De cuando Mikey Madison aprendió ruso, ‘twerking’, ‘pole dance’ y fue la sombra de trabajadoras sexuales

El director Sean Baker ha sido el gran triunfador de la última edición de los Oscar con Anora: mejor película, dirección, guion original y montaje. Y su protagonista, Mikey Madison (Los Ángeles, 25 años), también. “Esto es surrealista”, aseguró después de lograr el premio a mejor actriz. “La película pasa de ser una comedia romántica a una comedia de slapstick en segundos, otras veces parecía que rodábamos un drama…”, explicó en una entrevista a Smoda hace unos meses.

La periodista Irene Crespo contó cómo se preparó para el papel: “Se pasaron un año escribiendo el guion para ella, mientras la actriz aprendía ruso, aprendía twerking, pole dance y se convertía en sombra de trabajadoras sexuales". “Aprendí todo lo que pude de ellas, si no lo hubiera hecho, esta habría sido otra película. Nunca me sentí desnuda, no era la única en el set y para estas mujeres su cuerpo es parte de su trabajo, es algo natural, es su herramienta de trabajo”, explicó Madison, que admitió que en este proyecto no necesitó coordinadora de intimidad.

Cuando recogió el Oscar, Madison volvió a agradecer a las trabajadoras sexuales: “Quiero reconocer y agradecerles, seguiré siendo una aliada por ustedes”. La actriz también ha logrado el BAFTA y el reconocimiento en los Spirits Awards por su actuación. “No conocía a nadie en la industria, ni en nada artístico, solo tenía a mi madre, dispuesta a llevarme a castings, no sabía nada de cine, ni de interpretación… me llevó mucho tiempo conseguir una oportunidad, muchos rechazos, tiempo sin trabajar”, reflexionó en su conversación con EL PAÍS.

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