Acabar con las puntas abiertas de una vez por todas (y sin tijera)
Los especialistas lo llaman tricoptilosis, y si nos atenemos al porcentaje de mujeres al que afecta, podría decirse que es algo así como la ‘celulitis capilar’, ya que solo se libran un 10% de las que llevan el pelo largo.
Nada como hacerse una coleta alta para comprobar el estado de las puntas. ¿Tiene consistencia de brocha de maquillaje de lujo y entran ganas de usarla para aplicar los polvos bronceadores con ella? Lo más normal es que no, y que el efecto sea más como de deshilachado. Lógico. Es una cuestión de edad capilar, y como explica Adolfo Remartínez, el fundador de Nuggela & Sulé, ...
Nada como hacerse una coleta alta para comprobar el estado de las puntas. ¿Tiene consistencia de brocha de maquillaje de lujo y entran ganas de usarla para aplicar los polvos bronceadores con ella? Lo más normal es que no, y que el efecto sea más como de deshilachado. Lógico. Es una cuestión de edad capilar, y como explica Adolfo Remartínez, el fundador de Nuggela & Sulé, “las puntas de una melena que llega a mitad de la espalda ya han vivido al menos 16 meses, y se han enfrentado a dos veranos que han ido deteriorando su estructura”. Hay que tener en cuenta además que la cutícula es la parte más externa del pelo, que es muy porosa y se rompe con facilidad. También es la zona del cabello más expuesta a las agresiones externas, llámense rayos solares, contaminación, planchas de alisado, secadores, o trabajos de coloración.
Pero, ¿por qué se abren? La explicación científica nos la da el doctor David Saceda, miembro del Grupo de Tricología de la AEDV y dermatólogo del Grupo de Dermatología Pedro Jaén: “Cuando la cutícula se rompe, el pelo queda desprotegido y comienza a degradarse, dando ese aspecto deshilachado. El cabello está literalmente abierto en varias capas y desflecado”. Ante esta definición podríamos dejarnos llevar por el optimismo y pensar que favorecen a determinados cortes, pero se trataría de una trampa óptica. La peluquera Diana Daureo es tajante al respecto, “todo es muy relativo, pero no es cierto que un corte capeado, desfilado o cortado a navaja ayude. De hecho es al revés: se trata de estilos que mal conservados no quedan limpios”.
No queda otra que evitar la tricotilopsis a toda costa y algunas lo tienen más difícil. Como señala Natalia de la Vega, directora de Tacha, “el cabello fino, seco y deshidratado siempre va a ser más propenso a tener este tipo de problema”. El mejor atajo es cortar por lo sano, pero el 47% de las mujeres españolas prefieren llevar el pelo largo.
¡Solo la puntita!
Es el grito de guerra de la inmensa mayoría de las mujeres jóvenes cuando no les queda más remedio que pasar por la tijera. Y también la excusa perfecta para que las firmas capilares lleven dos años esmerándose en formular productos que salven las melenas de esa situación y les ayuden a ganar con dignidad esos tres centímetros que las separan del largo soñado. Según Diana Daureo, es un mito que haya que cortar las puntas para que el pelo crezca más, “lo que ocurre es que cuando las puntas están saneadas el cabello se ve más completo, porque la punta no está rota, está más definida y da estructura al pelo”. La peluquera recomienda, para dejarlo crecer, “cortar cada 2 meses un centímetro para que esté siempre bonito y saneado. Si lo espaciamos más tiempo corremos el riesgo de que se debilite más y la melena no luzca bien».
Una vez asumido que cortarse el pelo no es una opción para la mitad de la mujeres, hay tomar medidas cautelares que permitan prevenir las puntas abiertas:
1. El cepillado, de abajo arriba. Y nunca nunca, sobre el pelo mojado, pues al tener más peso, es más fácil que se parta. A la hora de deshacer nudos, empezar por abajo e ir subiendo progresivamente. Si te vas a lavar la cabeza, hay que desenredar el pelo previamente.
2. Programa de prelavado. Valeria Costa, experta en recuperación capilar de Aquarela Peluqueros, nos da su truco para proteger las puntas: “aplicar acondicionador de medios a puntas treinta minutos antes de lavar el cabello. Este gesto sella la hebra y ayuda a evitar la rotura”.
3. El lavado es la clave. “Hay que hacerlo con mucho cuidado, sin frotarlo, para evitar que se enrede”, aconseja Natalia de la Vega. Sin embargo, conviene hacer un masaje sobre el cuero cabelludo. Como señala Adolfo Remartínez, “así se estimula el riego sanguíneo y se nutre nuestro cabello desde el interior para que esté más fuerte”.
4. Fuera siliconas y alcohol. Las primeras obstruyen el bulbo piloso. Los productos con alcohol van debilitando el cabello hasta que la punta se reseca y muere.
5. Los buenos accesorios. Utilizar una mala goma a la hora de hacer una coleta o un moño es nefasto. Según Adolfo Remartínez, “desestructuran la fibra capilar”. Llevar las gafas de sol en la cabeza tampoco es una buena idea, como él mismo añade, “hacen un efecto lupa con los rayos del sol que deshidrata el cabello”.
6. Cuidado con el verano. Es una época crítica. Los rayos solares UVA y UVB fragilizan el cabello degradando la queratina del pelo y volviéndolo quebradizo. El salitre es aún más directo, y cristaliza sobre la fibra capilar produciendo esa rigidez que hace que las puntas se partan con facilidad. Para evitarlo, hay que proteger la melena con productos específicos.
7. Secadores bajo control. “Hay que procurar no apuntar directamente a las puntas para evitar un calentamiento innecesario, usar siempre protectores capilares y elegir una temperatura más baja aunque haya que dedicar más tiempo al secado”, aconseja Remartínez.
8. ¿Herramientas? Las justas. “El uso de planchas de alisado y secadores potentes puede favorecer la aparición de puntas abiertas” asegura el doctor Saceda.
9. No a la rigidez. “Algunos productos de fijación como lacas o espumas actúan como una fina capa de pegamento superficial que cambia la forma del cabello y si tenemos las puntas abiertas pueden hacer que su aspecto sea más marcado, porque tiende a separarlas todavía más. Sin embargo, el uso de fijadores no hace que aparezcan puntas abiertas con más frecuencia”, señala el dermatólogo. Diana Daureo, sin embargo, es más cautelosa: “Si el producto tiene una formulación de baja calidad con un alto nivel de alcohol o ingredientes que el cabello no asimila y son complejos de quitar hasta con champú pueden estropear más el cabello y por ende las puntas”.
10. Bien selladas. El uso –y abuso– de sueros y aceites no va a fundirlas de nuevo, pero sí las disimulan, mientras dure su efecto, y previenen su aparición.
11. No te aclares tanto. El doctor Saceda advierte que “el pelo teñido, especialmente con colores claros, es más propenso a tener las puntas abiertas”.
A continuación recomendamos algunos productos para tenerlas bien selladas:
Peptide Repair Rescue de Schwarzkopf. Sella suavemente los medios y puntas ayudando a prevenir las puntas abiertas (29,02 euros).
Reconstructive Leave-in Regeneration de Cotril. Spray revitalizante para todo tipo de cabello (20,50 euros).
Sérum de Soie Sublimateur de Leonor Greyl. Un suero de styling definitivo para proteger las puntas y prevenir la rotura (30,80 euros).
Sérum Reparador de Puntas Abiertas Karité Nutri de René Furterer. Repara en profundidad las puntas fragilizadas y evita que se abran (25,80 euros).
The Restless Circle de Davines. Mascarilla invisible antirotura con extracto de semillas de chia que aporta elasticidad (8,85 euros).
Crema Stop Tijeras Elvive Dream Long de L’Oréal Paris. Ideal para cabello largo, no requiere aclarado (2,95 euros).
Extentioniste Thermique Résistance de Kérastase. Protege el cabello largo de las roturas provocadas por las herramientas de peinado (29 euros).