El líder del PP agradece “la difícil y compleja” lidia de Cospedal
Rajoy dedica un gesto de su discurso a la cuestionada secretaria general El presidente participa este miércoles en dos actos en Castilla-La Mancha
Muchas de las miradas dentro y fuera del PP están depositadas en Dolores de Cospedal, su número dos. Por su gestión del partido en el pasado; por la explosión pública alentada por dos de sus principales colaboradores el fin de semana contra la dirección del PP de Andalucía y contra su teórico factótum Javier Arenas; y por su futuro político, gane o pierda el 24 de ma...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Muchas de las miradas dentro y fuera del PP están depositadas en Dolores de Cospedal, su número dos. Por su gestión del partido en el pasado; por la explosión pública alentada por dos de sus principales colaboradores el fin de semana contra la dirección del PP de Andalucía y contra su teórico factótum Javier Arenas; y por su futuro político, gane o pierda el 24 de mayo, en Castilla-La Mancha. Todos los dirigentes consultados estos días admiten que no habían visto nunca en el partido una reacción tan virulenta como la de dos dirigentes de confianza de Cospedal contra Arenas y Soraya Sáenz de Santamaría. Cospedal se sabe cuestionada y examinada, pero también está harta. Y ha echado en falta, varias veces, el aliento expreso de Mariano Rajoy.
Este martes lo recibió, también a la manera del dirigente gallego. Fue al final del discurso: “Quiero terminar dando las gracias en este año, un año electoral, a toda la dirección del partido, empezando por la secretaria general, que ha tenido que lidiar situaciones muy complejas y muy difíciles, como todos sabéis”.
El equipo de Cospedal agradeció el gesto: “Nosotros ya lo sabíamos pero ahora ha sido público y mañana [por este miércoles] se verá otra vez cuando Rajoy acuda a Ciudad Real a un acto de Gobierno y a la presentación de los candidatos de Castilla-La Mancha”.
Cospedal, sentada junto a Rajoy en la mesa presidencial, fue la única que realizó, junto al número tres, Carlos Floriano, una intervención previa a la de Rajoy. Un balance de legislatura.
Luego se abrió un turno de preguntas. Nadie pidió la palabra. Tras el discurso de Rajoy se dio otra oportunidad para hablar. Nadie recogió ese testigo. A la salida, en la puerta, el barón gallego Alberto Núñez Feijóo, en las apuestas para ese cargo, alabó los éxitos electorales en la etapa de Cospedal.