Las madres también leen
Los lectores y las lectoras escriben sobre los estereotipos de género, la flotilla de Gaza, la sanidad pública madrileña y las redes sociales
Resulta que del ejercicio de la maternidad derivan gestos o acciones que todavía quedan por deconstruir. De manera inconsciente —o no tan inconsciente—, una, que pensaba que trabajaba por la equidad y el futuro en su mejor versión, va dejando espacios sin cubrir que, ante el menor descuido, quedan descubiertos. El otro día, concretamente un sábado, me senté a leer el periódico, momento que disfruto mucho, pues me doy el lujo de comprarlo en papel y degustar su lectura, su olor y su postura de disfrute: sentada. Mi hijo, que apenas alcanza los dos años, no sabe lo que es un periódico, pero sí sabe distinguir nuestro rol en su vida. De manera indiscreta y espontánea, me lanzaba llamadas de atención al grito de “¡Papá!”. No quise darme cuenta hasta que recibí un manotazo sobre las hojas del periódico. Entonces comprendí que aquellas llamadas se dirigían a mí, única persona presente, y me hicieron darme cuenta de golpe de que esa postura, esa acción, ese tiempo indefinido en silencio, en su cabeza de infante, solo podían pertenecer al padre. Qué curioso, hasta el silencio tiene género.
Angélica Anquela Gil. Madrid
Gracias a la flotilla
La sociedad civil, de nuevo, sobrepasa a sus gobernantes, y demuestra que está más cerca de la realidad y de las personas que sufren. El ejemplo de los centenares de voluntarios que han integrado la flotilla de Gaza, con alimentos y ayuda para el pueblo palestino, ha supuesto un desafío pacífico al Gobierno genocida de Israel. Netanyahu lo sabe, y no ha dudado en abordar por la fuerza y detener a sus participantes, saltándose las leyes internacionales, con la recurrente excusa (mentira) de que son terroristas. La misma que está utilizando para justificar la masacre del pueblo palestino. Gracias a la flotilla por arriesgarse y visibilizar a escala internacional un genocidio vergonzoso que el mundo occidental está consintiendo.
Víctor Calvo Luna. Valencia
Sanidad madrileña
Hoy he ido a mi doctora de cabecera. que me ha atendido muy amable como siempre, dos semanas después de pedir cita. Necesito fisioterapia y me ha dado un volante para que pida hora. Me han dicho que hasta el 31 de diciembre están todas ocupadas, que vaya más adelante, cuando abran las citas para 2026. La sanidad pública en la Comunidad de Madrid.
Vicente Quijano Álvarez. Madrid
A veces pienso
A veces pienso en lo fácil que es perderse en las redes. Abres el móvil un momento... y de repente han pasado horas. Horas mirando vidas que no son la tuya, vidas que querrías tener sin querer, buscando algo que ni siquiera sabes qué es. Todo está hecho para que no te vayas. Para que sigas deslizando, mirando, sintiendo que te falta algo. Y mientras tanto, la vida pasa. La de verdad: la que no tiene filtros, ni likes, ni música de fondo. Nos están robando el tiempo, la calma, la atención. Y lo peor es que se lo dejamos hacer. No hace falta desaparecer, solo recordar que lo real no brilla en pantalla. Cierra un momento el móvil, sal al aire, mira a alguien a los ojos. Ahí está lo que sí importa.
Claudia Galletly Hortolà. La Garriga (Barcelona)