Así es la vida de Angela Ahrendts, la directiva de los 72 millones de euros

Llegó a Apple desde Burberry. Se caracteriza por ser cálida y cariñosa con sus empleados, implacable en los negocios y por tener un gran olfato para la digitalización del lujo.

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En los últimos días ha trascendido que Angela Ahrendts, la ex directiva de Burberry que fue fichada por Apple, es la ejecutiva mejor pagada de Estados Unidos. Según Bloomberg ganaría nada menos que 72 millones de euros al año, nueve veces más que su jefe, el director ejecutivo de Apple Tim Cook, y casi 20 millones más que la mediática CEO de Yahoo Marissa Meyer, relegada al tercer puesto de la lista. Este dato pone la guinda a una carrera estratosférica y la afianza como una de las ...

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En los últimos días ha trascendido que Angela Ahrendts, la ex directiva de Burberry que fue fichada por Apple, es la ejecutiva mejor pagada de Estados Unidos. Según Bloomberg ganaría nada menos que 72 millones de euros al año, nueve veces más que su jefe, el director ejecutivo de Apple Tim Cook, y casi 20 millones más que la mediática CEO de Yahoo Marissa Meyer, relegada al tercer puesto de la lista. Este dato pone la guinda a una carrera estratosférica y la afianza como una de las mujeres de negocios con más éxito de su generación. A pesar de su imagen amable y sonriente, esta estadounidense de 54 años tiene un perfil más privado que otras ejecutivas del sector. Estas son algunas pistas para conocerla mejor y saber más sobre su vida:

Le hace la competencia a Marissa Meyer como la mejor vestida de Silicon Valley. En Burberry, además de ser una de las directivas mejor pagadas del Reino Unido, contaba con una asignación de 30.000 libras anuales para ropa y un Jaguar con chófer a su entera disposición. Alta, bronceada y con melena de peluquería era una figura de aspecto impecable entre tanto desaliño moderno londinense. En Silicon Valley, donde la idea de arreglarse pasa por quitarse las chanclas, es poco probable que Ahrendts se haya mimetizado con sus compañeros. Su seña de identidad es la sastrería blanca y las joyas de oro amarillo, una imagen que redefine los códigos de vestuario corporativos.

Siempre le ha interesado la moda
. Creció en un pueblo de Indiana, en el seno de una familia de seis hermanos en la que se compartían todas las habitaciones. Buscando un poco de tranquilidad se refugiaba en el armario bajo las escaleras, y allí cosía su propia ropa. Su sueño era ser diseñadora hasta que se dio cuenta que tenía más talento para los negocios y terminó estudiando una licenciatura de merchandising y marketing. Antes de aterrizar en Burberry fue vicepresidente de Liz Clairborne y presidente de Donna Karan International.

Angela Ahrendts llega a Apple desde Burberry, donde ayudó a digitalizar la firma.

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Su papel es clave para redefinir el lujo. Ahrendts se encarga de las tiendas físicas y online de Apple. Se dice que fue contratada para revitalizar la experiencia de compra, que tanto valoraba Steve Jobs. Ella ha supervisado el lanzamiento del Apple Watch y su posicionamiento en boutiques de culto como Colette en París y Dover Street Market en Londres. Se espera que en Apple aplique la fórmula mágica que modernizó Burberry: un storytelling, componente humano y una mezcla de lujo y accesibilidad. Junto a la llegada de Paul Deneve desde Saint Laurent a Apple y la salida de la marca de la manzana de Hector Muelas a DKNY, su contratación es una de las pruebas de que las estrategias de la moda y la tecnología cada vez son más similares.

Su familia es lo primero. Conoció a su marido Gregg en el instituto. El matrimonio llevó durante 17 años una relación a distancia mientras Angela trabajaba en Nueva York y Gregg en Indianápolis. Al mudarse a Londres para trabajar en Burberry, él abandonó su carrera para cuidar de sus tres hijos adolescentes Jennings, Sommer y Angelina. Ella por su parte nunca trabaja los fines de semana y restringe los viajes profesionales a una noche fuera de casa. Ha llegado a rechazar una invitación a los Oscar para estar con sus hijos. Se considera ante todo madre y cree que las mujeres tienen que asumir que no pueden tenerlo todo.

Ahrendts se ha convertido en la ejecutiva mejor pagada con 72 millones de euros.

No es partidaria de la cuota de género empresarial. Aunque pertenece al reducidísimo grupo de mujeres altas ejecutivas, no cree que haya que imponer una discriminación positiva. “Hay que elegir a la mejor persona para el puesto. No tiene que ver con el género, si no con la experiencia, el liderazgo y la visión", ha declarado.

Madruga, y mucho. Se levanta a las 4.30 de la mañana para meditar. Después de darse un baño, lee poesía de Maya Angelou o libros de autoayuda en el mundo empresarial como cualquiera de Jim Collins o su favorito: Las 21 cualidades indispensables de un líder, del escritor Cristiano John C Maxwell. Su única debilidad es la Coca Cola Light, que bebe durante todo el día. “Tengo la sangre marrón”, ha llegado a decir.

Es una cristiana devota.
Que lee la Biblia a diario.

Muy cariñosa con sus empleados. Es una mujer de negocios implacable, que durante su estancia en Burberry causó polémica polémica cerrando varias fábricas. Sin embargo, sus trabajadores la adoran. Es cálida, se interesa por ellos y siempre tiene una palabra de agradecimiento por el trabajo de los demás. “No temas hacer preguntas personales o compartir detalles sobre tu vida. Hablar sobre lo que haces el fin de semana, tu familia y amigos da una visión más amplia de tus compañeros, su pasión y compasión", aconsejó en una entrada en su blog de Linkdin justo al empezar su Nuevo trabajo en Apple.

Se caracteriza por ser cálida con los empleados e implacable en los negocios.

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La educaron para estar dónde está. En el instituto era animadora y una de las alumnas más aplicadas. De su madre heredó el interés por la ropa y a no quedarse en lo “meramente aceptable”. De su padre aprendió a mirarse la última en las fotos de grupo.

Es una tecnófila audaz. En Burberry animó a que la moda dejase de sospechar de lo digital. La firma retransmitió desfiles por streaming, descolocó el calendario de la moda poniendo a la venta online las prendas que aparecían a la pasarela, introdujo el iPad y las etiquetas interactivas en las tiendas y grabó desfiles con iPhone. En Apple quiere darle una vuelta a la web y aumentar las compras online. En un documento interno que se filtró a la prensa, Ahrendts pide a los empleados en Apple que inviten a los clientes a comprar el Apple Watch y el nuevo MacBook en la tienda online.

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