Sigo en X, ¿qué pasa?

A pesar de los pesares, no pienso dejar el camino libre a los execrables modos de su amo, los ‘criptobros’, los ‘incels’, los intolerantes, los indeseables y los mentirosos

Logotipo de la red social X en la pantalla de un móvil.NurPhoto (NurPhoto via Getty Images)

Porque me he enterado y me entero de noticias bomba y cotilleos petardos sentada tan ricamente en el trono que nos iguala a reyes y mendigos, o tomándome un café en una de esas treguas que nos concedemos mendigos y reyes en nuestras batallas diarias. Porque me gusta, y me interesa, personal y profesionalmente, saber qué piensan y qué sienten tanto los de mi acera como los de la de enfrente, expresado en sus propios términos, antes de que me lo den otros mascado y visto bajo su prisma, por mucho que pueda parecerse al mío. Porque me he reído y me río sola a carcajadas ante la rapidez, el ingeni...

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Porque me he enterado y me entero de noticias bomba y cotilleos petardos sentada tan ricamente en el trono que nos iguala a reyes y mendigos, o tomándome un café en una de esas treguas que nos concedemos mendigos y reyes en nuestras batallas diarias. Porque me gusta, y me interesa, personal y profesionalmente, saber qué piensan y qué sienten tanto los de mi acera como los de la de enfrente, expresado en sus propios términos, antes de que me lo den otros mascado y visto bajo su prisma, por mucho que pueda parecerse al mío. Porque me he reído y me río sola a carcajadas ante la rapidez, el ingenio y la buena mala leche ajena sobre lo que sucede o deja de suceder ahí fuera, sea la última crisis de Estado o los penúltimos cuernos de La isla de las tentaciones. Porque me he cabreado cual mona al leer barbaridades y me he hartado a bloquear bárbaros que, a veces, sí, desbloqueo solo para ver por dónde les da el aire. Porque tengo una respetable cifra de seguidores, aunque unos sean más respetables que otros, y no quiero perder ni ese púlpito ni esa parroquia tanto por vanidad como por si vienen mal dadas. Porque, más por mi ansia de no perderme nada que por mis sólidos principios morales, yo también me he abierto perfil en Bluesky siguiendo la desbandada de gente a la que admiro, pero aquello, de momento, es un páramo tan apacible que me aburre que me mata predicar en el desierto y que solo me digan qué bueno lo mío. Porque, a veces, en fin, me siento tan sola, estándolo o sin estarlo, que lanzo un post al éter, cual mensaje en botella al océano, y siempre, siempre, hay alguien que se digna a responderme, aunque sea con un improperio.

Por todas esas cosas, y por otras que no confesaré aquí gratis, sigo en X, a pesar de todos los pesares. De los execrables modos de su amo. De la tóxica turra de los criptobros, los incels, los intolerantes, los indeseables y los mentirosos. No, en mi insignificante cuota de pantalla, no pienso dejarles el camino libre. Llamadme malpensada, pero sospecho que ocho o nueve de cada diez de los que están pensando en irse y de los que ya se fueron a bombo y platillo y vuelven de tapadillo con la nariz tapada sienten lo mismo, solo que ellos lo piensan y yo lo digo. Nunca llegaré a nada.

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