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Nicola Formichetti: “Ahora mismo siento que la belleza está más de moda que la propia moda”

Nostalgia, pero solo estética. El nuevo director creativo global de MAC, busca rescatar lo mejor de los noventa sin olvidar la inclusividad conseguida hoy

Suena Sweet Harmony de The Beloved, “Is it right or wrong / Try to find a place / We can all belong?” (¿Está bien o mal? / Tratar de encontrar un lugar / ¿Todos podemos pertenecer?). Mientras, Nicola Formichetti (Numazu, Prefectura de Shizuoka, Japón, 48 años), orgulloso, muestra en primicia su primera campaña como director creativo global de MAC: I only wear MAC. Una serie de imágenes en blanco y negro firmadas por el prestigioso dúo Inez & Vinoodh y protagonizadas por un elenco variopinto (de Kris Jenner a Doja Cat, pasando por las modelos Amar Akway y Kristen McMenamy). Todo parece imbuido de un espíritu noventero; incluso el propio Nicola, que cuenta que en su Spotify suena, sobre todo, música de esa década: “Pop y R&B de los noventa… También me gusta la música clásica. Toco el piano, así que me encantan Rachmaninoff, Beethoven, Chopin o Debussy. Pero principalmente escucho a artistas como Kate Bush, Massive Attack… Soy muy de los noventa”.

Las tendencias actuales rezuman nostalgia de esa época, así que el estilista se halla en la década adecuada. “En esos años sucedieron las cosas más emocionantes en belleza y moda. Me encanta el minimalismo de los noventa, el blanco y negro con plateado. Convivían el contouring con el grunge. La banda sonora de la campaña, Sweet Harmony, era una canción muy popular entonces, y dice algo así: ‘Let’s come together / Right now” [canturrea, ‘unámonos, ahora mismo’]. Se trata de estar juntos”. ¿Es realmente la de la belleza una industria inclusiva que abraza a todos? “Creo que sí, cada vez más. Pero en MAC siempre ha sido así. Está en el lema: todas las edades, todas las razas, todos los géneros. Es algo normal hoy en día, pero nosotros siempre lo hemos dicho. Ahora más que nunca, en este mundo tan dividido y pasando tantas cosas locas, ese mensaje es especialmente importante”.

La trayectoria del propio Formichetti, que empezó en la moda, ha desafiado las convenciones del género. Antes de virar a la belleza, fue consultor para diversas firmas y director creativo de Mugler o Diesel, aunque obtuvo la fama global trabajando como estilista de Lady Gaga. Él fue la mente detrás de la legendaria entrada de la cantante en los Premios Grammy de 2011, envuelta en un huevo de Hussein Chalayan. También del icónico vestido hecho con trozos de carne con el que la intérprete de Bad Romance apareció en los Premios MTV de 2010. ¿Cuál es la historia detrás de un estilismo que hizo historia? “Queríamos hacer algo divertido, pero también significativo. Decir que todos somos iguales por dentro. Tu ‘carne’ se parece a la mía. Nuestra sangre es la misma. Era una época muy dividida, la del ‘No preguntes, no digas’ (Don’t ask, don’t tell) de los gays en el ejército. Es una locura pensar que eso fue hace 15 años y el mundo no ha cambiado. Hoy está aún más dividido”.

Lady Gaga tiene su propia marca de belleza, Haus Labs, ¿es la competencia, una referencia o simplemente una amiga? “Sin duda, una amiga. La ayudé a lanzar Haus Labs, una marca increíble. Está muy involucrada en ella. Soy un amante de la belleza y de la moda; nunca he competido, ni siquiera cuando estaba en Mugler [entre 2011 y 2013]”. Cuando se le pregunta por alguien, famoso o no, a quien le gustaría vestir, maquillar o con quien quisiera trabajar, Formichetti lo tiene claro: “Siento que he trabajado con todos. Me gusta descubrir nuevos talentos y acompañarlos en su camino. Por supuesto que hay leyendas increíbles, pero me interesa lo nuevo. Ahora estoy descubriendo el K-pop. En España me encanta Nathy Peluso”. Y, adelanta: “Estamos en contacto con ella”.

Sobre cómo ha influido su trayectoria en la moda para esta nueva etapa, el director creativo global asegura que “la moda y la belleza siempre van juntas. Son la misma historia. En moda usamos ropa y en belleza, polvos y materiales; no hay diferencia. Quizá la única diferencia reside en el momento cultural: la moda está de moda y la belleza también. De hecho, ahora mismo siento que la belleza está más de moda que la propia moda. Antes había grandes tendencias que todos seguían, en los ochenta, los noventa y los 2000, pero ahora la gente es más individualista. Hay muchas ideas que hacen que el mundo de la belleza sea más interesante”.

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