Las multas por volar un dron a menos de ocho kilómetros de un aeropuerto llegan a los 225.000 euros

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) ha recordado este lunes que no está permitido el uso de drones a menos de ocho kilómetros de un aeropuerto. Hacerlo puede acarrear multas de hasta 225.000 euros. La entidad ha advertido de estas sanciones en su cuenta en Twitter tras conocerse que el tráfico del Aeropuerto Madrid-Barajas ha tenido que ser interrumpido este lunes durante horas por ...

La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) ha recordado este lunes que no está permitido el uso de drones a menos de ocho kilómetros de un aeropuerto. Hacerlo puede acarrear multas de hasta 225.000 euros. La entidad ha advertido de estas sanciones en su cuenta en Twitter tras conocerse que el tráfico del Aeropuerto Madrid-Barajas ha tenido que ser interrumpido este lunes durante horas por la presencia de una de esas aeronaves no tripuladas.

Volar estos aparatos en los alrededores de un aeropuerto es una infracción grave y las sanciones pueden alcanzar los 90.000 euros, aunque en el caso de infracciones muy graves, la multa podría llegar incluso a los 225.000 euros. En la guía elaborada por la agencia sobre las recomendaciones del uso lúdico de drones, detalla que "no está permitido volar en espacios reservado para aeronaves", así como allí donde se realicen vuelos a baja altura. Entre las recomendaciones generales para el uso recreativo están las de mantener a la vista el dron y volar siempre a una altura máxima de 120 metros.

Esta es la primera vez que un dron paraliza el mayor aeropuerto de España, a pesar de que ha habido otros incidentes menores. La Guardia Civil cuenta con una unidad que se encarga de la vigilancia y las propuestas de sanciones de los drones en toda España. Se llama equipo Pegaso y tiene la sede precisamente en Barajas. El pasado 15 de julio denunció a un hombre tras comprobar que había realizado varios vuelos no autorizados de drones junto a este aeropuerto.

El incidente más conocido causado por una de estas aeronaves no tripuladas tuvo lugar en Gatwick, justo antes de las Navidades de 2018. Este aeropuerto, el que tiene más tráfico de todo Reino Unido, se vio obligado a cancelar más de 240 vuelos y afectó a más de 140.000 pasajeros. La policía británica detuvo a dos personas que se enfrentaron a una condena de hasta cinco años de prisión, aunque finalmente fueron liberados sin cargos.