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9 emociones distintas a través de las fragancias

Un perfume es mucho más que un aroma. Es tu carácter y tus sueños. Con Bodybell puedes descubrir tu auténtica personalidad.

20 jun 2017 - 08:21CEST

Viaje a Italia. La colección Aqua Allegoria es una de las más emblemáticas de Guerlain. En Bergamota Calabria nos traslada a los jardines homónimos y nos invita a recolectar sus frutos bañados por el sol. La bergamota, uno de los ingredientes fetiche de la maison, aporta un aroma cítrico que nos invita a descansar en los rocosos acantilados de la costa italiana.

Sueños de trotamundos. Hojeas un catálogo de viajes, sueñas con navegar por océanos de azul infinito y bañarte en playas de aguas transparentes. Es lo que sugiere Omnia Coral, de Bvlgari, un eau de toilette floral afrutado con hibisco tropical y granada, bergamota y bayas de goji.

Códigos simplificados. El invierno es complejidad. En verano, en cambio, todo se aligera. Muchas empresas comprimen la jornada para que todo el mundo pueda marcharse a casa a la hora de comer. Si no es posible, al menos sí suelen relajarse los códigos estéticos, imponiéndose una elegancia simplificada, cómoda y urbana. Es lo que inspira a Francis Kurkdjian para crear L’Eau de Toilette, de Carven: notas luminosas de fresia y glicinia junto a limón de Italia, guisante de olor, peonía y maderas blancas.

Seguridad equilibrada. Cuando asciende el mercurio, la mezcla entre la transpiración y el perfume puede arruinar nuestro olor corporal haciéndolo demasiado invasivo. De ahí la necesidad de contar con un aroma que actúe como un velo sutil, realzando nuestra presencia pero sin resultar cargante. Infusion d’Iris, de Prada, es una fragancia floral ligeramente jabonosa y empolvada. Perfecta para usar a diario incluso en los días de más calor. Lleva notas de iris de Florencia enriquecido con incienso, flor de azahar y cedro.

Entusiasmo de estreno. Los primeros días de primavera tienen el poder de cargarnos de energía. A medida que los días se alargan y el frío se retira parece como si tuviéramos más ganas de hacer cosas, de disfrutar de la vida. De sentirnos más guapas. Aqua di Gioia Eau de Parfum, de Giorgio Armani, con acordes de menta picada y las primeras flores de la temporada, recrea ese momento en que los abrigos gruesos, los gorros y las bufandas ceden paso a los vestidos vaporosos y la sensualidad femenina toma posiciones.

Felicidad suprema. Para ese día en que te miras al espejo y te ves guapa, ese en el que ensayas tus mejores sonrisas ante el espejo y en el que acabas riendo a carcajadas y bailando sin parar. Para ese en el que sientes que la vida es bella o, como reza esta fragancia, La Vie Est Belle Bouquet de Printemps, de Lancôme. Una mezcla de absoluto de jazmín Sambac, iris pallida y absoluto de lirio del valle.

Luminosidad interior. Acabas de regresar de un viaje. Aunque estás en la oficina, hay algo en tu interior que te recuerda las emociones vividas en territorios lejanos. Y eso se nota en tu expresión. Estás más relajada, miras las cosas de otra forma y destilas optimismo y una frescura contagiosa. Flor de Naranjo, de Ángel Schlesser, viste esas sensaciones con un eau de toilette con notas de flor de naranjo, rocío de muguete y hojas de pachuli concentradas en un frasco de corte clásico.

Sex and The City. La Gran Manzana inspira DKNY Women, de Donna Karan, un perfume que en un abrir y cerrar de ojos nos hace sentir como una Carrie Bradshaw paseando con sus manolos por las calles de Nueva York. Todos los matices nos trasladan a Nueva York, desde sus imponentes avenidas a su Semana de la Moda. Se trata de un perfume floral que busca a una mujer cosmopolita, elegante y sofisticada pero muy vital. Con sorprendentes acordes de vodka, mandarina fresca y hojas de enredaderas de tomate.

Calma playera. Se acabaron las prisas, los encargos contrarreloj y las semanas sin fin. Por fin llegó el momento de irse a la playa. L’Eau d’Issey Eau de Toilette, de Issey Miyake, evoca ese bienestar que se siente cuando el sol acaricia la piel y los pies se enredan con la arena de la playa. Es una fragancia floral afrutada con notas de lichi, pomelo, guayaba, fruta de la pasión y vainilla.

Clásica joven. Si hay una flor que reina en el mundo de la perfumería es la rosa de Bulgaria. Y es el ingrediente rey en Agua Fresca de Rosas, de Adolfo Domínguez, donde muestra su faceta más fresca, joven y natural acompañada por acordes de pomelo, bergamota y mandarina.