10 trucos para que los tacones no te destrocen los pies

Eternos aliados y enemigos de las mujeres, te ayudamos a subirte a las alturas sin tener que sufrir.

Ya lo decía Christian Louboutin, “los tacones son un doloroso placer”. Aunque los pies no estén genéticamente diseñados para caminar sobre zapatos altos y la mayor parte de las veces su uso produce nocivas consecuencias (dolor, hinchazón, ampollas o rozaduras), lo cierto es que miles de mujeres (incluso hombres) a lo largo y ancho del globo terráqueo luchan a diario con tacones de vértigo. Por suerte, existen una serie de consejos y trucos que ayudan a disminuir la incomodidad de subir...

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Ya lo decía Christian Louboutin, “los tacones son un doloroso placer”. Aunque los pies no estén genéticamente diseñados para caminar sobre zapatos altos y la mayor parte de las veces su uso produce nocivas consecuencias (dolor, hinchazón, ampollas o rozaduras), lo cierto es que miles de mujeres (incluso hombres) a lo largo y ancho del globo terráqueo luchan a diario con tacones de vértigo. Por suerte, existen una serie de consejos y trucos que ayudan a disminuir la incomodidad de subirse a las alturas:

1. ‘Sticks’ y ‘sprays’ antifricción

Aplicar sticks o sprays antifricción en las áreas más problemáticas (como el talón y la punta) antes de ponernos los ‘tacones asesinos’ evitará que se produzcan rozaduras. Estos productos específicos crean una película protectora invisible sobre la piel que produce ‘efecto media’, evitando que el material del calzado la roce directamente.

2. Al congelador

Truco: llena con agua dos bolsas de plástico pequeñas (por ejemplo las específicas para congelados), ponlas dentro de los zapatos y guárdalos en el congelador. El tamaño de las bolsas aumentará cuando el agua se solidifique y los zapatos cederán. Además, al ponértelos su forma se irá adaptando a la de tu pie (con el plus del efecto frío para mejorar la circulación). Otra variante es sustituir las bolsas de agua por papel de periódico.

3. Almohadillas y plantillas

No está de más acolchar nuestras pisadas. Para eso, existen plantillas de silicona y almohadillas que se colocan en la parte delantera del zapato (aunque también las hay para el talón o para todo el pie) y alivian la presión que ejerce en esta zona el peso de nuestro cuerpo.

4. Yoga para tus pies

Una profesora de yoga estadounidense, Yamuna Zake, ha desarrollado una serie de ejercicios pensados para ‘mejorar la relación’ entre pies y tacones. Quienes los practiquen gozarán de mejor equilibrio y sufrirán menos al llevarlos.

5. Cirugía

Como alternativa extrema siempre queda la cirugía. Estamos ante el truco menos recomendable, pero lo cierto es que existe un tipo de operación en la que se inserta grasa en el talón del pie (que se extrae de otras zonas del cuerpo como el vientre) y que hace un ‘efecto almohadilla’ permanente (al menos hasta que la grasa sea absorbida por el cuerpo y sea necesaria una nueva intervención). Este tratamiento quirúrgico se realiza en una hora y solo precisa de anestesia local.

6. Mejor con plataforma

Ya hemos aprendido de Letizia Ortiz y sus ‘letizios’ (aunque ya existieran estos zapatos mucho antes) que lo mejor para ganar altura y aguantar el tipo es optar por modelos con alza en la parte delantera.

Zapatos con ‘taconazo’ y plataforma de la colección primavera/verano 2013 de Saint Laurent.

Imaxtree

7. Elegir modelos de altura media

Por evidente que parezca, si en lugar de empeñarte en calzar unos salones de 13 centímetros optas por una altura inferior, el dolor decrecerá proporcionalmente a la disminución de curvatura a la que se someta el pie. Aunque Manolo Blahnik, el mejor embajador del calzado español en el mundo, confesaba que su altura favorita son los tres centímetros (es el llamado ‘Kitten heel’ o tacón de gatita que el mismo creó), con elegir la medida con la que te sientas cómoda será suficiente. Los tacones anchos también son más confortables (y aportan un toque ‘pop’).

8. Número exacto

Es fundamental elegir el número adecuado al comprar cualquier tipo de calzado, pero la tarea se hace imprescindible cuando se trata de los modelos de tacón. Si el zapato te queda un poco grande, el pie se deslizará hacia delante, provocando presión y dolor sobre los dedos del pie (con ampolla incluida). En el caso de las sandalias, es conveniente que lleven algún tipo de sujeción (por ejemplo, pulsera en el tobillo).

Diseñadores como 3.1 Phillip Lim o Burberry apuestan por sandalias con pulsera en sus colecciones primavera/verano 2014.

Imaxtree

9. A prueba de resbalones

Si al dolor inhumano que de por sí producen ciertos tacones, añadimos que las suelas son resbaladizas, el caos está asegurado y el suplicio (al luchar apretando el pie para no caernos) será mucho mayor. Para evitarlo, existen unas pegatinas antideslizantes que se colocan en la parte delantera de la suela. También se puede recurrir al remedio de la abuela y hacer una serie de cortes en esta zona del zapato con ayuda de unas tijeras o cuchillo.

10. Zapatos de repuesto

Nunca viene mal tener un plan B. No hace falta decir que un par de zapatos planos de repuesto en el coche o el bolso pueden ser la salvación a terminar bailando descalza y con los pies negros. Las marcas lo saben, y por eso, distintas firmas como Pretty Ballerinas o Cocorose London comercializan bailarinas plegables (con bolsita y todo) para que puedas llevarlas cómodamente y usar en caso de emergencia.

Bailarinas plegables de Cocorose London.

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