“Quiero trabajar y ayudar a la gente de mi país”

El refugiado sirio que recibió una zancadilla en Hungría pasa su primer día en Getafe

Osama Abdul Mohsen y su hijo Zaid, este jueves en Getafe.Kike Para

A Osama Abdul Mohsen, refugiado sirio, este jueves le paraban por la calle para darle la bienvenida. Hace apenas 10 días, su imagen cayendo al suelo junto a su hijo de siete años después de que una periodista húngara les hiciera una zancadilla dio la vuelta al mundo. El miércoles pasó su primera noche en Getafe. Este jueves, sus vecinos le felicitaban. “¡Enhorabuena!”, le ha dicho una señora. “Por favor, fírmeme un autógrafo”, ha pedido otra. Él, perplejo, solo daba las gracias.

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A Osama Abdul Mohsen, refugiado sirio, este jueves le paraban por la calle para darle la bienvenida. Hace apenas 10 días, su imagen cayendo al suelo junto a su hijo de siete años después de que una periodista húngara les hiciera una zancadilla dio la vuelta al mundo. El miércoles pasó su primera noche en Getafe. Este jueves, sus vecinos le felicitaban. “¡Enhorabuena!”, le ha dicho una señora. “Por favor, fírmeme un autógrafo”, ha pedido otra. Él, perplejo, solo daba las gracias.

Cansado, tras dos días sin casi dormir, no paraba de repetir que estaba feliz. Después de huir de la guerra en su país, y tras pasar un año y medio en Turquía, había logrado llegar a Múnich (Alemania) y, de ahí, coger un tren a Madrid junto a dos de sus hijos. “España es un sueño”, explica.

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“Frustración y mucho dolor”. Así resume sus sentimientos al caer al suelo tras la zancadilla en la frontera húngara. Fue esa agresión la que dio a conocer su caso e hizo que Miguel Ángel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores, ofreciera su ayuda para que Abdul Mohsen —que dirigía un equipo en Siria— pudiera venir a España. “Ahora solo me falta traer a mi mujer y a mis otros dos hijos, que siguen en Turquía”, dice.

La de este jueves ha sido una agenda apretada. El teléfono no ha parado de sonar. Los periodistas han hecho guardia en su puerta. Muchas entrevistas. “No nos esperábamos este revuelo”, reconoce.

“Me han dicho que muy pronto mis hijos empezarán a estudiar, y yo quiero trabajar”, apunta. Fuentes del Ministerio del Interior aseguran que se está buscando la “mejor fórmula” para este caso, “que necesita una solución extraordinaria y urgente”.

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Abdul Mohsen espera reunir pronto a su familia. “Después, quiero hacer algo para ayudar a la gente de mi país. En Siria se pasa hambre. [El presidente] El Asad y el Estado Islámico luchan, y la población, en medio, muere”.

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