El fiscal rechaza un pacto con el excargo de Matas acusado de malversación
Damián Vidal alega desequilibrio mentales y que "no sabia decir que no"
El profesor e informático Damián Vidal, exdirector de la empresa pública Bitel del Gobierno de Baleares, del PP, de Jaume Matas (2003-2007), se ha sentado hoy en el banquillo con una petición del fiscal Pedro Horrach de 14 años de cárcel por supuesta corrupción. Está acusado de los delitos de malversación de caudales públicos, defraudación, falsedad documental y revelación de secretos. Se apropió, según la acusación, de 700.000 euros. Está en libertad bajo fian...
El profesor e informático Damián Vidal, exdirector de la empresa pública Bitel del Gobierno de Baleares, del PP, de Jaume Matas (2003-2007), se ha sentado hoy en el banquillo con una petición del fiscal Pedro Horrach de 14 años de cárcel por supuesta corrupción. Está acusado de los delitos de malversación de caudales públicos, defraudación, falsedad documental y revelación de secretos. Se apropió, según la acusación, de 700.000 euros. Está en libertad bajo fianza de 200.000. El Ministerio Público ha rechazado un pacto para evitar la prisión del cargo.
La vista se suspendió días atrás al solicitar la defensa de Vidal que fuese sometido a un informe pericial de un psiquiatra para evaluar su estado de salud mental. Alegó que “no sabía decir que no” para justificar el despilfarro.
La defensa de Vidal propone una negociación con la fiscalía, un pacto de confesión de los delitos y reparación de los daños para evitar su ingreso en prisión. Junto al exgerente también serán juzgados sus socios colaboradores y testaferros, excargos de Bitel y el abogado secretario que retornó el dinero.
Vidal fue cargo de confianza política de Matas, tras ayudarle como perito judicial de parte en la causa por supuesto espionaje electrónico al PSOE por el que se juzgó y exculpó a la secretaria y asistente del presidente balear.
Damián Vidal -que ha seguido dando clases en la Universidad balear UIB- en la época Matas usó la visa de Bitel para uso particular: cargó gatos de librería, gasolinera, juguetes, viajes y hoteles de lujo, almuerzos más el amueblamiento de su casa. Se asignó pluses salariales, pagos y préstamos a cargo de la empresa. Compró un todo terreno a cuenta de Bitel y al cesar se lo llevó, luego -al exigirle el retorno del vehículo- lo pagó y se lo quedó. Vidal sostiene que Bitel no era pública porque tenía a Telefónica y Sa Nostra de accionistas y mil clientes privados.