Humanizar la sanidad

Los lectores escriben sobre los profesionales sanitarios, la repetición de curso, las protestas de activistas y la maternidad de Ana Obregón

Dos pacientes esperan en el centro de salud de Ibiza, en el barrio de Retiro, en Madrid.Jaime Villanueva

Hace unos días tuve la mejor experiencia ambulatoria de mi vida. Mi nueva médica de cabecera, nada más entrar en la consulta, me dio los buenos días, y me confesó que le encantaba la gorra colorista que llevaba. Conversamos sobre todo, como amigos, nos reímos con mis ocurrencias, me comentó con todo detalle mis analíticas, tuvo en cuenta mi deseo de disminuir la medicación que tomo, me imprimió todos mis datos, con gráficos, dietas depres...

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Hace unos días tuve la mejor experiencia ambulatoria de mi vida. Mi nueva médica de cabecera, nada más entrar en la consulta, me dio los buenos días, y me confesó que le encantaba la gorra colorista que llevaba. Conversamos sobre todo, como amigos, nos reímos con mis ocurrencias, me comentó con todo detalle mis analíticas, tuvo en cuenta mi deseo de disminuir la medicación que tomo, me imprimió todos mis datos, con gráficos, dietas depresoras, etcétera. Sorprendido y contento, le confesé que ojalá nuestra relación no la diluya el sistema de salud, y que si se mantienen en el tiempo mis buenas perspectivas vitales, le dedicaré un diploma de afecto y reconocimiento eterno. Nos despedimos con sonrisas veladas por las mascarillas. Hace unos días salí del ambulatorio exultante, constatando mi convicción de que la sanidad pública la hacen mejor las personas que trabajan en ella.

Víctor Calvo Luna. Valencia

Mutilación educativa

Leo sobre las obscenas tasas de repetición en España, constante macabra contra la que se han estrellado una tras otra las sucesivas leyes educativas de las que he sido testigo en 31 años de docencia. La repetición está tan arraigada en el imaginario educativo del profesorado que mientras no cambien los evaluadores, nada habrá cambiado. Sostiene el profesor Steven Pinker que en la educación “las reglas sobreviven por la misma lógica que perpetúa las mutilaciones rituales o las novatadas universitarias”. Eso es la repetición en España: la mutilación consciente y legalizada que cercena el futuro educativo de miles de estudiantes. Y nadie se atreve a ponerle freno.

Juan José Romera López. Pizarra (Málaga)

Protestar con pintura

Hace poco, un grupo de activistas climáticos tiñeron de rojo los leones del Congreso de los Diputados por la “inacción” contra el cambio climático. Pretendían reivindicar la importancia de luchar contra el calentamiento global, pero ¿son necesarias acciones así? Pienso que este gesto, en el que se mancha un lugar público, no les favorece para mostrar la finalidad con la que lo realizan. Al final, consiguen que pensemos más en “unos han manchado los leones de rojo” que en el verdadero mensaje que hay detrás de sus protestas.

Paula Merayo Sáez. Alcorcón (Madrid)

Ana Obregón y el remplazo de su hijo

Ana Obregón ha sido madre mediante un vientre de alquiler en Estados Unidos, ahora se sabe que el padre biológico es su difunto hijo, Aless. En España está prohibida la práctica de los vientres de alquiler, pero aunque haya sido realizada en otro país, puedes hacer ciudadano español a un bebé nacido de este atentado contra el cuerpo de las mujeres. En este caso, al poseer suficiente poder adquisitivo, algunos no verán el acto de Ana Obregón como un delito, sino como una muestra de solidaridad frente a la última voluntad de su hijo. Parece que a Ana Obregón no le importa que su ahora hija se vea sin madre en unos años. Todo esto es fruto del trauma provocado por el dolor de una madre al perder un hijo. Ana Obregón ha saciado su caprichoso deseo de recuperar la maternidad que el cáncer de su hijo le arrebató.

Alba Fernández Rodríguez. Leganés (Madrid)

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