Serio aviso a Doñana

La exclusión del parque nacional de la lista verde mundial pone en evidencia la negligencia de populares y socialistas en su gestión

Alcornoques secos en el parque nacional de Doñana, el pasado noviembre.José A. Sencianes (CSIC)

No por esperado es menos grave. Doñana es la primera reserva ecológica mundial expulsada de la prestigiosa Lista Verde de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), que reconoce las mejores prácticas de protección y gestión ambiental en 77 enclaves de 60 países. La decisión viene motivada por un análisis realizado durante dos años por 10 expertos y verificado posteriormente por un equipo externo.
...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

No por esperado es menos grave. Doñana es la primera reserva ecológica mundial expulsada de la prestigiosa Lista Verde de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), que reconoce las mejores prácticas de protección y gestión ambiental en 77 enclaves de 60 países. La decisión viene motivada por un análisis realizado durante dos años por 10 expertos y verificado posteriormente por un equipo externo.

La noticia no puede sorprender a nadie, ya que a lo largo de los años se han ido acumulando las señales de alarma que avisaban sobre el deterioro del entorno del parque nacional debido fundamentalmente a la agricultura intensiva, el turismo y la extrema sequía. La situación dramática de Doñana se daba ya antes de la polémica proposición de ley con la que la Junta de Andalucía pretendía regular los regadíos ilegales en vísperas de las elecciones municipales. De ahí que entonces se dijera que la iniciativa caminaba en sentido contrario a las medidas de recuperación del acuífero y del entorno del parque, aviso al que se sumó incluso la Unión Europea. El pasado 27 de noviembre la Junta y el Ministerio de Transición Ecológica firmaron un acuerdo para retirar la proposición a cambio de una inversión estatal de 350 millones de euros en la zona protegida y en las explotaciones agrícolas de los alrededores.

Con ese pacto se cerraban dos años de controversia en los que los científicos alertaron del riesgo que corría el humedal. Ese tiempo es el que la UICN ha dedicado a evaluarlo siguiendo 50 indicadores respecto a su gobernanza, diseño, planificación, administración y conservación. Solo aprobó 17. La no renovación de Doñana como integrante de la Lista Verde es mucho más que un tirón de orejas. Es la constatación, por parte de expertos independientes y del mayor organismo ambiental del mundo, de que los errores provocados por la mala gestión se han ido acumulando con los años sin que la Administración competente, en este caso la Junta de Andalucía, pusiera remedio, independientemente de quién gobernara.

Este bochorno internacional pone de manifiesto cómo los intereses cortoplacistas, a menudo electoralistas, y de corte populista han impedido diagnosticar acertadamente el problema y ponerle solución. Por si fuera poco, uno de los órganos de gobernanza del parque, el Consejo de Participación, ha sido sistemáticamente ninguneado o desoído, como refleja la oposición a la regularización de los regadíos de Miguel Delibes de Castro, presidente de dicho consejo y exdirector de la estación biológica del parque.

Doñana conserva aún cuatro grandes reconocimientos internacionales: Reserva de la Biosfera, Patrimonio de la Humanidad, Humedal Ramsar y Red Natura 2000. Según la UICN, podría volver a la Lista Verde si la Junta de Andalucía se decide a aplicar las medidas regenerativas que durante demasiado tiempo —ya gobernaran en Sevilla el PSOE o el PP— ha ignorado.

Más información

Archivado En