La Audiencia Nacional suspende la salida de un activista saharaui
El tribunal concede la medida cautelar que la defensa había solicitado el 27 de febrero
La Audiencia Nacional ha ordenado suspender la salida obligatoria de España de Hassanna Aalia, condenado a cadena perpetua en Marruecos. El Ministerio del Interior le había notificado, el pasado 19 de enero, la denegación del asilo político y, por tanto, le fijó 15 días de plazo para abandonar el territorio. Sin embargo, el tribunal ha concedido, en una resolución difundida este lunes, ...
La Audiencia Nacional ha ordenado suspender la salida obligatoria de España de Hassanna Aalia, condenado a cadena perpetua en Marruecos. El Ministerio del Interior le había notificado, el pasado 19 de enero, la denegación del asilo político y, por tanto, le fijó 15 días de plazo para abandonar el territorio. Sin embargo, el tribunal ha concedido, en una resolución difundida este lunes, la medida cautelar que el 27 de febrero había solicitado la defensa del activista saharaui.
La medida de suspensión será válida hasta que la propia Audiencia se pronuncie sobre la denegación de protección internacional. "Cuando dictamine si la decisión fue ajustada o no al derecho, cualquiera de las partes, tanto Hassanna como la Abogacía del Estado, puede recurrir ante el Tribunal Supremo", ha explicado Javier Canivell, responsable del Servicio Jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) de Euskadi.
Según CEAR-Euskadi, que recurrió la denegación de asilo, Aalia ha desarrollado su militancia política en la Asociación de Víctimas de Violaciones Graves de los Derechos Humanos y ha denunciado la situación del pueblo saharaui "de manera pacífica".
El joven, de 26 años, reside en el País Vasco desde 2011 y fue sentenciado por su participación en las protestas del campamento de Gdeim Izik en 2010. La manifestación, la más multitudinaria desde que España abandonara el Sáhara Occidental en 1975, reunió a 20.000 personas que exigían mejores condiciones de vida. Rabat acusa de tener relación con la muerte de 11 agentes marroquíes y dos civiles. Él niega haber matado a nadie y dice que su "único delito" fue "atreverse" a disentir.