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15 lecciones de feminismo que nos enseñó ‘Chicas malas’

La icónica película Chicas Malas, escrita por Tina Fey y protagonizada por Lindsay Lohan sigue en plena forma tras 15 años inculcando feminismo a todos...

Sé tú misma Es el mensaje más importante de la película dirigida por Mark Waters (con el que Lindsay Lohan había rodado un año antes Ponte en mi lugar). Juzgar y buscar una némesis no beneficia a nadie. La ingenua Cady (Lindsay Lohan en su primera película no-Disney) se las tiene que ver con la Queen B del instituto, Regina –reina en latín– George (Rachel McAdams). La recién llegada (desde África) sabrá adaptarse al nuevo ecosistema (jungla style), sacando lo peor de ella misma, pero también aprendiendo alguna que otra lección de empoderamiento.
Llamar ‘puta’ a otra mujer está mal Tina Fey, que debutó como guionista, se reservó uno de los papeles más inspiracionales. Ante su evidente falta de autoestima, la profesora Norbury anima a las chicas del instituto a dejar de insultarse entre ellas. Si una mujer llama zorra a otra por mantener relaciones sexuales está legitimando a los hombres a que se rían de su sexualidad también. Se supone que el instituto debería ser un lugar seguro.©Paramount/Courtesy Everett Col
No te hagas la tonta para ligar La sátira se ceba en la rubia tonta, especialmente con Karen (“Si eres de África, ¿por qué eres blanca?”, le pregunta a Cady), en el que fue el debut de Amanda Seyfried en el cine. Más allá de la broma, la película expone una realidad, la de las chicas que ocultan su talento, como si por el hecho de ser inteligentes los hombres pudieran tenerles miedo. Si un hombre te rechaza porque eres demasiado para él, es su problema. En Chicas Malas, a Aaron –Jonathan Bennett, al que Tina Fey eligió porque se parecía a Jimmy Fallon– los atributos físicos no le importan.United Archives/Impress (United Archives / Cordon Press)
No sigas a la multitud La película se inspira en el libro de Rosalind Wiseman "Queen Bees and Wannabes: Helping Your Daughter Survive Cliques, Gossip, Boyfriends, and Other Realities of Adolescence". Una de las realidades de la adolescencia es el hecho de dejarse arrastrar por un grupo (como le pasa a Cady con las Divinas). La profesora Norbury anima a Cady a apuntarse al club de matemáticas (algo que puede suponer un suicidio social). Pero, a veces, hay que dejar se seguir al rebaño y elegir, más allá de lo que puedan opinar los demás.
Controla tu vida Las abejas reinas surgen con sus secuaces para controlar a las chicas más dependientes y vulnerables. “La primera regla del feminismo es no salir con el ex novio de una amiga”, le espeta Getchen (Lacey Chabert) a Cady, a la que, paradójicamente, acaba de conocer. Eso ni es amistad ni es saludable, solo unas personas manipuladoras que se creen con el derecho a controlar tus movimientos y a aprovecharse de tu ingenuidad. El hecho de que Regina, Karen y Gretchen coman y beban los mismo, denota una falta de personalidad apabullante.©Paramount/Courtesy Everett Col
Asume que eres guapa Asume lo que sea. A nadie le gusta presumir por presumir, pero si, como Regina, afirman que eres guapa y tú te sientes así, ¿por qué negarlo? Cady acepta el cumplido de Regina, algo que sorprende a la chica más popular que insiste: “¿Te crees muy guapa?”. Nadie debería hacerte dudar de tu aspecto si te sientes cómoda con como eres. Sacar morritos en Instagram no es narcisista ni mezquino, si confías en tu apariencia.General (Topham/Cordon Press)
No estás sola: todas somos víctimas Puedes sufrir bullying o cualquier tipo de acoso en el que te sientas el ser más pequeño del planeta. Son experiencias que compartes con otras más mujeres aunque puedas pensar que no es así. La película demuestra que puedes pasar de ser la más querida, a la más temida y a la más odiada. El Libro Negro de las Divinas, donde se ríen de otros compañeros, es prueba de que cualquiera puede ser objeto de burla.
Con quién te acuestas es cosa tuya Producida por Lorne Michaels (creador del televisivo Saturday Night Live), Chicas Malas pretendía ser mucho más explícita, pero prefirieron meter tijera para llegar a un número mayor de jóvenes. Aún así deja claro que la sexualidad no debería provocar vergüenza alguna, que cada cual es libre de contar lo que le venga en gana, evitando así que se entrometan en tu intimidad si tú no quieres.General (Topham/Cordon Press)
No te compares con otras En el mundo competitivo de las nenas es fácil ansiar lo que tienen las demás, ya sea su ropa, su novio, su casa o su vida entera. La envidia te distraerá de tu objetivo primordial que es encontrarte a ti misma y perseguir un propósito en la vida. No tengas celos porque te comerán por dentro. “¿Por qué estás obsesionada conmigo?” es una de las frases para enmarcar de Regina (expresión que, por cierto, incluyó Mariah Carey en su canción Obsessed).©Paramount/Courtesy Everett Col
Sororidad, siempre Los micromachismos también forman parte de nuestras rutinas aunque creamos que los controlamos. La película muestra cómo estamos programadas para enfrentarnos entre nosotras, para competir. El mensaje es claro: no hay que luchar, hay que apoyarse unas a otras. Fuera represalias y revanchas. O lo que es lo mismo: “Llamar gorda a otra chica no me hace más delgada”.United Archives/Impress (United Archives / Cordon Press)
Acaba con el estereotipo En Chicas Malas, Regina es la cínica, Karen, la optimista y Gretchen la realista, pero se ironiza especialmente sobre lo que comparten: ser niñas consentidas y malvadas. También se burla del hecho de que las nenas solo vistan de rosa los miércoles y luzcan sexy siempre, ya sea en Halloween o en un concurso de talentos. Que Regina crea que Janis (Lizzy Caplan) es lesbiana, se soluciona con un juego de palabras final: Janis es libanesa.©Paramount/Courtesy Everett Col
Madres en las que confiar    La mayoría de películas juveniles cuentan con progenitores ausentes, torpes o canallas. En la película, las madres se preocupan por sus hijas. La de Regina (Amy Poehler), por su sexualidad. La de Cady se fía de ella, aunque teme sus cambios y su indulgencia es brutal (a pesar de estar castigada). Hasta la recién divorciada Norbury sabe ponerse en la piel  de sus alumnas, empatiza como deberían hacer los profesores.©Paramount/Courtesy Everett Col
Deja de mirar tu cuerpo con lupa “Creía que solo había gordas y flacas. Pero hay otras cosas que pueden estar mal en tu cuerpo”, piensa Cady cuando las Divinas enumeran sus defectos frente al espejo. Resulta absurda la obsesión por ser perfecta –ese momento en el que Regina hace lo indecible para meterse en una talla mini–, lo que crea trastornos de la alimentación a edades cada vez más tempranas. Bastante es sufrir el escáner de los demás como para que nosotras seamos nuestras propias enemigas.©Paramount/Courtesy Everett Col
Busca amigos de verdad Cady se deja arrastrar por las Divinas, creyendo que son sus amigas, pero en realidad son chicas que le dicen cómo ser y le sacan los colores. Cady se intoxica de popularidad y después de su odisea descubre quién merece la pena de verdad. Y ahí entran en juego Janis y Damian (Daniel Franzese), el amigo abiertamente gay, amigos que defenderían a Cady sin ponerla en evidencia.©Paramount/Courtesy Everett Col
Di lo que piensas En Chicas Malas brillan los diálogos contundentes y las frases para enmarcar. Una de las lecciones más importantes se basa en ser natural y en decir la verdad. No hay mejor solución para un problema con alguien que decírselo a la cara (como ocurre cuando las alumnas se sinceran entre ellas), antes de que el silencio se convierta en odio y resentimiento.United Archives/Impress (United Archives / Cordon Press)