Así se visten los niños del barrio más hipster del mundo

La artista Jenny Williams, autora del blog ‘What my daughter wore’, reúne su trabajo en un libro. ¿La protagonista? Su hija de 12 años y sus amigos de Williamsburg.

Jenny Williams

Cuando la ilustradora Jenny Williams tuvo a su hija Clementine, la tercera después de dos chicos, su casa-estudio de Williamsburg se colmó de juguetes y pañales. Había alquilado hacía tiempo un loft en el barrio tras dar varias vueltas por EEUU. “Mi padre estaba en el Ejército y mi familia se mudaba mucho”, recuerda desde Brooklyn. A los 17 años se instaló en Nueva York para estudiar pintura en la Universidad de Arte más prestigiosa del país, la Cooper Union. “Tuve a Paco (22), mi primer hijo, muy joven, y luego llegó Whitman ...

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Cuando la ilustradora Jenny Williams tuvo a su hija Clementine, la tercera después de dos chicos, su casa-estudio de Williamsburg se colmó de juguetes y pañales. Había alquilado hacía tiempo un loft en el barrio tras dar varias vueltas por EEUU. “Mi padre estaba en el Ejército y mi familia se mudaba mucho”, recuerda desde Brooklyn. A los 17 años se instaló en Nueva York para estudiar pintura en la Universidad de Arte más prestigiosa del país, la Cooper Union. “Tuve a Paco (22), mi primer hijo, muy joven, y luego llegó Whitman (14). Así que me pasé la mayor parte de mis 20 y de mis 30 siendo madre a tiempo completo”, cuenta la artista, que ahora tiene 46. Toda su casa era un enorme y caótico espacio habitado por niños y mascotas.

A pesar de vivir en esta feliz vorágine, Jenny encontró tiempo para dibujar. Llenó cientos de cuadernos de coloridos bocetos de sus tres hijos. Retratos infantiles que guardaba para ella y su marido. Hace dos años, dio un paso más y creó el blog de street style What my daughter wore, una serie de dibujos hechos con lápices de su hija Clementine vestida para salir de casa. “Como artista, me encanta la estética de la moda. Soy compradora compulsiva de ropa vintage, pero también aprecio un buen diseño de firma”, dice esta “típica madre de Brooklyn”

Jenny Williams

Los amigos de la pequeña Clementine, que hoy tiene 12 años, empezaron a querer salir en el blog. Después, los amigos de estos amigos, y más tarde, los seguidores anónimos de Instagram. Jenny se convirtió así en la retratista oficial de los niños del barrio más hipster del mundo. Todos pasan por su estudio para posar. El inmenso boca a boca que es hoy la red, ha hecho su blog tan viral que la revista Time lo nombró uno de los 25 mejores de 2013. Ahora, la prestigiosa editorial Power House Books edita un coffee table book con sus trabajos, que captan ese instante fugaz que separa la niñez de la adolescencia. Una celebración de la moda espontánea y de la creatividad que los niños exploran al elegir qué se ponen cada mañana.

Jenny Williams

Geeks y outsiders

“Es interesante que la gente describa a los chicos a los que dibujo como “cool”. Mi corazón está, en realidad, con los outsiders, con los geeks, con esas niñas que se visten de manera diferente. Intento mostrar a aquellos a los que los adolescentes cool mirarían raro”, explica Jenny. Skaters-emo, roller girls, normcores. Todos tienen su espacio. “Me encanta la manera en la que se arriesgan. Cómo usan la moda para definirse como parte de una tribu. Hoy, los jóvenes son los que marcan las tendencias en todas las áreas de la cultura”, afirma.

Por eso Jennny ha elegido a Olivia Bee, una de las fotógrafas menores de 25 años más prometedoras del mundo, para que firme el prólogo de su libro. Ya la conocíamos por su precocidad: empezó a hacer fotos a los 11 años y firmó una campaña de Adidas con solo 15 (tiene 20). Hoy, Olivia, que también vive en Brooklyn, es la directora del nuevo anuncio de la mítica Anaïs Anaïs, de Cacharel  y ha trabajado a las órdenes de Hermès y Roger Vivier. Esta chica de Oregón por la que nadie apostaba, también ha publicado sus trabajos en The New York Times, donde retrató a Zosia Mamet, de Girls, y en Le Monde. Todo un ejemplo de éxito precoz.

“Es duro reunir las fuerzas y la disciplina que se necesitan para dibujar todos los días”, relata Jenny desde su estudio. “Encontrar un proyecto fuera de las obligaciones familiares me ha dado mucha vida. Una artista necesita encontrar tiempo para crear, aunque sea a una escala humilde”, cuenta. “Hay gente que me ha dicho que gracias a mi trabajo ha vuelto a coger los lápices”, dice orgullosa. Entonces Jenny sabe que una batalla contra la pereza merece la pena.

Olivia Bee retratada por Jenny Williams.

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Portada del libro ‘What my daughter wore’.

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