La misión imposible de ‘Misión imposible 7’: volar un puente polaco
La séptima entrega de la saga preveía, para dar espectacularidad al rodaje, la destrucción parcial de una infraestructura centenaria, que acaba de ser protegida
No se puede concebir una película de la serie Misión Imposible sin explosiones. Más aún cuando cuenta como protagonista con Tom Cruise, que se prepara para rodar en el espacio con la NASA, tras filmar secuencias colgado de un avión, cayendo al vacío desde 8.000 metros de altura o saltando de un edificio a otro, lo que le costó la fractura del tobillo.
El objetivo de esta exitosa saga de acción siempre ha sido acercar la espectacularidad de las escenas...
No se puede concebir una película de la serie Misión Imposible sin explosiones. Más aún cuando cuenta como protagonista con Tom Cruise, que se prepara para rodar en el espacio con la NASA, tras filmar secuencias colgado de un avión, cayendo al vacío desde 8.000 metros de altura o saltando de un edificio a otro, lo que le costó la fractura del tobillo.
El objetivo de esta exitosa saga de acción siempre ha sido acercar la espectacularidad de las escenas cuanto más posible a la realidad, igual que hace su intérprete, que nunca emplea dobles. Para mantenerse a la altura de las expectativas, en su séptima entrega, prevista para finales de 2021, la producción planeaba destruir parcialmente un puente de 114 años en Pilchowice, en la región de la Baja Silesia (Polonia). Sin embargo, el plan ha chocado con un obstáculo imprevisto: la rotunda oposición ciudadana.
“Está en ruinas y no tiene valor. No todas las cosas antiguas son monumentos”, dijo al medio Wirtualna Polska uno de los dos viceministros de Cultura polacos, Pawel Lewandowski, encargado de la gestión de los asuntos relacionados con los medios audiovisuales. “La ley establece claramente que un monumento es solo aquello que tiene valor social, artístico o científico. En el arte y la cultura, ese valor solo surge cuando existe una relación entre el objeto cultural y las personas. Pero si un objeto no se usa, no está disponible y no tiene ese valor. Por lo tanto, no es un monumento”, añadió. A favor de autorizar la explosión se esgrimieron también los posibles beneficios para el turismo local.
Las declaraciones de Lewandowski provocaron una dura reacción por parte de los habitantes de la región, que pidieron la inclusión del puente en la lista de los monumentos nacionales protegidos. Este martes lo lograron: el organismo del Gobierno regional encargado del patrimonio aprobó la solicitud, aunque es una decisión que la compañía nacional de trenes, PKP, propietaria de la estructura, puede recurrir. Magdalena Gawin, viceministra de Cultura responsable de la preservación de los sitios de interés cultural, ha prometido que el Gobierno no recurrirá.
El puente, de 151 metros de longitud, sobrevuela el lago artificial Pilchowickie, rodeado por las montañas de los Sudetes. Fue erigido en 1906 en un momento de rápida expansión de la región, cuando todavía formaba parte de Alemania, con el objetivo de transportar el material necesario para la construcción de una represa próxima a una central eléctrica. La línea de trenes que lo atravesaba conectaba las ciudades de Lwowek Slaski y Jelenia Gora y siguió favoreciendo el turismo en la zona incluso después de que los alemanes volaran una parte del monumento para impedir la llegada de los rusos durante la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, pertenece a Polonia, donde funcionó hasta 2016, cuando la conexión se cortó debido a su precario estado de conservación.
Al principio, la productora del filme, Paramount Pictures, buscó un puente en Suiza para rodar una secuencia ambientada en la cadena de los Alpes, pero el Gobierno helvético se negó a los planes de destrucción de sus infraestructuras. Así que la compañía recurrió a una filial polaca llamada Alex Stern para encontrar otra solución, que fue hallada en la Baja Silesia. Nada más hacer pública en Instagram la elección del sitio por parte del director de la película, Christopher McQuarrie, comenzaron las primeras críticas. “¿Cómo debe de ser su ego para pensar que su película es más importante que un monumento histórico que no puede ser reemplazado? Que use CGI [la recreación de efectos especiales por ordenador], como hacen todos los demás”, le espetó un usuario.
Peter Gerber, director de la Fundación para la Protección del Patrimonio Industrial de Silesia, ha encabezado la revuelta. Explica por teléfono que su organización recibió el pasado diciembre la visita de Robert Golba, director de Alex Stern, en busca de localizaciones para rodar en “con puente y agua”. Cuando se enteró de los planes pirotécnicos de Misión Imposible, empezó la movilización, aunque la aparición de la covid-19 pareció detenerlo todo: “Pensé que estaba resuelto, pero entre mayo y junio se retomó la idea. Escribimos artículos en la prensa local y cartas a la compañía de trenes. Todos dijeron que no sabían nada, pero era falso”.
Tanto el viceministro Lewandowski como la Paramount y Alex Stern se han defendido sosteniendo que nunca quisieron destruir el puente entero y que el rodaje era una oportunidad para el turismo. “Propusimos derribar la parte de la estructura que debía ser reemplazada de todas formas [dado su mal estado]”, responde Golba en un correo. “Las personas que sostienen que el puente solo tiene que ser ligeramente retocado no tienen conocimientos de ingeniería. Hemos hecho un informe de 300 páginas. Nuestro objetivo fue siempre rodar, renovar la estructura y devolver a la vida la línea de trenes”, añade.
Las dudas aumentan cuando el debate se mueve hacia el dinero. Gerber sostiene que derribar el puente significaría incurrir en gastos muy por encima de la restauración de la estructura original —27 millones de euros contra 1,5— y que el Gobierno no tiene ni idea de dónde sacar los recursos. Por otro lado, Golba afirma que una parte de la reconstrucción sería financiada por la producción y otra por la compañía de trenes estatal.
La polémica ha alcanzado resonancia internacional, tanto así que el director del largometraje, McQuarrie, ha decidido publicar una carta en el sitio web Empire para aclarar el asunto. “Nunca hubo un plan para volar un monumento protegido”, escribe. “La zona en cuestión estaba ansiosa por promover el turismo. Siendo las carreteras locales lo que son, su mejor oportunidad de hacerlo reside en revitalizar un sistema ferroviario obsoleto. Esto incluye el reemplazo de la plataforma principal del puente en cuestión, que los ingenieros han considerado estructuralmente defectuoso”, sigue el texto, donde promete que la producción ha considerado medidas para proteger el medio ambiente que rodea el lago y acusa a un individuo de “manipular la respuesta emocional de la gente en un movimiento que ha comprometido nuestras ambiciones de llevar el rodaje a Polonia”.
Ahora que el puente es monumento nacional, PKP está dispuesto a ofrecer otra estructura situada en Stobnica, en el noroeste del país, aunque Gerber piensa que podría surgir un movimiento de protesta parecido a lo de Silesia. El actor Simon Pegg ha anunciado que el rodaje se reanudará en septiembre y que las primeras escenas serán las exteriores. Por lo tanto, el destino del puente del lago Pilchowickie está a punto de decidirse, aunque la nueva protección del que goza parece convertir realmente en una misión imposible los planes de la producción. Sin embargo, su director, lo tiene claro: “¿Misión Imposible llegaría a volar parte de un puente? ¿En nombre del entretenimiento? Absolutamente. Y en beneficio de la industria cinematográfica polaca, la economía local y con el mayor cuidado del medio ambiente circundante”.