procedentes del kumquat, a los que se añade cafeína descongestionante y lumifenoles antioxidantes. Una fórmula ligera, perfecta para esos días en los que te levantas con cara de agotamiento o con algo de deshidratación, pero no quieres una crema pegajosa.

Osèque: el polvo que vino de Corea

Los cosméticos secos son menos susceptibles a la proliferación de microorganismos. Y pesan menos, por lo que su precio puede ajustarse mejor. Silky Bright Enzyme Powder Facial Wash, de Osèque, presenta una formula limpiadora enzimática en polvo. Aprovechando la limpieza diaria, este extracto atomizado de bromelina y papaína limpia el poro, minimiza su aspecto y regula la producción de sebo. Solo hay que mezclar con un poco de agua a 35-40º para que se activen las enzimas en el momento de la limpieza facial. Permanecen activas hasta tres minutos, tiempo suficiente para masajear y dejar el rostro limpio de impurezas. Disponible en MiiN Cosmetics a un precio de 28,95 euros.

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