Caos en la estación de Chamartín
Los lectores escriben sobre los retrasos y los problemas con los trenes, los Juegos Olímpicos de París, los sueldos y las vacaciones de verano
Tras horas de avión llegamos en Cercanías a una estación de Chamartín en obras cargados con maletas que bajamos a pulso por las escaleras de la única salida del andén. Los letreros de orientación son escasos y pequeños. En el vestíbulo, la situación es caótica, cientos de personas hacinadas y acaloradas, todos de pie porque apenas hay asientos, mirando las pantallas ya que la información de la vía aparece pocos minutos antes de la salida. Mi tren lleva 10 minutos de retraso, pero sigue indicando la hora inicial, desaparece de la pantalla. Pregunto a las asistentas de ADIF y me recuerdan que ellas no son Renfe. Después de 40 minutos de retraso y dos horas de pie, corremos apresurados a las escaleras chocándonos con los que llegan de otro tren. Yo solo me pregunto si no se podría, pese a las obras, mejorar el bienestar de los viajeros.
Eloy Bécares Mantecón. León
El fracaso en los JJOO
Veo que una nadadora quedó la última de su semifinal. Hay dos semifinales con ocho nadadoras cada una, si queda última, será la número 16. Y algunos lo cuentan como fracaso. ¡La 16 del mundo olímpico! ¿Cuántos podemos decir algo así? Le leen críticas por las pocas medallas que está ganando la delegación española. Sobre todo en deportes por los que muchos de esos críticos nunca muestran interés. Pues que naden, que corran o salten los críticos y, ya de paso, que pidan a quien corresponda más recursos para que nuestros deportistas puedan entrenar en condiciones y vivir de lo suyo más allá de los deportes mayoritarios.
David Martínez. Alcorcón (Madrid)
Nuestro proyecto o su proyecto
Cobro un 4,4% de lo que ha cobrado mi máximo director por dividendos este año. Me pregunto si él cree que es justo. Entiendo que su posición conlleva mayor responsabilidad, estrés y demás, pero tal diferencia entre uno y otro es desproporcionada. Aunque el salario sea correlativo a la responsabilidad del puesto, debería ser posible una cercanía de salario que reduzca distancias tan abismales con el fin de que los proyectos vitales de los empleados sean sostenibles. Al final, ambos trabajamos para lo mismo: que la empresa sea sostenible y siga generando riqueza para todos. La diferencia de sueldos hace más notoria la diferencia de posiciones sociales, proyectos vitales y discriminación. Algo que deberíamos evitar, porque llegará el punto en el que el empleado ya no tenga ni para comprar el propio producto que crea.
M. A. Jiménez Jara. Zaragoza
Vacaciones de verano
Llegaron las deseadas, necesarias y esperadas vacaciones de verano. Unos las habrán acabado ya y otros empezarán a disfrutarlas, lo importante y crucial es con quién las pasamos y el modo en que cada uno las disfrutamos. El dónde, las fotografías y los hashtags deberían ser totalmente secundarios... ¿O no?
Christine A. Sanz Ahrens. Villaviciosa de Odón (Madrid)