Chicas florero en portada

Los lectores escriben sobre la fotografía de portada que eligió el diario para ilustrar la victoria de Alcaraz, las obras de la línea 7B de Metro en Madrid, el fenómeno del ‘baby botox’, y sobre el ruido en las ciudades

Carlos Alcaraz posa delante de la tarta de cumpleaños, este viernes en la Caja Mágica de Madrid.INMA FLORES

Miro la portada de EL PAÍS del 6 de mayo y algo me chirría. Alcaraz celebra su pase a la final y también su cumpleaños. Cuatro hombres en el centro sujetan la tarta de cumpleaños, rodeados de 10 chicas jóvenes en minifalda. No sé muy bien quiénes son esas chicas. ¿Son las recogepelotas? Si fuera así no entiendo por qué no hay chicos recogepelotas, ni tampoco por qué las chicas llevan minifalda si tienen que recoger pelotas del suelo. Si no son recogepelotas, ¿por qué...

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Miro la portada de EL PAÍS del 6 de mayo y algo me chirría. Alcaraz celebra su pase a la final y también su cumpleaños. Cuatro hombres en el centro sujetan la tarta de cumpleaños, rodeados de 10 chicas jóvenes en minifalda. No sé muy bien quiénes son esas chicas. ¿Son las recogepelotas? Si fuera así no entiendo por qué no hay chicos recogepelotas, ni tampoco por qué las chicas llevan minifalda si tienen que recoger pelotas del suelo. Si no son recogepelotas, ¿por qué están en la foto? ¿Son chicas florero?La ministra de economía ha dicho que no volverá a participar en una foto donde sea la única mujer. Yo creo que esta decisión debería ser adoptada por toda persona con proyección pública. Los deportistas deberían negarse a aparecer en fotos donde haya chicas cuya única función es estar monas. O como mínimo, EL PAÍS no debería publicar ninguna foto en la que las chicas sean utilizadas solo como florero. Ya está bien. Estas imágenes condicionan la manera en la que las niñas entienden su papel en la sociedad. Hagamos lo posible por evitarlas.

Paloma López García. Fráncfort (Alemania)

¿De qué se habló el 2 de Mayo en Madrid?

De una presidenta autonómica que ordenó que agarrasen por la cintura al Ministro de la Presidencia para que no pudiera acceder a una tribuna de autoridades. Imagínense qué hubiera pasado si esto ocurría en Cataluña... Es bochornoso. Pero hay algo muy importante que no podemos dejar pasar. Los afectados por la línea 7b de metro de San Fernando de Henares. Su alcalde acudió a los actos institucionales con el chaleco naranja en apoyo a sus vecinos. Y allí estuvieron ellos, manifestándose bajo el sol de Sol, con sus vidas truncadas y sus viviendas derruidas. Con humildad, y sin más pretensiones que las de denunciar a una Comunidad de Madrid que les ha abandonado en todo momento. Con sus chalecos, sus reclamaciones, y su dignidad insuperable, las familias de San Fernando no se rinden. Ese día, ellos sí nos representaban a los madrileños. A diferencia de estos gobernantes.

Gonzalo Matías de Lara. Madrid

Delirio contemporáneo

Algo falla cuando en plena cuarta ola del feminismo nos topamos con una moda llamada baby botox focalizada en personas menores de 30 años. Que en perfiles de Instagram o TikTok encontremos caras faciales con filtros y, además, pinchazos en arrugas que todavía no tienen, puede generar una especie de catarsis neuronal, sobre todo, al leer el texto que acompaña a la imagen: “quiérete”, “la belleza eres tú”, “mi vida es mía”. Mientras llenamos instituciones, marcas y empresas con conceptos que apelan a la desestigmatización de los cuerpos, las nuevas generaciones crecen más inseguras que nunca.

Julia Gracia Le-Senne Sánchez. Tarragona

Menos ruido

Helicópteros a los que les falta disparar con música de Wagner, segadoras, sopladores de aire, podadoras, etc., que invariablemente nos martirizan desde primeras horas de cada día, machaconamente. ¿Saben las autoridades que existen máquinas que realizan las mismas labores de manera mucho más silenciosa? Los sufridos ciudadanos les agradeceríamos que lo tuviesen en cuenta en sus programas electorales.

Federico José Herrero. Madrid

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