Feijóo: “La estabilidad de España se entrega como moneda de cambio”

El presidente de la Xunta acusa a Sánchez de "primar acuerdos con líderes condenados" y afirma que "Galicia no permanecerá callada"

A Coruña -
El presidente gallego, durante su discurso de fin de año en una imagen cedida por la Xunta.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, despide el año abrazado a los mantras que seguro marcarán la batalla electoral que deberá librar el PP este 2020 para defender en las urnas su única mayoría absoluta autonómica de todo el Estado y frenar una alternativa de izquierdas. Desde un aula de un instituto de secundaria de Ourense donde él estudió, Feijóo ha repetido este martes que sus diez años de gobierno en Galicia encarnan la “estabilidad” y la “moderación” frente a una ...

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El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, despide el año abrazado a los mantras que seguro marcarán la batalla electoral que deberá librar el PP este 2020 para defender en las urnas su única mayoría absoluta autonómica de todo el Estado y frenar una alternativa de izquierdas. Desde un aula de un instituto de secundaria de Ourense donde él estudió, Feijóo ha repetido este martes que sus diez años de gobierno en Galicia encarnan la “estabilidad” y la “moderación” frente a una España “sometida a sobresaltos”, al “atraso interminable de decisiones urgentes” y a la “política cautiva de posiciones extremas”.

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El presidente de la Xunta ha cargado al mismo tiempo contra la “parálisis política” y contra las negociaciones del PSOE con ERC para desbloquear la investidura. En un mensaje grabado antes de que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, presentasen el programa político de su alianza, Feijóo ha insistido en culpar a los socialistas de la falta de acuerdo con el PP para desatascar la situación política. “Se priman acuerdos con fuerzas y líderes juzgados y condenados, que tienen el propósito confesado y ratificado de socavar la España de las Autonomías”, ha afirmado, mientras “se descartan entendimientos basados en la moderación”.

Feijóo no ha dudado en identificar las posiciones de su gobierno con Galicia entera y ha repetido el nombre de la comunidad que gobierna 31 veces en diez minutos de discurso: “Galicia no permanece ni permanecerá callada cuando la necesaria estabilidad de nuestra nación común se entrega como moneda de cambio”. El presidente gallego ha asegurado que toda Galicia “siente una lógica inquietud por la indefinición de la fecha de finalización de las obras del AVE” y “asiste con estupor a una errática política que parece destinada a condenar a una parte” de su sector industrial. Aunque aún no ha aclarado si será de nuevo el cabeza de cartel de su partido en las elecciones previstas para septiembre, ha rematado la alocución con un “Galicia es todo”.

Feijóo ha elegido un centro educativo para pronunciar su mensaje de fin de año porque en el último informe Pisa los estudiantes de la comunidad se situaron a la cabeza en Ciencias y en los primeros puestos en Matemáticas. Según el presidente gallego, estos resultados avalan “el esfuerzo educativo hecho por la Galicia autogobernada”.

En un año en el que las protestas por el deterioro de la sanidad gallega han arreciado como nunca y que se ha cerrado con la contestada clausura del paritorio del hospital comarcal de Verín, Feijóo ha esgrimido que el gallego es “un pueblo reivindicativo”, lo que “supone un constante acicate para sus gobernantes”. “Rectificar decisiones equivocadas, mal explicadas o mal entendidas forma parte de las obligaciones de un político”, ha afirmado, sin especificar si él en concreto va a enmendar alguna de sus medidas.

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Lo que parece seguro es que Feijóo no piensa dar marcha atrás al decreto que en 2010 recortó la presencia de la lengua gallega en las aulas y que el Consejo de Europa recomienda rectificar para frenar la pérdida de hablantes. Galicia, ha advertido, seguirá ejerciendo el “bilingüismo cordial”, las palabras con las que el presidente gallego bautizó las rebajas en la protección al idioma propio que impulsó cuando, hace una década, fue investido por primera vez.

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