Toallas de secado capilar: ¿por qué tienen tantas fieles que suspiran por sus beneficios?

Los turbantes capilares de microfibra, bambú o algodón orgánico prometen acelerar el secado, evitar el ‘frizz’ y mantener la hidratación. Expertos analizan todo lo que pueden hacer por tu pelo

Los expertos en cuidado capilar aconsejan toallas específicas que combaten el encrespamiento y ofrecen un secado más rápido.FreshSplash (Getty Images)

Enroscar el cabello en una toalla de baño después de lavarlo es un gesto habitual que se repite cada día en casa, spas, gimnasios y salones de peluquería con toallas normales compuestas por algodón de diferentes gramajes. Todo cambió a principios del 2010, cuando se empezaron a lanzar turbantes específicos, mucho más ligeros, con capacidad de acelerar el secado, evitar el encrespamiento y la rotura. La tendencia se intensificó con el auge del método curly, que centra el foco en mantener la hidratación y evitar la fricción y el uso de herramientas de calor. Ahora, en la red social TikTok abundan los tutoriales de belleza que enseñan cómo utilizarlas y enumeran sus beneficios en cuanto a secado y encrespamiento.

¿No estamos pidiendo mucho a una simple toalla? “Para mi es un accesorio imprescindible que eleva la rutina de cuidado capilar, siempre que sea de calidad. Previene el envejecimiento capilar, protege cabello y cuero cabelludo, reduce la electricidad estática y el encrespamiento, evita la rotura y ayuda a secar el cabello en menos tiempo. Además, es versátil porque pesa poco y puedes llevarla de viaje o al gimnasio. Me gusta ponerlas para eliminar el exceso de humedad o potenciar el efecto de las mascarillas durante su exposición”, explica a S Moda Miriam Quevedo, fundadora de su marca homónima y creadora del primer hair spa de España. Nuria Aluart, experta en belleza y fundadora de la tienda de cosmética Mumona puntualiza “estas toallas, además, tienen un diseño especial. Su forma ergonómica permite envolver el cabello de forma suave y sujetarlo, a menudo, con un botón o una cinta elástica. Evitan la fricción, la rotura y protegen la cutícula”.

De todas estas afirmaciones se desprende que enrollar o frotar la cabeza con una toalla normal no es la mejor de las opciones. “En primer lugar, el cabello mojado es más frágil y susceptible a daños. Al frotarlo con una toalla normal se produce una fricción excesiva que levanta la cutícula (la capa exterior protectora del cabello) y deja el cabello áspero y vulnerable al daño y al quiebre. Además, la tensión que provoca enroscarla hace que el pelo se enrede con facilidad, pierda suavidad y se vea opaco, sobre todo los rizados o texturizados”, incide Nuria Aluart.

Cómo elegir una toalla de secado capilar

A simple vista parecen todas iguales, pero hay diferencias. Por las características de sus materiales destacan las de bambú, algodón orgánico y microfibra. La elección depende de los beneficios concretos que ofrecen para cada tipo de cabello y, por supuesto, del precio que estemos dispuestos a pagar porque unas parten de los tres euros y otras superan los 50. “La diferencia principal entre ellas radica en la capacidad de absorción y el impacto en el cabello. Las de microfibra son las más absorbentes y ligeras, ideales para las que buscan un secado rápido y eficaz, ya que retienen mucha más agua que otros tejidos. Es perfecta para cabellos finos o lisos porque es ultraligera y no añade peso; también para los gruesos y voluminosos por su capacidad de absorber gran cantidad de agua en pocos minutos. Las de algodón son suaves y naturales y, aunque su capacidad de absorción no es tan grande, son ideales para personas con cuero cabelludo sensible. Las de bambú son una opción sostenible, suave y antibacteriana. Son muy absorbentes y añaden un toque más suave y respetuoso al cabello y cuero cabelludo”, comenta a S Moda la gurú y visionaria de belleza Claudia di Paolo, fundadora de Hair Wellth Spa. La experta Miriam Quevedo nos da las claves para acertar en la elección “aunque la microfibra y el bambú tienen sus ventajas, la opción de algodón orgánico ofrece el equilibrio perfecto entre suavidad, absorbencia natural y conciencia ecológica, por lo que es la opción más respetuosa para el cabello y el medio ambiente. Para acertar busca turbantes con rizo largo y gran número de hilos para secar con rapidez proteger la cutícula del cabello”. Modesta Cassinello, farmacéutica y creadora de su propia marca de cosmética capilar coincide “las toallas de microfibra han ganado popularidad y pueden tener algunas ventajas en términos de secado rápido y peso ligero, pero las toallas de algodón orgánico certificado son preferibles para los que valoran la sostenibilidad ambiental, la comodidad y la salud de la piel”. En cuanto a la disparidad de precios “la diferencia está en la calidad de los materiales y en la durabilidad. Una toalla barata no tiene las mismas propiedades de absorción, ni es tan suave con el cabello y el cuero cabelludo. Las de gama alta no solo secan mejor, sino que también protegen la salud capilar y duran mucho más tiempo”, incide Miriam Quevedo.

Retienen la humedad, protegen el microbioma y evitan el ‘frizz’

La popularidad de estas toallas va más allá de su capacidad para recortar el tiempo de secado. Su eficacia para controlar el encrespamiento es una de las claves del éxito en cabellos rizados, gruesos y voluminosos. “El cabello se encrespa porque está deshidratado o envejecido y busca absorber la humedad. Las cutículas de la fibra se abren y el cabello se vuelve esponjoso. El frizz también se produce por la fricción excesiva al frotar el cabello con toallas, el uso de herramientas de calor sin protección, la falta de hidratación y la exposición a climas húmedos. Estas toallas reducen el encrespamiento porque absorben el exceso de agua, provocan que la cutícula se cierre y el cabello ya no busque captar el exceso de agua. Además, ayudan a sellar la humedad y, al ser livianas y cómodas, evitan tirones en el cabello mojado”, dice la experta Miriam Quevedo. Y es que en contra de lo que se piensa estas toallas mantienen la hidratación óptima del cabello. “Así es. Aunque su función principal es absorber el exceso de agua, lo hacen de manera controlada y mantienen la cantidad justa de humedad en el cabello para que no se reseque ni quede opaco”, dice Claudia di Paolo. Otros expertos destacan su capacidad para proteger el microbioma del cuero cabelludo “su capacidad para reducir el exceso de humedad, minimizar la fricción y evitar el uso excesivo de calor ayuda a proteger el cuero cabelludo de factores que podrían alterar el equilibrio natural de su microbioma. Y no solo eso. Estas toallas pesan muy poco y ejercen menos presión sobre el cuello y la columna. Cuando usamos una toalla normal solemos inclinar el cuello o los hombros para compensar el peso, lo que puede provocar dolor muscular y rigidez, pero al usar los turbantes específicos evitamos este gesto y nos libramos de sus consecuencias”, apostilla Nuria Aluart de Mumona.

Cómo utilizar las toallas de secado

Su manual de uso incluye tres reglas de oro: no frotar, dar toquecitos suaves y enroscar con cuidado. “Después de lavar el cabello, escurre con las manos de forma delicada el exceso de agua y pon la cabeza hacia abajo. Coloca el turbante en la base del cuello, con la parte del botón tocando la nuca, envuelve todo el cabello con el turbante, como lo harías con una toalla, y anuda la banda de goma con el botón. Deja el turbante puesto hasta que el cabello esté húmedo al tacto”, explica Miriam Quevedo. La gurú Claudia di Paolo puntualiza “15 minutos es suficiente para que el turbante absorba la mayor parte del agua sin sobre-secar ni dejar el cabello muy mojado”. Para mantenerlas en perfecto estado se recomienda lavarlas a 40 grados con un detergente suave, no añadir suavizante y secarlas siempre al aire.

El secado correcto para minimizar daños

Las toallas minimizan el tiempo de secado, pero después, se recomienda finalizar el proceso con un secador. “No es conveniente exponer el cabello muy mojado al secador sin haber enrollado antes con una toalla. El cambio brusco de humedad deforma la cutícula y favorece la rotura”, dice la experta Modesta Cassinello. María Roberts, embajadora de Dyson Beauty en España nos aclara cómo hay que secar sin dañar. “Lo primero es retirar el exceso de humedad con una toalla de microfibra, súpernecesaria también si aplicamos un producto sin aclarado porque se extiende mejor y se desperdicia menos. Después hay que acabar con secador y dirigir siempre el aire de laraíz a las puntas; nunca al contrario ni hacia los lados. Así cerramos la cutícula y logramos más brillo. Los errores más comunes que cometemos son alborotar el cabello al secar en dirección contraria a la cutícula y no utilizar buenas herramientas. Después, recomiendo desenredar el pelo en seco porque cuando está mojado, la fibra es más elástica y propensa a partirse. Durante el secado nos podemos ayudar con los dedos y después, desenredar con peine o cepillo empezando desde abajo hacia arriba. También es importante mantener cierta distancia entre el secador y el cabello y cuero cabelludo”.

4 turbantes capilares de secado rápido

Deluxe Hair Turban, de Miriam Quevedo

Este turbante de algodón orgánico turco protege el cabello y el cuero cabelludo del envejecimiento prematuro. Deluxe Hair Turban (50 €) es un imprescindible para secar con rapidez y evitar que el pelo se rompa, enrede o encrespe.

Signature Hair Turban Towel, de Iles Formula

Toalla de microfibra grande con borde elástico y botón o lazo para adaptarse a todoslos tamaños de cabeza y longitudes de cabello. Cuesta 33 euros y seca el cabello sin causar fricción.

Turbante de secado, de MyHomeBody.

Elaborado en tejido de fibra de carbón combate el encrespamiento y seca el cabello de forma suave y rápida. Cuesta 16,99 y es muy ligero y absorbente.

Turbante Coffee O clock, de Beter.

Confeccionado con microfibra extra suave para un secado rápido al eliminar el exceso de humedad. El diseño del turbante Coffee O clock de Beter (3,74 €)mantiene el cabello bien sujeto mientras se seca.


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