Alauda Ruiz de Azúa: «Los relatos que me encontraba de maternidad hablaban de madres locas con tono épico o cómico»

Alauda Ruiz de Azúa empezó a escribir su ópera prima, ‘Cinco lobitos’, después de ser madre porque no encontraba relatos que la ayudaran a entender esa nueva etapa. El resultado es una película ganadora en el Festival de Málaga, con Susi Sánchez y Laia Costa como protagonistas, que habla de todos los grises de la maternidad.

De izquierda a derecha, Laia Costa, con chaqueta en mezcla de lino de H&M; Alauda Ruiz de Azúa lleva top en mezcla de punto y seda de CORTANA y sobrefalda de ALBERTA FERRETTI y Susi Sánchez, con vestido de satén de MARINA RINALDI y abrigo 'Milfulle' en mezcla de algodón y metal de CORTANA.Antártica

Cinco lobitos es la historia de Amaia (Laia Costa). En sus treinta y algo acaba de ser madre y al desconcierto inicial de los primeros días en ese gran cambio de vida se añade que su pareja (Mikel Bustamante) debe marcharse por trabajo durante semanas que parecen eternas. Ante la soledad y la confusión, las dudas y los miedos, Amaia decide volver a casa de sus padres, en un agradable pueblo costero del País Vasco, para que le ayuden con la crianza de la niña en ese primer año.

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Cinco lobitos es la historia de Amaia (Laia Costa). En sus treinta y algo acaba de ser madre y al desconcierto inicial de los primeros días en ese gran cambio de vida se añade que su pareja (Mikel Bustamante) debe marcharse por trabajo durante semanas que parecen eternas. Ante la soledad y la confusión, las dudas y los miedos, Amaia decide volver a casa de sus padres, en un agradable pueblo costero del País Vasco, para que le ayuden con la crianza de la niña en ese primer año.

Así como Amaia busca refugio en el calor del hogar familiar, la guionista y directora Alauda Ruiz de Azúa (Barakaldo, 44 años) intentó encontrar ese refugio en el cine y la literatura cuando fue madre. “Empecé a buscar en ellos para intentar entender algo que no me habían contado y no encontré ningún relato con el que me sintiera identificada”, explica la cineasta. “Los relatos que encontraba sobre maternidad o eran muy cómicos o hablaban de madres muy locas, muy épicas”. A raíz de eso, empezó a tomar notas. En sus trabajos previos como cortometrajista siempre había partido de una anécdota personal y plasmando negro sobre blanco lo que sentía en aquellos primeros meses como madre se desencadenó “otro viaje emocional”. “Una de las cosas más tangibles y profundas de todo lo que estaba viviendo fue que empecé a ver a mis padres de una manera completamente diferente, comienzas a imaginártelos a tu edad con un niño y reflexionas sobre las implicaciones de las relaciones familiares, cómo nos condicionan afectivamente”.

Alauda Ruiz de Azúa con chaqueta de FENDI.Antártica

De todo eso habla Cinco lobitos, su ópera prima (en cines desde el 20 de mayo), que se estrenó en el pasado Festival de Berlín y fue la absoluta ganadora en el certamen de Málaga. Una película que nació como un intento de entender mejor su propia maternidad y ha acabado siendo una reflexión más honda sobre nuestro papel en la familia y sobre los cuidados hacia los niños y hacia nuestros mayores. Habla sobre el paso a una edad adulta en la que nunca dejas de ser hija. “Somos una generación que hemos alargado bastante el tener hijos y para mí siempre había una pregunta que sobrevolaba el guion: ¿cuándo dejas de ser hijo, si alguna vez dejas de serlo?”, se pregunta Alauda. “Al principio cuando empecé a escribir, estaba convencida de que dejabas de serlo y cuidabas a tus padres, luego llegué a la conclusión de que somos hijos de ida y vuelta, porque en cualquier momento puedes poder volver a ser ese chaval o chavala que fuiste. Es bonita esa dualidad y paradoja”.

Con el guion terminado, Alauda Ruiz de Azúa fue a buscar a su Amaia. Se lo mandó a Laia Costa. La actriz barcelonesa de 37 años, que se ha labrado un hueco en el cine independiente mundial (Victoria, Foodie Love), lo leyó cuando estaba embarazada de tres meses. Después se cruzó la pandemia y cuando empezaron a rodar entre Madrid y el País Vasco, su niña ya tenía un año. Admite que la primera vez que leyó el guion, “había es- cenas que no entendía”. “Por ejemplo, a nivel hormonal, las primeras semanas como madre ocurren muchas cosas que como actriz no puedes racionalizar, no hay lógica para agarrarte, es hormona y pura química. Y yo aproveché toda esa energía real para volcarla en el personaje”, dice.

Susi Sánchez (Valencia, 67 años) interpreta a Begoña, la madre de Amaia, una ama muy vasca, aparentemente fría, pero dedicada toda su vida al cuidado de su familia. Ella lo deja claro desde el principio. “Nunca he sido madre, aunque en pantalla lo he sido muchas veces”, sonríe, su primer Goya llegó, de hecho, por interpretar a la de Bárbara Lennie en La enfermedad del domingo (Ramón Salazar, 2018). Como le pasó a Costa, encontró en la película de Alauda, “un retrato de una maternidad muy diferente, más real”. “Nuestra sociedad define ser madre como la misión última de la mujer, como si fuera una maravilla y Cinco lobitos enseña unas madres a las que les gustan ciertas partes de ese rol y otras no tanto, como la conciliación laboral, los llantos, los cuidados 24 horas… porque aún hoy la crianza de un recién nacido va a caer en la mayoría de los casos sobre los brazos de la madre”.

Susi Sánchez lleva vestido de satén de MARINA RINALDI y abrigo en mezcla de algodón y metal de CORTANA. Laia Costa viste camisa denim en mezcla de cáñamo y algodón de LEVI’S.Antártica

La película pone dos generaciones frente a frente y el reflejo resultante es que no ha cambiado todo tanto. Así, aunque no fuera su intención inicial, la directora entiende la lectura socio-política ante Cinco lobitos en un momento de debate abierto sobre conciliación, reconocimiento del trabajo doméstico y los cuidados. “La he trabajado desde lo íntimo y personal, pero sí hay una intención como creadora de poner siempre a las mujeres haciendo algo, parece como un trabajo secundario, pequeño, pero es constante e imprescindible, siempre están cuidando de alguien, cocinando, haciendo una cama, la compra…”, explica. “Y cuando vuelve el marido, le intuimos ayudando, integrándose en esa vida doméstica”. Pero la realidad es que lo ha tenido más fácil para incorporarse al trabajo. “No he pretendido un mensaje aleccionador, pero sí exponer las intenciones de esta vida moderna”, apunta. Susi Sánchez añade: “Somos el producto de una generación de mujeres esclavizadas, es decir, entregadas exclusivamente al cuidado de los hijos, los maridos o los padres. Parece que se nos olvida que estas mujeres entregaron su vida simplemente a los cuidados. Han sido heroínas totalmente anónimas”.

“Antes había un modelo tradicional que era superdesigual y no es válido, y ahora estamos en esta transición de redefinir el modelo para que sea justo para todas las partes”, continúa la directora. Susi Sánchez, contenta por ver hacia dónde vamos, cree que no llegará a conocer la resolución de esta transición, dice entre risas. Costa está de acuerdo con sus compañeras. “Estamos en un momento en el mundo donde maternar [crianza y cuidado de los hijos por parte de su madre] desde la calma y desde el respeto es casi una utopía”, reflexiona. “En inglés se dice ‘it takes a village to raise a child’, necesitas toda una tribu para criar a un hijo; antes vivíamos en tribu y esa figura del cuidador pasaba de unas madres a otras, ahora los niños se crían con una o dos figuras, ¿cómo hacen esos cuidadores para volver al trabajo? Hay muchísima precariedad en la conciliación y parece que a nadie le interesa hablar del tema, porque estamos en una sociedad hipercapitalista donde la productividad del ser humano pasa por estar activo profesionalmente”. Ella se considera afortunada: se certificó como doula [persona que acompaña y apoya en el proceso de la maternidad] al quedarse embarazada, parió en casa y su primer trabajo tras ser madre fue esta película, su tribu fue el equipo de rodaje. “De otra forma, no habría podido maternar como quería en esas semanas que fueron un poco intensas”.

“Si algo he aprendido de esta película es que hay tantas maternidades como madres”, añade la actriz. Cinco lobitos se suma a esos nuevos relatos, en cine o en los libros, que en los últimos años han empezado a hablar de otras maternidades y a reclamar la dignificación de los cuidados. “Intuyo que es algo generacional, que las de mi quinta nos hemos parado a pensar, cada una se lo ha llevado a su lugar y lo ha contado”, cuenta la directora.

* Estilismo: Beatriz Machado. 

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