La argentina que lidera el mundo de las criptos
Silvina Moschini se ha convertido en una de las caras más influyentes en el mundo de las monedas digitales y del emprendimiento en el ámbito internacional
Esta es la versión web de Americanas, la newsletter de EL PAÍS América en el que aborda noticias e ideas con perspectiva de género. Si quieren suscribirse, pueden hacerlo en este enlace.
Pocas personas en el entorno de emprendimiento logran los grandes hitos que les coloquen en el mapa privilegiado de los negocios a escala internacional, y si los contamos por género, las mujeres representan aún un porcentaje menor al 50%. Los pocos ejemplos que resaltan demuestran que, pese a enfrentar...
Esta es la versión web de Americanas, la newsletter de EL PAÍS América en el que aborda noticias e ideas con perspectiva de género. Si quieren suscribirse, pueden hacerlo en este enlace.
Pocas personas en el entorno de emprendimiento logran los grandes hitos que les coloquen en el mapa privilegiado de los negocios a escala internacional, y si los contamos por género, las mujeres representan aún un porcentaje menor al 50%. Los pocos ejemplos que resaltan demuestran que, pese a enfrentarse a escenarios complejos y limitaciones de toda índole, ellas se están abriendo camino poco a poco con mucha fuerza. Un ejemplo es la argentina Silvina Moschini, presidenta y cofundadora de Unicoin, una criptomoneda de próxima generación respaldada por activos y diseñada para pagar dividendos. Y ha llegado a blockchain (una tecnología que consiste en una cadena de bloques con una base de datos pública donde se registran de forma segura las transacciones que se realizan en la red) buscando una alternativa para abrir puertas e igualar oportunidades de acceso a la riqueza.
Comenzó sus estudios académicos en Buenos Aires, Argentina, y continuó su preparación en Estados Unidos y Europa. Es la fundadora y presidenta de TransparentBusiness, la empresa de software de gestión de trabajo remoto que vive un boom desde el inicio de la pandemia. La compañía, creada por Moschini una década antes de la emergencia sanitaria, se convirtió en 2020 en el primer “unicornio” liderado por una mujer latinoamericana, lo que significa que alcanzó una valuación privada de mil millones de dólares. “Cuando me convertí en la primera mujer latinoamericana al frente de una empresa unicornio, no se derrumbaron los estereotipos y sesgos de género en el proceso de financiación para llevar adelante el proyecto, pero al menos se demostró que si se piensa diferente y se trabaja duro, en equipo hay muchas oportunidades. La clave está en el equipo y en la diversidad. Hombres y mujeres trabajando en equipo”, asegura.
Moschini aprovecha cada oportunidad para explicar que parte de la clave en su carrera ha sido el confiar en sus instintos y apostar el todo cuando se cree firmemente en una idea y se trabaja para construirla. Su padre ha sido una de las figuras más importantes en su desarrollo profesional y personal: “Recuerdo las charlas y los consejos de mi padre. Ya desde pequeña me decía que yo podía ser lo que deseara ser. Solía decirme: ‘Hija, tú puedes ser princesa, astrofísica, ingeniera, o lo que quieras. Pero si eliges ser princesa, tienes que construir tu propio castillo’. Esas charlas me marcaron para toda la vida”.
En cambio, ha resaltado que en el momento en que ella decidió emprender no todo fue tan sencillo: “Fue un gran desafío superar las barreras que históricamente nos han limitado a las mujeres en nuestros sueños. La importancia de las crisis es que nos traen oportunidades para salir de nuestra zona de confort y nos fuerzan a ir un paso más adelante para cuestionarnos, aprender y crear”.
América Latina tiene un rezago educativo que se agravó tras la pandemia. El país del que es originaria Moschini no es la excepción. Argentina, además, atraviesa la peor crisis económica en 20 años, y aunque cuenta con un ecosistema emprendedor robusto e innovador, no logra todavía convertirse en una plataforma que impulse la economía deteriorada profundamente. Silvina Moshini lo reconoce: “En un contexto complejo, los latinoamericanos somos hábiles para crear e ingeniar soluciones a problemas. Sin embargo, yo me desarrollé profesionalmente en los Estados Unidos y en Europa”, cuenta.
Moschini considera que aún queda un largo camino por recorrer en el ecosistema financiero para cerrar la brecha de género. “A través de nuevos instrumentos, como las criptomonedas, ha sido posible llegar a un segmento que hasta el momento había sido excluido por el sistema tradicional. La participación de las mujeres aún es menor que la de los hombres, pero los datos se muestran alentadores: hoy las mujeres representan el 30% de los propietarios de criptomonedas en el mundo y, en Latinoamérica, la cifra de adopción incrementa en un 43%”, explica.
La argentina, radicada en Estados Unidos, considera que es necesario avanzar en materia de educación financiera para brindar a las mujeres las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas y conocer las diferencias entre las criptomonedas existentes: “Las mujeres son más prudentes y muchas veces desconfían de las criptomonedas debido a los altos riesgos asociados a la extrema volatilidad. Este es un atributo característico de las criptomonedas de primera generación, como Bitcoin, cuyas fallas se evidenciaron con la llegada del criptoinvierno”.
Moschini fue la única emprendedora destacada en W20 Argentina, el grupo asesor del G20 en crecimiento económico con perspectiva de género, además fue invitada especial en el Global Entrepreneurship Summit 2022 y en 2019 lideró el panel de innovación en la Cumbre de Presidentes de las Américas, una reunión de los principales CEOs y jefes de estado. Ha recibido distinciones como el Equals in Tech Leadership Award, otorgado por las Naciones Unidas; el premio Lifetime Achievement de Women in Tech, y Mujer de la Década por el Women Economic Forum. Recientemente, fue nombrada como “Mujer del año en sectores disruptivos” por ONU Mujeres y Pacto Mundial. “Esto no hubiera sido posible sin el gran equipo de mentes brillantes que me han impulsado a lograr mis sueños. He aprendido de referentes en los negocios como Steve Wozniak, cofundador de Apple, Rosie Rios, ex tesorera de los Estados Unidos, Laura Chinchilla, expresidente de Costa Rica, quien fue la presidenta de mi directorio de asesores y por supuesto, la indiscutida reina del Internet de los 90: Susan Segal, quien con su ejemplo y apoyo demostró que mujeres, clase, dinero y poder son una realidad posible”.
Estos son nuestros artículos recomendados de la semana:
Recomendación de la semana: Las cintas de Rosa Peral, por Noor Mahtani
No sé si entraste a la newsletter buscando algo de apapacho o de empoderamiento. No es el caso. Esta es una recomendación para quien quiera enfadarse. El cuerpo en llamas, la serie de Netflix protagonizada por Úrsula Corberó, está en boca de todos. Se ha escrito mucho y se ha dicho más sobre el caso de Rosa Peral y Albert López, dos guardias urbanos condenados en 2017 por el asesinato de Pedro Rodríguez, pareja de Peral. Pero les invito a que vean primero (o solo) el documental Las cintas de Rosa Peral, un filme que narra cómo la perspectiva de género en los tribunales y en los medios de comunicación brillaron por su ausencia.
Más allá de la culpabilidad o no de Peral, por lo que recomiendo este documental es por tres razones: para entender por qué este caso hubiera tenido un desenlace diferente si la acusada no fuera una mujer, guardia urbana y dueña de su sexualidad; para que los periodistas reflexionemos sobre lo fácil y peligroso que es contar el morbo y dejar de informar; y, sobre todo, para escuchar a Paz Francés, doctora en derecho penal que hace unas reflexiones muy interesantes sobre diferenciar entre pecado y delito y sobre cómo las conductas de las mujeres que se salen de su rol establecido -buenas madres, buenas víctimas, buenas esposas-, son penadas con mayor rotundidad.
Para quienes solo quieran empoderarse, lean a Francés. O escúchenla aquí.