Gaza, la nueva pinza de Sánchez y Ayuso a Feijóo
El presidente y la presidenta buscaron la provocación del contrario y, de nuevo, descolocaron al líder del PP
Pedro Sánchez era consciente de que la última etapa de la Vuelta en Madrid iba a tener una gran contestación en la calle con o sin sus palabras de apoyo. ¿Pudo esperar al día siguiente para expresar su respaldo a las protestas? Sí, pero quiso hacerlo antes y...
Pedro Sánchez era consciente de que la última etapa de la Vuelta en Madrid iba a tener una gran contestación en la calle con o sin sus palabras de apoyo. ¿Pudo esperar al día siguiente para expresar su respaldo a las protestas? Sí, pero quiso hacerlo antes y ponerse en el centro de la diana de los ataques de la derecha. Isabel Díaz Ayuso se hizo la foto saludando al equipo Israel-Premier Tech, financiado por un empresario cercano a Benjamín Netanyahu, el motivo de la indignación de muchos españoles desde que empezó la competición. ¿Fue una imagen buscada? También, pero quiso dejar claro que su apoyo a Israel no tiene matices a pesar de las más de 60.000 personas, casi todos civiles, que han muerto ya en Gaza. Este domingo, el presidente del Gobierno y la presidenta de la Comunidad buscaron la provocación del contrario, marcaron el perímetro de sus respectivos terrenos de juego y, como en otras ocasiones, volvieron a dejar descolocado a Alberto Núñez Feijóo.
Mientras el líder del PP intenta frenar como puede la fuga de votos a Vox, Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso le hacen la pinza a cuenta de la masacre en Gaza. El presidente, porque tiene datos que le indican que hay una gran mayoría de españoles que condenan el silencio cómplice con Israel y porque intenta espolear así al alicaído electorado progresista. La presidenta, porque no quiere dejar ni una rendija por la que se le cuele la ultraderecha y porque Sánchez ha desplegado una ofensiva comercial y diplomática contra Israel que le incita a ser más proisraelí que nunca. Que a antisanchista no le puede ganar nadie, ni siquiera el candidato del PP que aspira a relevarle en La Moncloa.
Sánchez se fue de vacaciones sin tener control alguno de la agenda política, incapaz día tras día de tomar las riendas tras el durísimo golpe de la corrupción en su círculo más estrecho. Esas investigaciones siguen en marcha, pero el presidente ha recompuesto su estrategia, poniendo al límite su perfil institucional en asuntos que lo conectan con la izquierda (que hay jueces que hacen política o que las manifestaciones contra la Vuelta están muy bien) mientras sitúa a Núñez Feijóo en el espejo de las contradicciones del PP con la oferta de la quita de la deuda a las comunidades autónomas, la propuesta de pacto de Estado contra los incendios forestales o la cuestión de Gaza, nada pacífica en su partido.
La secuencia siempre sigue el mismo guion: Sánchez plantea, Ayuso se pone totalmente en contra y Feijóo navega. “No todo es conmigo o contra mí”, sostuvo este lunes el líder del PP en medio del vendaval polarizador. Suena a papel mojado: ¿No fue el PP el que tumbó la subida de las pensiones solo por ir contra el Gobierno? “Os propongo sentido común” y salir del “foco de toxicidad”, abundó el mismo dirigente que plantea a sus barones que renuncien a recursos del Estado para no hacer seguidismo al Gobierno (¿sentido común?) o hace suyo el lema “me gusta la fruta” (¿toxicidad?).
Después de tanto zigzag discursivo, ya nadie se acuerda de la declaración de buenas intenciones de Feijóo tras ser elegido presidente del PP en 2022, pero lo más inquietante es que también queda lejos la euforia absoluta del congreso popular de julio pasado. Por lo pronto, Pedro Sánchez sigue vivo y coleando mientras Isabel Díaz Ayuso compite por los focos nacionales. Este lunes, ante diputados y senadores del PSOE, el presidente centró sus ataques en ella, que contraprogramó en una entrevista radiofónica la comparecencia pública de su líder y el alcalde de Madrid. Todos se habían desayunado con la última entrega demoscópica que dispara a Vox en las encuestas.