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El .es pierde brío en la guerra de los dominios

El crecimiento de esta y otras extensiones clásicas está estancado desde que se abrió el mercado

Getty Images

No es que sean los espartanos al filo de Las Termópilas. La tropa de dominios .es no ha dejado de engordar desde su nacimiento, en 1989. El pasado mes de abril alcanzó los 1.862.161 registros activos. Pero, después de casi 30 años sumando efectivos, ya no crece como antaño.

La misma extensión que en 2006 incrementó sus filas en un 70% -casi 300.000 dominios más- lleva ocho años sin rozar siquiera el 20%. “Esto responde a la maduración natural de cada sector”, explica Álvaro Rudíez, de Arsys empresa especializada en servicios de hosting y ...

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No es que sean los espartanos al filo de Las Termópilas. La tropa de dominios .es no ha dejado de engordar desde su nacimiento, en 1989. El pasado mes de abril alcanzó los 1.862.161 registros activos. Pero, después de casi 30 años sumando efectivos, ya no crece como antaño.

Variación de los dominios activos

La misma extensión que en 2006 incrementó sus filas en un 70% -casi 300.000 dominios más- lleva ocho años sin rozar siquiera el 20%. “Esto responde a la maduración natural de cada sector”, explica Álvaro Rudíez, de Arsys empresa especializada en servicios de hosting y cloud computing. En 2016, los .es activos sumaron 40.000 integrantes, un incremento del 2.4% con respecto al año anterior.

“Nuestro crecimiento es moderado, tal y como ocurre con los indicativos de internet que están en su fase de madurez y que mejor funcionan”, añade Iris Carro, subdirectora adjunta de dominios .es. Lo cierto es que entre 2015 y 2016, hasta los genéricos .net y .org registraron variaciones negativas, mientras que el crecimiento de la extensión patria superó incluso al del omnipresente .com y sus imbatibles 126 millones de nombres de dominios registrados en todo el mundo.

Número de registros por extensión

Pero la guerra no tiene visos de estar amainando. El problema es que el .es alcanzó su “madurez” compitiendo con una veintena de extensiones entre las que se encontraban las anteriores. En 2013 la Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN), centinela del orden de Internet, suavizó las condiciones y simplificó el proceso para crear dominios. “Las nuevas extensiones están haciendo promociones muy agresivas. Muchas empresas y particulares están confiando en ellas para lanzar su proyecto en Internet. Es lógico”, razona Rudíez.

Ahora la milicia .es se bate con más de 1.000 ejércitos por quedarse con cada nueva web. Extensiones a la medida de todos los proyectos: .abogado, .beer, .actor, .cheap, .diet, .fish, .horse, .museum, .ninja, .rehab, .rip, .smile, .vodka… “Los clientes se encuentran con una mayor oferta, lo cual está muy bien, aunque en ocasiones también les supone cierta confusión y la necesidad de afrontar un análisis antes de decidir con qué dominios van a mantener su presencia digital”, señala Carro.

Cuando se abrió la convocatoria para el registro de los nuevos dominios, que empezaron a introducirse en 2013, ICANN recibió 1.930 solicitudes. “Muchas se quedaron por el camino debido los requisitos, avales técnicos y económicos que pedían”, recuerda Rudíez. Casi 600 propuestas se retiraron antes del inicio del proceso y 42 fueron rechazadas. Entre las que consiguieron su extensión, figuran algunas entidades españolas: .bbva, .lacaixa, .mango, .movistar, .seat, .zara...

  • Comunicación segura

“La misión del registro .zara será proteger la integridad de la mundialmente famosa marca Zara en el sistema de dominios, además de promover la comunicación segura entre los miembros del grupo y clientes, socios y accionistas”, proclamaba la solicitud de Inditex. Telefónica también había presentado una solicitud para .terra, pero acabó retirándola.

También se subieron al carro algunos dominios regionales, como el .eus, pensado para promoción del euskera y la cultura vasca y el .gal, homólogo gallego del anterior. ¿El enemigo en casa? “Sus objetivos y segmento de clientes son muy concretos. Los .es son más flexibles y abiertos en ese sentido. Hay cabida para todos y ambos pueden sobrevivir”, asegura Iris Carro.

Altas y bajas de dominios .es

La extensión vernácula tuvo su año dorado en 2005, cuando se simplificaron los trámites de registro y se redujeron las tarifas. Un incremento del 250% triplicó la marca del año anterior y batió un récord que nadie espera ver caer. La directora adjunta de Dominios .es no se muestra preocupada por la tendencia mundial, que revela incrementos cada vez menos significativos: “Hoy por hoy, estamos más focalizados en fomentar dominios reales y seguros con una gestión eficiente, que en dinámicas de promoción agresivas para un crecimiento más acelerado, pero menos estable”.

El .es es la opción más cercana y que más confianza genera en los españoles Iris Carro, subdirectora adjunta de Dominios .es

También resta importancia al ligero incremento que se ha venido registrando en el número de bajas anuales de sus dominios. Coincide con Rudíez en que un alto porcentaje de los caídos corresponden a proyectos fallidos o que nunca llegaron a desarrollarse. Tampoco hay que olvidar que las redes sociales han ofrecido a muchas personas y entidades la posibilidad de tener una presencia online sin necesidad de contar con un dominio. Además, con el desembarco de las nuevas extensiones, la estrategia de comprar todas las extensiones asociadas a una marca ha perdido sentido y, sobre todo, rentabilidad.

¿Ha perdido popularidad el .es? “Al contrario. Es la opción más cercana y que más confianza genera en los españoles. Sus características conforme a precio, procesos, tecnología, atención al cliente, etcétera, permiten operar como un competidor potente en el mercado”, afirma Carro.

De entrada, tener un dominio .es suma algunos puntos de cara a las búsquedas realizadas desde España. Por otra parte, más allá de contar con el favor de los buscadores, que depende de muchos más factores, los dominios .es son un bien de propiedad pública y como tal están regulados. “Aquí es necesario que haya una colaboración entre entidades públicas y privadas con el fin de continuar divulgando y evangelizando para que el .es no pierda terreno”, comenta Rudíez.

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