Recomendación para un consejero de Sanidad

Los lectores escriben sobre la situación en los centros sanitarios y la vocación de los médicos, la adicción a TikTok, el cambio en los libros y sobre los pactos para solucionar los problemas de la sociedad

Decenas de profesionales protestan durante una huelga de médicos en el Hospital Álvaro Cunqueiro, en Vigo.Javier Vázquez (Europa Press)

Elija una mañana, una de las de inaugurar algo en un centro sanitario. En la entrada, se le acercará la habitual corte de aduladores sonrientes. Deles usted el esquinazo y corra hacia dentro del hospital a buscar a los que, de verdad, sanan enfermos y salvan vidas. Los encontrará fácilmente. Una vez esté con ellos hágales, por favor, estas preguntas: ¿Os sentís bien compensados económicamente teniendo en cuenta vuestra formación y la responsabilidad de vuestro trabajo? ¿Qué tal sigue vuestra vocación, después de tantos años de maltratos? Si se queda un poco mohíno con las respuestas recibidas,...

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Elija una mañana, una de las de inaugurar algo en un centro sanitario. En la entrada, se le acercará la habitual corte de aduladores sonrientes. Deles usted el esquinazo y corra hacia dentro del hospital a buscar a los que, de verdad, sanan enfermos y salvan vidas. Los encontrará fácilmente. Una vez esté con ellos hágales, por favor, estas preguntas: ¿Os sentís bien compensados económicamente teniendo en cuenta vuestra formación y la responsabilidad de vuestro trabajo? ¿Qué tal sigue vuestra vocación, después de tantos años de maltratos? Si se queda un poco mohíno con las respuestas recibidas, busque a los más jóvenes. Ya sabe, el paso de los años, a veces, nos vuelve un poco cascarrabias. La opinión de los más jóvenes seguro que le da alguna alegría. Pregúnteles, por ejemplo: ¿Cómo sigue vuestra ilusión, esa con la que llegasteis al hospital hace apenas unos años? Listo. Será fácil y breve. Si vuelve rápido a la puerta principal del hospital todavía le estarán esperando. Puede que hasta no se hayan dado cuenta de su ausencia. De nada, consejero, de nada.

Ángel Etxaniz Álvarez. Oleiros (A Coruña)

Adicción a TikTok

Hace unos meses me descargué TikTok. En tres días borré la aplicación. En ese poco tiempo me dio tiempo a experimentar el agujero negro en el que, una vez entras, es muy complicado salir. La adicción de los jóvenes a las redes es un tema preocupante porque en algunos casos llega a afectar gravemente al desarrollo de una vida normal. Muchas horas con la vista fija en una pantalla y dejando la vida pasar. El uso responsable de este tipo de aplicaciones compete a autoridades, empresas y a los propios usuarios.

Marta Mínguez. Guadalajara

Censurando el futuro

A lo largo de nuestra vida, siempre hemos escuchado en refranes o citas famosas que, si no conocemos, comprendemos y aprendemos nuestro pasado e historia, nunca avanzaremos como sociedad ni como individuos. Recientemente hemos conocido que se planea reescribir y eliminar los “pasajes ofensivos” de las obras de Agatha Christie. Esto me ha hecho reflexionar. ¿No será precisamente que gracias a los libros en los que sus autores narran la realidad que vivieron, ha cambiado la sociedad que hoy vivimos? Al leer un libro que trata temas que en nuestros días se han convertido hasta en tabú, yo no me ofendo, porque entiendo que es la realidad que vivió el autor y gracias a que conocemos esas actitudes, aprendemos de ellas para ser mejores personas y entender por qué están mal, no solo seguir una conducta establecida porque sí.

Néstor Méndez. Alcorcón (Madrid)

No, no y no

¿Es razonable trabajar sin llegar a fin de mes? No. ¿Resulta sostenible subir las hipotecas hasta provocar desahucios? No. ¿Nos parece bien que los comisionistas y los intermediarios vivan del cuento? No. ¿Podemos asumir que la miseria vaya generalizándose mientras ciertos privilegios prosperan obscenamente? No. ¿Acaso un país aconfesional debería tener deferencias fiscales con respecto a una religión histórica como el catolicismo? No. La lista es interminable. Quizá no sepamos ponernos de acuerdo en positivo. Pero parece relativamente sencillo consensuar cuándo no es no. ¿O no?

Roberto R. Aramayo. Madrid

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