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La desesperación de las víctimas del terremoto de Marruecos: “Nos prometieron ayuda. Estamos cansados de esperar”

Las cicatrices del desastre permanecen en el paisaje y en las vidas de los afectados, que hablan de promesas incumplidas y desafíos persistentes un año después del seísmo que causó casi 3.000 muertos y devastó la región del Alto Atlas

Sou Harris Matias Chiofalo
Imi N’Tala / Ighil (Marruecos) -
Un año después del violento terremoto que causó casi 3.000 muertos y devastó la región del Alto Atlas de Marruecos, las cicatrices del desastre permanecen en el paisaje y en las vidas de los afectados. En el pueblo de Imi N'ougarzi, a unos 15 kilómetros del epicentro, la situación es particularmente desalentadora. Un ejemplo es el de Fatima (88 años), que perdió su hogar en el terremoto y que, como muchos otros, ha estado esperando ayudas que no llegan. “No tengo nada, solo la esperanza de que algún día podré volver a tener una casa”, comenta.SOU HARRIS
En la localidad de Imi N'Tala, el panorama es igualmente preocupante: el pueblo ha desaparecido prácticamente del mapa. Las casas que solían albergar familias enteras se han reemplazado por barracones y tiendas de campaña, pero estas soluciones temporales se están deteriorando rápidamente.Matias Chiofalo
“Cada día es una lucha”, dice Khadija Atidar, residente de los barracones proporcionados por la ONG ADRA. “Nos prometieron ayuda, pero lo único que hemos recibido son palabras vacías. Estamos cansados de esperar”.Matias Chiofalo
Los habitantes de Ighil, epicentro del terremoto, están en un estado de provisionalidad perpetua, atrapados en un ciclo de reparación y desmoronamiento. La promesa de una reconstrucción efectiva parece lejana, y la falta de avances visibles ha dejado a la comunidad en una situación de incertidumbre y desesperanza. Muchas familias marroquíes dicen no haber recibido aún la subvención mensual de 2.500 dirhams (unos 230 euros) prometida hace un año. “[Muchos vecinos] todavía viven en tiendas de plástico, soportando temperaturas extremas y condiciones duras. Han sido dejados a su suerte durante meses”, lamenta Rabia, de la localidad de Tifni.SOU HARRIS
Activistas como Saïd, en la foto, ven "numerosas irregularidades" en la gestión de esta crisis, incluyendo autoridades que han favorecido a sus familiares en la distribución de la ayuda.MATIAS CHIOFALO
Samira, vecina de Tifni de 17 años, asegura que las autoridades locales están presionando a las familias asentadas en un terreno visible desde la carretera de Talaat N'Yakoub para que se vayan, ya que su presencia perjudica a la imagen turística. “Nos cortaron el agua”, explica, señalando que esta medida busca forzarlos a abandonar el lugar. Aunque precario, el terreno es el único refugio disponible tras la destrucción de su pueblo por el terremoto.SOU HARRIS
Las aldeas más devastadas por el terremoto vieron cómo muchas casas de adobe se derrumbaron, dejando a cientos de personas sin hogar. Durante meses, las tiendas de campaña y jaimas fueron el único refugio, exponiendo a las personas a las inclemencias del tiempo. En Imi N'ougarzi, gracias a la ayuda internacional, la Agencia Adventista para el Desarrollo y Recursos Asistenciales, ADRA, y la asociación Al Ofoq proporcionaron alojamientos temporales a 200 vecinos tras siete meses de condiciones precarias.Matias Chiofalo