Infantilizando a Juana Dolores
“Llevo corbata porque estoy gordo”, respondió el presentador de TV3 a las críticas de la escritora, sin entrar en ninguno de sus argumentos
Twitter contiene altas dosis de pornografía. Lo que nunca se contaría a un desconocido, lo que jamás se diría en una entrevista, está ahí, desnudo, al alcance de todos. Algunas personas han arruinado su vida personal y laboral por hablar en una red social abierta a millones de voyeurs como si se estuviera en la intimidad del bar del pueblo. De la conversación sincera a dos, a la batalla pública con miles de espectadores. De ahí que esté plagado de periodistas.
“Si ahora sale Juana Dolores y dice que es independentista (la última vez que se lo pregunté, lo era), todo este...
Twitter contiene altas dosis de pornografía. Lo que nunca se contaría a un desconocido, lo que jamás se diría en una entrevista, está ahí, desnudo, al alcance de todos. Algunas personas han arruinado su vida personal y laboral por hablar en una red social abierta a millones de voyeurs como si se estuviera en la intimidad del bar del pueblo. De la conversación sincera a dos, a la batalla pública con miles de espectadores. De ahí que esté plagado de periodistas.
“Si ahora sale Juana Dolores y dice que es independentista (la última vez que se lo pregunté, lo era), todo este hype madrileño se desvanecería”, escribe el humorista y presentador Joel Díaz. Responde a la polémica, ya viejísima en tiempo tuitero, de la entrevista a la escritora Juana Dolores, de 31 años, en TV3, donde pide que un meteorito —escriban meteorito en Google y esperen tres segundos— acabe con la librería de moda catalana y de paso con Xavier Trias, el probable próximo alcalde de Barcelona.
Joel Díaz cita un hilo de la periodista no catalana —sobra decirlo— Noemí López Trujillo donde critica lo único que más o menos ha generado consenso: el papel del presentador, Xavier Graset, de 60 años, ante la catarsis de Dolores, a punto de gritar “socialismo o barbarie” en directo. “El señor no entiende nada y desde su desconcierto solo tiene la estrategia de la infantilización femenina: ‘Porto corbata perquè estic gras [llevo corbata porque estoy gordo]”, opina Trujillo. “Para él solo es una rabieta más, una chiquillada, una niñata queriendo llamar la atención”, sigue, y concluye que la respuesta de la corbata “es lo que le dirías a tu sobrina de cinco años”.
Díaz no rebate el razonamiento de Trujillo: es solo una “madrileña” más aprovechando cualquier crítica al independentismo, y ella no responde. Pero Juana Dolores sí entra, para gozo de los cotillas de Twitter: “Joel, eres buen pavo, pero demasiado bonachón y un poco básico, por eso te juntas con matxis cutres, como le pasa a mi ex, vaya… Conmigo y con mis colegas te lo pasarías mucho mejor”. “Soy tan bonachón que no me enfado ni con toda esa condescendencia tuya”, responde él, famoso por ser de La Sotana y por dimitir como presentador de TV3 cuando echaron a uno de sus colaboradores por un gag sobre el PSC y el nazismo. “No te enfadas, pero sí que te pica”, replica ella.
La conversación dura unos cuantos tuits más, y sacia las altas dosis de aburrimiento y sufrimiento que se avecinan en la red social con una nueva campaña electoral en marcha. Es una charla pública e íntima, donde incluso se recomiendan libros, pero en la que ni Dolores ni Díaz debaten si Graset infantilizó a la artista.
“No insultes”, reprochó Graset a las críticas de la escritora a Trias en su programa, al que llamó “puto viejo”, pero no entró en ninguno de sus argumentos. Dolores recriminó el papel de tertulianos y periodistas en la campaña electoral, sin tomar parte, sin hablar de salud, sin mencionar la correlación de renta y voto, y acusando a la clase trabajadora del ascenso de Vox. “Estoy en la televisión pública de la burguesía catalana que se esconde detrás de la socialdemocracia, que es el cáncer de las clases trabajadoras que sufren la ineptitud de sus políticos y de sus periodistas”, arremetió.
“¿Qué más? Si todo lo hacemos mal, si todo está cagado y meado…”, se conformó Graset, después del chaparrón. “Vosotros no podéis hacer nada porque lleváis corbata”, acabó la artista. Puestos a infantilizar a Dolores, podría haberlo rematado con un toque final de humor: “Jo porto corbata perquè estic Graset [yo llevo corbata porque estoy gordito]”. No lo hizo.