Rodríguez Zapatero, abril de 2008, un debate ante la crisis
La preocupación por la marcha de la economía centró el discurso del líder socialista "No habrá recortes en derechos sociales, seguiremos ampliando derechos y políticas sociales"
La economía mundial llevaba al menos un año dando la voz de alarma cuando José Luis Rodríguez Zapatero pronunció su segundo discurso de investidura. El tono que el líder socialista adoptó en su segundo debate de investidura fue diferente al triunfalismo que dominó el acto en 2004. Si bien no hablo de recesión, reconoció que a España le esperaban “dos años de desaceleración”. Fue la primera vez que el presidente hablaba abiertamente de las inminentes “turbulencias”. Dedicó el triple de tiempo que en 2004 a hablar de propuestas en materia económica. Prometió planes de choque ante el aumento de l...
La economía mundial llevaba al menos un año dando la voz de alarma cuando José Luis Rodríguez Zapatero pronunció su segundo discurso de investidura. El tono que el líder socialista adoptó en su segundo debate de investidura fue diferente al triunfalismo que dominó el acto en 2004. Si bien no hablo de recesión, reconoció que a España le esperaban “dos años de desaceleración”. Fue la primera vez que el presidente hablaba abiertamente de las inminentes “turbulencias”. Dedicó el triple de tiempo que en 2004 a hablar de propuestas en materia económica. Prometió planes de choque ante el aumento de las hipotecas, los ajustes en el sector de la construcción o la subida de precios. Zapatero aseguró que no recortaría gastos sociales “como hacen otros países europeos”, sino que apostaría por la solidaridad con los más afectados por la crisis. “Mi idea de España es la de una sociedad que no abandona a nadie en el infortunio”.