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Educación como salvavidas

Los lectores escriben sobre el vínculo profesor-alumno, la xenofobia, la influencia del catolicismo en Occidente y la huelga de basuras en Madrid

Soy profesora y trabajo en aulas hospitalarias, impartiendo clase a adolescentes con problemas de salud mental. Allí, el refuerzo positivo es más importante que nunca y es asombroso observar el poder de frases como “te comprendo” o “estoy orgullosa de ti”. Es cierto que desde un aula no podemos pretender solucionarlo todo, pero no subestimemos el vínculo profesor-alumno. Los jóvenes pasan muchas horas al día con nosotros, observándonos y analizándonos, y nuestras palabras y actos tienen un impacto significativo en sus vidas. Más jóvenes de lo que creemos han sufrido experiencias negativas de rechazo, soledad o acoso que les han marcado y han determinado su forma de enfrentarse al mundo. No podemos cambiar su pasado, pero tratemos de hacer que las experiencias presentes y futuras les dejen una huella positiva. La educación —y el cariño— salvan vidas.

Sofía Paola Remón Gil. Zaragoza

Banderas en las ventanas

Hace algunos años le dije a una amiga que las banderas en las ventanas eran muy mala señal. Me preguntó por qué y no supe contestarle. Hoy, viendo unas ventanas muy españolas en una plaza mayor de nuestra meseta, he caído en la cuenta. Quienes ponen esos símbolos rechazan a sus conciudadanos. No quieren estar con ellos; expresan su deseo de que no estén aquí y, presumiblemente, de que nunca hubieran venido. Se distancian de “esos”. Dicen en voz muy alta: “estamos juntos, pero no jugamos en el mismo equipo”. Ahora sé lo que intuía cuando hablaba con mi amiga. Quienes ponen banderas, deshacen vínculos, ahúman la conversación pública, airean su odio en el foro, en el espacio de todos. Debemos convencerlos de su error y aceptar que rectifiquen (sería hipócrita rechazarlos de primeras). A quienes persistan debemos cerrarles el paso entre todos.

David Martín Solano. Soria

Todas las religiones

Las colas para ver el féretro del Papa Francisco nos recuerdan que la Iglesia sigue teniendo el mismo poder mediático que en siglos anteriores. En una sociedad en teoría moderna, en la que conviven todas las religiones en pocos metros cuadrados, se ha demostrado que la católica sigue siendo la cumbre del poder en todo occidente. Se nos olvida muchas veces que la religión no es una y única, como nos quisieron hacer creer hace muchos años. Pero el principal problema es la institución que la conforma, un cónclave que representa todo lo contrario a una sociedad supuestamente moderna: la invisibilización de la mujer, la desigualdad y el clasismo más estandarizados que existen en este mundo.

Claudia Paino. Madrid

Sueldos y basura

Todo el que haya puesto un pie en las calles de Madrid habrá visto el espectáculo de las montañas de bolsas de basura. Estamos en las mismas de siempre: los que se ocupan de la recogida cobran poco y trabajan en algo nada agradable. Hagamos memoria para saber quiénes han sido o son los que se han enriquecido con la recogida de basuras y quiénes los que han soportado tan desagradable trabajo.

Ángel Villegas Bravo. Madrid

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