Aries: «Me disgusta el machismo.Todavía me preguntan quién me hace la música»

Hablamos con Isabel Fernández sobre Aries, su nuevo proyecto musical, sobre la hipersexualización en el mundo de la música y sobre cómo se hace un ‘discazo’ en una pequeña ciudad de provincias.

Isabel Fernández Reveriego es Aries. También fue la voz de Charades, uno de esos grupos mágicos que perduran y emocionan, a pesar de la escasa atención mediática. Tras la disolución de su banda, forzada por la distancia geográfica, la artista vasca recaló en Vigo, donde sigue dando rienda suelta a sus obsesiones musicales bajo este nuevo proyecto. Entre estas obsesiones podemos encontrar a Brian Wilson y la psicodelia, las armonías vocales, la experimentación sonora y las letras misteriosas y evocadoras. Hace un par de años nos conq...

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Isabel Fernández Reveriego es Aries. También fue la voz de Charades, uno de esos grupos mágicos que perduran y emocionan, a pesar de la escasa atención mediática. Tras la disolución de su banda, forzada por la distancia geográfica, la artista vasca recaló en Vigo, donde sigue dando rienda suelta a sus obsesiones musicales bajo este nuevo proyecto. Entre estas obsesiones podemos encontrar a Brian Wilson y la psicodelia, las armonías vocales, la experimentación sonora y las letras misteriosas y evocadoras. Hace un par de años nos conquistó con La Magia Bruta y en 2014 llega su continuación, el apabullante Mermelada Dorada, 11 canciones en apariencia sencillas que se van complicando y haciéndose enormes con cada escucha. Como bien dice uno de sus fans y admiradores más acérrimos, el escritor Kiko Amat, “uno podría vivir siempre en un disco de Aries”. Hablamos con Isabel sobre su disco, su arte, la situación actual de la música y eso que llaman “vivir en provincias”.

El primer disco de Aries parecía un experimento post-Charades, mientras que tu nueva entrega está más cuidada, es más compacta. ¿Qué diferencias ves entre La Magia Bruta y Mermelada Dorada?

Creo que este disco tiene más enjundia. Cuando grabé La Magia Bruta aún estaba aterrizando y adaptándome a mi nueva vida en Vigo y era la primera vez que me enfrentaba a todo el asunto musical sola. Aunque igualmente, le tengo cariño. Para Mermelada Dorada, cacharreé y probé nuevas maneras de hacer las cosas durante muchos meses. He tocado todos los instrumentos y lo he grabado teniendo presente cómo iba a llevar las canciones al directo; es como un collage musical. En general, con este disco me siento más segura y contenta.

¿Hay alguna canción de la que te sientas especialmente orgullosa?

La verdad es que no (risas). Aún lo estoy digiriendo y necesito un poco más de perspectiva y tiempo para eso.

Hace poco decías estar harta de que se considera el pop de chicas como un género en sí mismo. ¿Cómo ves la situación de las mujeres en la escena española? ¿Ha habido algún cambio notable desde que empezaste?

El cambio más valioso, en mi opinión, es que ahora hay muchísimas más chicas tocando. Hay montones de grupos con chicas en sus filas o solistas femeninas, cuando hace 15 años era más anecdótico. Eso es maravilloso. Por otro lado, me disgusta que siga existiendo mucho machismo. A mí, aún me preguntan quién me hace la música y las canciones. A nivel global, hay una tiranía de la imagen que antes yo no percibía tan intensamente —aunque esto es extrapolable a toda nuestra realidad sociocultural, no sólo la musical—. Y también existe una cosificación sexual e hipersexualización que en mi opinión roza lo grotesco. Mujeres como Joni Mitchell, Francoise Hardy, Aretha Franklin o Kim Deal no necesitaban lamer martillos o poner cara de cervatillos desvalidos. El talento era lo que prevalecía y ahora no lo tengo tan claro.

Colaboraste con la Fundación Robo y en tu blog te pronuncias de vez en cuando sobre política sin tapujos ¿Cómo crees que se está enfrentando el indie a la situación social y política actual? ¿Se hace necesario adoptar una posición pública, afecte o no a tu trabajo artístico?

No puedo hablar sobre el indie nacional con fundamento porque no estoy realmente informada sobre el posicionamiento de los grupos y el tema en general. Creo que cuando haces música, lo normal es que tu coyuntura y el entorno influyan, es difícil que tus canciones permanezcan impermeables al contexto; así que me parece normal e importante que ahora mismo haya grupos cantando sobre la execrable situación que vivimos. De todos modos, la manera en que un grupo trabaja y se relaciona es política también y puede transmitir un discurso o la ausencia de él.

¿Te interesa la opción política de los músicos y grupos que admiras?

Los artistas que más admiro, digamos, de manera global, se acercan a mis ideas. Grupos como Fugazi mantienen mi fe en el ser humano. Pero también me gusta la música de gente como Jhonny Ramone, o no tengo ni idea de qué signo político es Brian Wilson y amo sus canciones.

La producción y los arreglos de Mermelada Dorada están llenos de pequeños detalles (palmas, teclados, voces superpuestas, percusiones), ¿qué discos y productores te influyen?

Me interesa muchísimo todo lo que atañe a la producción; de hecho es la parte que más me divierte y emociona. ¡Me gustan muchos productores! Berry Gordy, Todd Rundgren, Joe Meek, Brian Wilson, Quincy Jones, J. Dilla, Avey Tare y Panda Bear… Ojalá algún día pueda ser productora, es uno de mis sueños.

¿Piensas en todo esto antes de entrar a grabar o hay lugar para la improvisación y la experimentación en estudio?

Antes de ir a grabar llevo todo súper pensado y meditado; a esta grabación acudí con dos cuadernitos llenos de apuntes. Me encanta pasar el tiempo pensando en arreglos, sonidos y ruidos. Pero no me cierro a probar cosas en el estudio, claro que no.

La portada de ‘Magia Bruta’.

La portada de Mermelada Dorada es un collage tuyo. Además lanzas fanzines y actualizas con bastante frecuencia tu blog no solo para hablar de tu arte, sino también para dar recomendaciones. ¿Ves cada cosa (Aries, los collages, los fanzines, el blog) como facetas separadas de tu creación o es todo un proyecto más grande?

Umm, son todo parte de mí y creo que en el fondo están muy interrelacionadas… No sé si podemos hablar de “proyecto más grande”; son simplemente la manera cómo yo me expreso y la forma en que me divierto. Las recomendaciones son para compartir cosas que me emocionan; a mí me encanta que me recomienden de todo y me hablen de “flipaduras” ajenas, así que intento hacer lo mismo.

La portada es impresionante, y todo el art-work del disco también, desde el vinilo rojo a la carpeta interior… ¿Tiene algún significado? ¿Nos puedes hablar de algunos de los detalles del collage?

Me alegra mucho que te guste. En la portada aparece un retrato, una pintura de la artista pontevedresa Natalia Umpiérrez, no es una foto pero es muy realista y detallista, parece una. Para mí es un honor que Natalia haya participado en esto. El resto son collages que confeccioné con algunas de mis flores favoritas y restos arqueológicos y joyas egipcias… Mi madre es experta en Egipto y amante de las plantas, son algunas de las aficiones que ella despertó en mí. Por su parte, mi sello, La Castanya, me ofreció la posibilidad de fabricar el vinilo de color y transparente y me gusta mucho el resultado.

Eres de Bilbao, has vivido muchos años en Madrid y ahora estás en Vigo… ¿Influye el lugar a la hora de crear? Hace años se comentaba que había que estar en Madrid o en Barcelona para poder sacar proyectos adelante, ¿sigue siendo así?

No creo que sea así, para nada. En “provincias” se facturan discos interesantísimos y se están cociendo escenas muy fructíferas… mira grupos como Negro, Fasenuova, Jay o BFlecha. Esta última tiene mucha repercusión fuera de nuestro país y vive en Vigo. Creo que ese tipo de diferencias se diluyeron hace mucho tiempo. También creo que los grupos de provincias están menos mediatizados por las tendencias y las modas, son más inocentes. Hablo generalizando, claro, también hay grupos alucinantes en las grandes ciudades. Pero me parece más fácil la autogestión en una ciudad pequeña; hay muchos más espacios y todo es más accesible.

¿Qué ventajas le ves a vivir en una ciudad más pequeña?

Para mí, son muchas las ventajas: mi calidad de mi vida es mayor, estoy cerca del mar y vivo con animales. Tengo más tiempo para tocar y componer. Así mismo, necesito mucho menos dinero para vivir, por lo que soy más libre. También te digo que amo Madrid y pasé una veintena maravillosa allí; supongo que depende del momento vital de cada uno.

¿Echas de menos tener una banda?

Echo de menos cantar con otras personas, eso es algo que me encanta, hacer armonías con alguien. Y echo de menos compartir la infinidad de momentos que vives cuando estás en un grupo: viajar de aquí para allí o estar en el local de ensayo. Tuve mucha suerte con Charades porque éramos verdaderos amigos.

¿Crear en solitario te da más libertad?

Ahora mismo me encanta la libertad e inmediatez que tengo, si quiero ensayar ensayo cuando quiero todas las horas que quiero; se me ocurre una idea y al instante puedo grabarla y empezar una maqueta, no tengo que explicar las canciones… ¡No sé! Quizá me he convertido en una huraña maniática (risas).

¿Cómo te planteas los directos?

En directo voy a acompañada por Natalia Umpiérrez, que hace proyecciones in situ con multitud de fluidos, materiales y collage. Las dos cacharrearemos a la par, yo con mis secuenciadores y sintes y ella con sus filtros.

*Aries actuará el jueves 29 de mayo en el Festival Primavera Sound

Isabel Fernández y Natalia Umpiérrez.

Cortesía de Aries

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