La revolución del bolso ‘Ladylike’: cuando ser clásico es lo moderno
Su silueta retro y geométrica que triunfó hace décadas en el armario femenino se postula como el ‘it’ bag de la temporada
Como todo lo que acontece en la moda, los bolsos de estilo ladylike van y vienen de forma cíclica y 2023 es, sin duda, su año de retorno. Reconocibles por su silueta caja acompañada por asas de mano rígidas y cierres a menudo metalizados, acaban con el reinado de los bolsos curvilíneos que firmas como Coperni han promovido los últimos años. Con iconos imperecederos como Jackie O, Grace Kelly o Audrey Hepburn como sus mejores embajadoras, su perfecto equilibrio entre el más y el menos (unido a nuevos acabados y materiales) seducen, incluso, al público centennial. La pasarela otoño-invier...
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Como todo lo que acontece en la moda, los bolsos de estilo ladylike van y vienen de forma cíclica y 2023 es, sin duda, su año de retorno. Reconocibles por su silueta caja acompañada por asas de mano rígidas y cierres a menudo metalizados, acaban con el reinado de los bolsos curvilíneos que firmas como Coperni han promovido los últimos años. Con iconos imperecederos como Jackie O, Grace Kelly o Audrey Hepburn como sus mejores embajadoras, su perfecto equilibrio entre el más y el menos (unido a nuevos acabados y materiales) seducen, incluso, al público centennial. La pasarela otoño-invierno 2023 nos da las claves para saber cómo elegir con éxito esta inversión para toda la vida, o bien inspirarnos para una opción más asequible.
1. El bolso de nuestras abuelas
Está claro que todo lo que propone Miuccia Prada va a misa. Solo ella es capaz de obligarnos hacer ballet, llevar minifaldas minúsculas o sacar la ropa interior a primer plano. La diseñadora milanesa es la gran culpable de que este otoño dejemos los maxibolsos del lujo silencioso y las formas curvilíneas a buen recaudo para abrazar con emoción estas piezas de anticuario, que bien podríamos encontrar en el baúl de nuestras abuelas.
Como indican en la web de la marca, Miuccia desarrolla un diálogo entre presente y pasado basado en una estructura de volumen modernista junto a líneas rígidas y asas refinadas ultrafemeninas, con el logo grabado en el cierre o motivos florales sobre relieve. Un juego de sutiles contrastes al que se suma con maestría Ferragamo, como plasma el modelo Prism de solapa asimétrica y cierre metalizado.
2. Una sola asa rígida
Es la gran novedad en su versión moderna, como bien profetizó Jacquemus con el codiciado Chiquito hace ya unos años. Una avalancha de it bags con una sola asa sólida se adentran esta temporada; del modelo Sofia de The Row al T-Lock de Toteme o Te M de Pertegaz, la propuesta infinita de Tory Burch o Patti, de Bottega Veneta. Este último diseño, fabricado en vinilo trenzado, es uno de los más deseados de la temporada.
3. Todo al rojo
Con permiso del negro, es el color insigne de este estilo elegante y distinguido, que revolucionó el armario femenino en los años 50. El rouge de Dior y el rosso Valentino que definen la boca perfecta de una mujer son también el color más reivindicado en la pasarela, en forma de bolsos de mano brillantes y compactos. Gucci y su codiciado Horsebit, Miu Miu y el mini Wander de napa, Chanel y su minicofre de 13 cm… Se llevan casi a modo de piruleta bajo el brazo.
4. Doble asa
Aunque el modelo original seduce con una sola asa –rígida y de mano– diseñadores y casas de costura se toman nuevas licencias para dar con el bolso ladylike definitivo. Es el caso de Chanel, que añade su mítica cadena de metal y cuero a gran parte de su propuesta otoño-invierno 2023 o el mini Castellana de Palomo, en colores pastel. O la nueva versión de Penelope, el clásico bajo el brazo de Chloé que para esta temporada adopta una silueta caja con solapa en cuero de becerro y con la característica pieza metálica de la línea.
5. Rectangulares y con asa pequeña: la nueva cesta
Sus reducidas dimensiones pueden jugar al despiste. La forma alargada y cuadriforme permite llevar todo lo necesario para el día a día y evitar ese drama de elegir entre un gran smartphone o nuestro microbolso. Si Dior hace del mullido cannage una coqueta cesta urbana para su Lady D-Joy, Valentino añade a la familia Rockstud un nuevo integrante más ancho en cuero de becerro y con la cubierta de tachuelas que define a este modelo. Marni, en cambio, vpropone una versión cartera en amarillo chillón, mientras Miu Miu adhiere esta silueta rectangular a su exitoso Arcadie de napa Matelassé.
6. Vuelve el cierre de boquilla
Este elemento metálico de calado retro se adhiere a multitud de bolsos ladylike esta temporada. Para el diseño de Le Anna-Marie, Saint Laurent viaja hasta el glamour 50s de los Campos Elíseos, obteniendo una fórmula refinada de bolso de hombro en napa cepillada y ribete en contraste. GDSD, en cambio, añade un aire más festivo a su superventas Comma con tiras generosas de strass sobre el asa, mientras Givenchy ahonda en los archivos de monsieur Hubert de Givenchy para crear un bolso ladylike redondo.
7. Con piel de cocodrilo
Es la tez indiscutible de este bolso-señora. La diseñadora Tory Burch, gran instigadora junto a Miuccia del regreso de la silueta ladylike este otoño, añade la trama reptil sobre cuero y detalles de gamuza tanto en el satchel Eleanor, de boquilla y cierre con logo, como los nuevos lanzamientos de una sola asa para este otoño-invierno. Schiaparelli incorpora esta textura rugosa a su bolso surrealista Anatomy, en colores invernales como el verde hierba.
8. El logo, por delante
Aunque el lujo silencioso quiso poner fin a la ostentación evidente de la logomanía, hay marcas que se resisten a prescindir de su notoriedad y objeto de deseo. Usado, incluso, como cierre de coquetos bolsos de mano (Carolina Herrera, Tory Burch), se estampa por todo lo alto en multitud de solapas, a modo de sello en relieve (Phillipp Plein, Pertegaz, Off White).
9. Pelo y peluche: Un bolso al que achuchar
La microtendencia más arriesgada (pero no menos hipnótica) viene en forma de retales gustosos de piel, para que abracemos fuerte nuestro bolso cuando llegue el frío llegue el frío absoluto. Gucci lo interpreta con piel de borreguito en su bolso slim Horsebit en colores blanco nieve, verde, amarillo y naranja, mientras Givenchy añade a su silueta retro una cobertura de pelo en tono chocolate o negro.