Ganar credibilidad para superar la crisis

El presidente de Repsol cree que el momento actual exige una visión global de los desafíos

Antonio Brufau.REUTERS

La complejidad del momento actual exige tener una visión global de los desafíos a que hacen frente España y el conjunto de Europa, y entender que el nuevo gobierno debe poner en marcha un programa integral de reformas para nuestro país que permita, al mismo tiempo, contribuir a resolver el grave déficit de liderazgo y confianza que sufre la Unión Europea.

Al necesario cambio de los vectores de crecimiento de la economía española, tras una década de una demanda interna pujante favorecida por unos reducidos costes de financiación, se le une en el corto plazo el reto de recuperar la confia...

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La complejidad del momento actual exige tener una visión global de los desafíos a que hacen frente España y el conjunto de Europa, y entender que el nuevo gobierno debe poner en marcha un programa integral de reformas para nuestro país que permita, al mismo tiempo, contribuir a resolver el grave déficit de liderazgo y confianza que sufre la Unión Europea.

Al necesario cambio de los vectores de crecimiento de la economía española, tras una década de una demanda interna pujante favorecida por unos reducidos costes de financiación, se le une en el corto plazo el reto de recuperar la confianza de unos mercados financieros internacionales muy sensibles a la situación europea actual.

En este sentido, una de las prioridades inmediatas para el nuevo gobierno debe ser la mejora de la percepción sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas. Es ineludible una revisión de la acción pública que incluya una identificación adecuada de las necesidades reales de gasto público. Desde la óptica de los ingresos, es necesario realizar acciones procíclicas al sistema fiscal español, para corregir el actual déficit estructural de las cuentas públicas.

Sin duda, otro de los puntos críticos a afrontar por parte del gobierno es la creación de empleo. Tenemos una de las tasas de temporalidad más elevadas de la Eurozona y una tasa de paro que duplica la media de los países miembros. Aunque el desencadenante inmediato de la crisis fue la caída de la actividad del sector de la construcción, sus causas más profundas se refieren a la rigidez de los ajustes de precios y salarios de la economía española, rigidez que hace precisa una reforma más amplia del mercado laboral español.

Para dar respuesta a las necesidades mencionadas, es indispensable la recuperación de una senda de crecimiento sólida. Los desequilibrios acumulados, y la necesidad de corrección de los mismos, mantendrán contenida la demanda interna española en el corto y medio plazo. Bajo este escenario, la demanda externa podría aportar el dinamismo necesario para retomar un crecimiento sólido; pero para ello será necesario recuperar la competitividad perdida durante los últimos quince años. Hay que tomar medidas enfocadas a agilizar la creación e internacionalización de nuestras empresas, además de crear un entorno favorecedor de la asunción de riesgo y de la innovación por parte de los emprendedores.

Para concluir, es importante señalar dos elementos esenciales para la competitividad a largo plazo de nuestra economía que, a mi juicio, están estrechamente relacionados entre sí. Se trata de la productividad y la eficiencia. Necesitamos incrementar la productividad de nuestras empresas para sostener tasas de crecimiento económico acordes con nuestro potencial. Y, al mismo tiempo, necesitamos orientar nuestro modelo de producción y consumo hacia una máxima eficiencia en el uso de recursos naturales, incluyendo el agua, la energía y el territorio, apostando por la tecnología y por conceptos como la innovación frugal. Reducir la huella ambiental de nuestra economía es también un requisito para su sostenibilidad a largo plazo.

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